El extraño bosque de lubru ( el enigma del cofre)

Capítulo 19

Edward siempre tuvo una manera muy particular de hacerse presente y en esta oportunidad no iba a ser diferente.
Peter y Scott intentaban abrir la medalla que Martí encontró en casa de Bill.
La casa de Bill era realmente una caja de sorpresas y sin dudas llena de misterios.
Aunque intentaban de todas las maneras posibles no pudieron lograrlo permanecía totalmente sellada.

Nil se apresuró en decirles que Edward le informo que deben ir a un lugar especial para abrirla y poder leer el mensaje que contiene.
Nadie sabía porque Edward no se hacía presente ante sus nietos y utilizaba a Nil para que lleve sus mensajes ante ellos.
Ander creía que el anciano estaba muerto y que se comunicaba con su padre desde el más allá. 

—Nil, mi abuelo llego a decirte en donde podemos encontrar a nuestro padre.

—Bueno... Verán Edward es muy enigmático jamás dara una información sin antes ponerte dentro de un laberinto llenos de dudas, hipótesis etc. Entre todos iremos armando este rompecabezas de apoco. Cada uno de nosotros somos fundamentales en lo que podemos aportar.

Mientras permanecían en casa de Bill reunidos alrededor de la mesa. Pensando y analizando qué caminos serían los más adecuados tomar Peter y Scott estaban en un peligro constante ya que su propia madre los buscaba para asesinarlos y debían hallar la manera de desarrollar sus habilidades cuanto antes, antes de que wisafa los encuentre. Detrás de la puerta Triana y Gadea estaban escuchando todo, sin que su papá lo notara llegaron hasta allí a escondidas y así permanecían no pensaban quedarse fuera de este nuevo enigma.
Sin embargo esta vez el que faltaba era Ander. No estuvo bien durante mucho tiempo luego de la muerte trágica que vio de su hermano. 
Suele tener la mirada perdida en ocasiones afirmando ver visiones aunque siempre son confusas. 

Triana junto a Gadea observaban como su padre colocaba un mapa sobre la mesa que cuidadosamente sacó de un escritorio que estaba cerca de ellos. No parecía que iban a terminar pronto el debate. 
La noche se aproximaba y las niñas debían tomar un atajo por el bosque y llegar antes que su padre. 
Tomadas de la mano y muy asustadas ya que el sol se ocultaba rápidamente y ni bien pudieron darse cuenta la noche ya estaba encima de ellas. 
Era una hermosa noche en donde la luna estaba presente guiando el camino de regreso por lo menos tenían un punto a favor pero en medio del bosque y en medio de la nada eso sí que no lo hacía agradable 
Y pronto sabrían lo que les iba a costar haber desobedecido a su padre. 

Un viento muy fuerte azotaba los árboles con mucha fuerza. Un viento que apareció de repente en el momento en el que el sol se oculto, no les permitía avanzar ya que cuando intentaban dar un paso retrocedían nuevamente intentaban ver el camino pero el polvo que entraba en sus ojos no las dejaba ver. Empezaron a formarse remolinos gigantes que luego de dejarlas ahogadas y con la vista nublada se disipaba ligeramente. 
Quedaron tendidas en el suelo por un largo rato intentando respirar aire puro pero solo las rodeaba el polvo.
Al incorporarse la calma las rodeaba era extraño los árboles estaban inmóviles pareciera que ni una sola gota de aire rondaba el lugar y los remolinos habían desaparecido también. Todo estaba en perfecto silencio. 
Wisafa se acercaba el sonido extraño que la caracterizaba se hacía presente pero lejos de Lubru no podía hacerles daño. Justamente eso es lo que buscaba expandir su poder, pero solo lo logrará si encuentra la medalla y mata a sus hijos.

—Niñas los bosque no son para que anden solas por aquí... Porque algo malo puede sucederles— Ambas gritaron del susto sin saber quién era esa voz que hablaba con ellas pero no sé dejaba ver solo susurraba entre los arbustos. 

-Vamos corran y no regresen más. Sigan el camino sin detenerse hasta llegar a Géminis, oyeron bien repintalo una y otra vez no lo olviden. 

Las niñas corrieron sin parar hasta llegar a su casa sanas y salvas. Pero estaban confundidas con el nombre de aquel lugar jamás habían oído ni siquiera hablar de ese lugar y porque pretendía que fueran allí. 

Al día siguiente Gadea no había dormido prácticamente en toda la noche todo lo contrario de Triana que dormía plácidamente eran muy diferentes ella era más temerosa, en cambio Gadea hasta que no llegaba al fondo del asunto no paraba. Aquella larga noche apenas pudo cerrar sus ojos uno minutos. Pero no dejaba de pensar en aquella voz y tenía la sensación y la culpa de no haber preguntado lo suficiente tenía el presentimiento de que algo quería decirles pero no podía lograr descifrar que.

A la mañana siguiente intentaría hablar con Ander de lo sucedido para ver si le aportaba nuevas ideas. Sin embargo todo dependería de su estado de salud mental. 

Ander se encontraba bajo los efectos de unos calmantes sobre todo cuando le provocaba unas terribles crisis. Fue muy fuerte para él ver morir a su hermano y sobre todo la manera trágica y tan macabra en que lo hizo. A raíz de esto los médicos le decían a Sara que las supuestas alucinaciones que tenía era debido a las pastillas. Pero por momento Ander se encontraba lúcido incluso había veces que no tomaba su medicación. Gadea lo sabía y sabía que él se recuperaría pronto por eso quería hablar con él.

Al enterarse de que Ander estaba en el bosque paseando con Boomer pensó que era el momento ideal para contarle acerca de lo que escuchó.

Su hermana la acompañó y Ander escuchó muy atento lo que Gadea le contaba.

—Ander, esa voz que nos habló nos indicaba un lugar y ni siquiera me quedé a preguntarle a qué se refería.

—¿un lugar?

—Si un lugar, no es así Triana

Triana negó haciendo enfurecer a su hermana. Tenía miedo y se negaba a reconocer lo que escucho en el bosque.

—No era nada y vas a dejar de seguir con la idea de seguir averiguando más sobre este asunto.




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