El Final Del Cuento De Hadas

13

Me es muy difícil ver como todo se desvanece

Estaba tomando agua en la cocina de la empresa dónde trabajo, cuando recibí una llamada a mi celular de un número desconocido.

*Llamada de número desconocido*
—¿Hola?—dije cuando descolgué el celular 
 

—Hola huequita—sonó la voz de Alex al otro lado y sonreí

—¿Cómo estas?—pregunté mientras terminaba el último sorbo de mi agua 
 

—Bien, ¿y tu? Mira, le pedí a Patrick tu número, y te llame para decirte o más bien preguntarte si querías quedar uno de estos días para comer—dijo

—Bien, bien. Si, supuse que se lo habías pedido a él—me reí—claro, mira, ahora estoy trabajando. Pero en unas..—separé mi celular de mi oreja para ver la hora—dos horas, salgo para ir a almorzar. ¿Quiere ir a almorzar conmigo, buen hombre?
 

—Oh, que dama tan única, con gusto acepto su invitación—se rió, haciéndome reír a mi también—no que va, dime dónde es que trabajas y paso por ti en dos horas

—Vale, mira ahora tengo que volver al trabajo. Te paso la dirección por WhatsApp. Nos vemos enseguida—una vez dicho eso, colgué.

Le envié la dirección por WhatsApp una vez lo agende, y volví a mi lugar de trabajo, y seguí haciendo citas de reuniones, organizando eventos.

Llegó la hora del almuerzo, y Lauren llegó hasta mi escritorio 

—¿Vamos a ir a almorzar juntas o ya tienes planes?—preguntó viendo su celular 

—Lo siento Lauren, ya tengo planes con un amigo que no veo hace años—le sonreí, mientras terminaba de recoger mi saco 

—¿Ése del cuál Caleb se puso celoso?—preguntó mientras abría la puerta de la oficina, y salíamos las dos juntas por ella 

—Si, ese. Tal cual—me reí 

—Deberías tener cuidado, no vaya a ser que Caleb se enoje—me miró seria, antes de ponerse su saco y apretar el botón del ascensor 

—No lo creo, ya hablamos sobre eso. Y si se enoja, que se enoje. Tampoco voy aguantar estas estupideces de él—vire los ojos mientras soltaba una risa

Ambas subimos al ascensor, y Lauren asentía con la cabeza 

—En eso tienes razón. Tampoco vas a dejar de tener amigos, por una relación que recién comenzó—dijo 

—Ni por una relación que recién comenzó, ni por una relación que lleva millones de años. No tengo porque dejar de tener amigos por eso. El amor no se trata de eso—al terminar de decir esas palabras, las puertas del ascensor se abrieron y ambas salimos de él 

—Puede ser que tengas razón 

—No, no es puede ser. Es cierto. El amor no se trata de posesividad, de celos, de desconfianza, de nada de eso se trata. Se supone que el amor es algo lindo, que es algo que te hace sentir bien, a gusto, conforme... feliz—me encogí de hombros, y ambas salíamos de la empresa. Justo afuera se encontraba Alex, le sonreí—bueno, ya me voy. Nos vemos en seguida—nos dimos un beso en la mejilla

Me acerque a Alex y le di un abrazo para luego darle un beso en la mejilla

—¿Quién era ella?—dijo Alex viendo por dónde Lauren se había ido 

—Mi jefa

—En ese caso, tienes una jefa muy ardiente—me miro levantando las cejas constantemente. Un acto que me hizo reír 

—Lastima que esté casada y con dos hijos—le sonreí con pena—vamos ya, que luego no tendremos tiempo a nada porque tengo que volver

Ambos llegamos a un restaurante que estaba cerca de la oficina, pedimos nuestra comida y empezamos hablar de cosas triviales 

—¿Y cuánto tiempo de relación llevas con Caleb?—dijo él mientras comía un poco de su pasta 

—Literalmente, contando con hoy, hace tres días—me reí y él me miró sorprendido—porque me pidió ser su novia el sábado, el domingo lo presenté delante de todos y hoy.. Bueno, ya son tres

—Wow, y oye, qué gran cambio eh. De Patrick a Caleb—me hizo reír—claro, no conocí a otros 

—No hubo otros, oficiales. Y si, de uno de pelo negro, con barba y ojos grises. Pasé a un castaño, con hoyuelos y ojos verdes—me reí 

—No... No lo decía por eso—me miró a los ojos 

—¿Entonces?—pregunté confundida, para luego darle un bocado a mi pasta

—O sea, de un gran hombre como Patrick, a... Bueno, uno como Caleb—se encogió de hombros y tomó un poco de su refresco 

—¿A qué te refieres?—pregunté confundida 

—Eres mi mejor amiga, y siempre te fui directo, y ésta vez no será la excepción. A mi Caleb no me engaña con sus intentos de hombre ideal. No es tan perfecto como parece o hace creer. Siento que él no es bueno Sarah—dijo Alex viéndome a la cara preocupado 

—Ni siquiera lo conoces Alex—vire los ojos 

—Tienes razón no lo conozco, pero no se, algo no me da buena espina de él. No transmite nada a través de su mirada, es fría sin más, no me da confianza. Él da sonrisas hipócritas y es más, estoy seguro, seguro que cuando se fueron, él te hizo alguna escena de celos por mi, ¿o estoy equivocado?—dijo poniendo las manos en la mesa 

—No, no te equivocas respecto lo de la escena de celos—dije suspirando 

—¿Ves? Si se veía de aquí a china la mala cara que ponía cada vez que te acercabas mi—me sonrió con ironía 

—Es normal eso—miré hacía otro lado

—Mejor cambiemos de tema. Ya no hablemos de él. Sólo te pediré, que abras bien los ojos, ¿si? Date cuenta, no es un buen sujeto

—No Alex, tú estás sacando conclusiones, sin antes siquiera conocerlo. Ayer con suerte y cruzaste cinco palabras con él. Yo sé con quién estoy saliendo—dije un poco enojada

—Esta bien, era solo mi humilde opinión. Lo siento—dijo apenado

—Esta bien. No te preocupes—le sonreí y vi la hora en mi celular—carajo, ya me tengo que ir. Ten—deje dinero en la mesa—eso es de lo mio. Estamos en contacto, te amo

Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla para luego salir del restaurante sin esperar respuesta alguna.
———
Estaba ayudando a Fran con sus deberes de literatura, cuando recibí un mensaje de Caleb



#10043 en Joven Adulto
#10880 en Thriller
#6175 en Misterio

En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.