El Final Del Cuento De Hadas

01

De lo único que me arrepiento, es de no haberlo matado

—¿Cuál es tu historia, nueva?—preguntó mi compañera de celda, Verónica

—¿Qué?— pregunté mientras veía cómo se sentaba en la esquina de mi cama

—Eso, ¿cuál es tu historia?— me senté para estar a su misma altura, mientras ella terminaba de hablar— O sea, el por qué estás aquí, porque no te ves una como yo o como las otras, no te ves una que merezca estar aquí. Aunque claro, dicen que los psicópatas son los que menos aparentan maldad o locura, ¿no?— dijo encogiendose de hombros

—No creo que esté loca, bueno, no sé, después de que ese hijo de puta llegara a mi vida, no sé nada—Verónica me miró con curiosidad

—Así que mataste a alguien ¿eh?— me sonrió con dulzura— ¿primer asesinato? ¿Sentiste esa adrenalina correr por tus venas? Yo la sentí aún así hasta en mi tercer asesinato— la miré sorprendida— si, prácticamente estaré aquí hasta que muera, pero ya, cuéntame ¿lo mataste o qué?

—No, no lo hice. Y eso es de lo único que me arrepiento— la miré a los ojos y le dije lo siguiente— y eso es lo que le dije al juez cuando me preguntó si me arrepentía, tal vez hubiera servido de algo decirle que sí, que lo estaba, tal vez me hubiera dado menos sentencia que cinco malditos años, pero no. Lo que hice fue mirarlo a los ojos y decirle "de lo único que me arrepiento, es de no haberlo matado"— dije sintiendo la ira correr por mi nuevamente

—Wow Sora, calma chica, se ve toda la furia correr en tus ojos

—Me llamo Sarah— ella se rió

—Bueno como sea, me interesa tu historia. Cuéntamela— me reí

Me hizo recordar a mi hija cuando quería que le cuente una historia. Solté un suspiro

—Claro, ya que no hay mucho para hacer, y capaz tu me des ideas de cómo matar a ese monstruo cuando salga de aquí —ella se rió nuevamente

—Claro que sí, tengo miles de estrategias y te puedo decir algunas, pero solo porque me caíste bien. Anda, cuentame

—Pero, ¿todo? Cosa de que entiendas mejor, por eso pregunto

—Entonces si, todo. Tengo más tiempo de lo que crees— ambas nos reímos

—Vale, pero te pediría de favor que no me interrumpas— ella asintió con la cabeza— Todo comenzó cuando lo conocí a Patrick, mi ex novio, era muy chica cuando lo conocí, pero puedo decir que fue el amor de mi vida...

<Tenía quince años cuando conocí a Patrick, todo era hermoso con él, mi familia lo quería, su familia me quería, llevábamos una típica relación de adolescentes. Hasta que cumplimos dos años de relación que decidimos dar el siguiente paso. Él siempre fue respetuoso conmigo y me esperó. Después de eso, todo era mucho más perfecto. Hasta que un día, en nuestra primera borrachera, nos olvidamos de usar protección. Tenía diecisiete años cuando quedé embaraza de mi hermosa hija Francesca, por si te lo preguntas ahora tengo 33.

En fin, la cosa es que estaba asustada, él también, claro, él apenas tenía 18 años, pero no se aparto, no me dejó sola, no me..perdón, no nos abandono. Busco trabajo y estudiaba a la vez, sus padres tenían un departamento que nos dieron para que podamos irnos a vivir juntos ahí. Lo hicimos. Todo era bello, él era bello. Era encantador, se preocupaba por mí y por la bebé. Pasaron los años, compramos una casa nueva ya que a él lo habían ascendido en el trabajo, las cosas para mi iban bien, iban de maravillas. Pero luego, Francesca iba a cumplir sus 5 años de edad cuando las cosas con Patrick empezaron a ir mal, pero mal de verdad, de un día para el otro ya nada era lo mismo, él ya no era el mismo conmigo. Cuando Francesca cumplió los 5 años de edad decidimos separarnos, ¿sabes? Todo fue muy duro para mi, lo amaba, todavía lo hacía como la primera vez que le había dicho "te amo", pero entendía que él no lo hiciera, lo entendía realmente.

Nos separamos, pero nada cambió aparte de nuestros sentimientos, claro. Quedamos como amigos, como buenos amigos, por nuestra hija. Él nunca dejó de preocuparse por Francesca, la visitaba casi todos los días y el mayor horario posible. Sin decir que nos dejó la casa y él se fue al viejo apartamento en el que vivíamos. Cada uno hizo su propia vida, él ahora está casado con un hermosa mujer llamada Aurora, que por cierto con el tiempo se convirtió en una muy buena amiga, y están esperando un bebé. Pero él jamás dejó de lado a mi hija o siquiera a mi, nosotros nos tratamos como tal, nos queremos como amigos y siempre será así, el cariño gigante que le tengo jamás se irá. Lo que me gustaba de él es que es responsable. Francesca nunca tuvo la necesidad de preguntar por su papá o por qué él y yo nos habíamos separado o por qué su papá no la veía tan seguido, es más, una vez me dijo "si están separados, ¿papá no tendría que verme menos?". Bueno, cuestión de que cuando él se fue entendí que era mi momento de madurar, era mi momento de crecer y hacer hasta lo imposible por mi hija. Así que en los horarios que Patrick la cuidaba, yo trabajaba. Y así llevé a mi hija a flote, así madure y entendí que con Patrick a mi lado siendo él el maduro, jamás lo habría hecho.



#10042 en Joven Adulto
#10880 en Thriller
#6175 en Misterio

En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.