El Final Del Cuento De Hadas

20

Dicen que el tiempo todo lo cura. Pero sinceramente, no creo que lo que siento se vaya a curar

1 año después

Estaba viendo las reuniones de trabajo de Lauren, cuando ella me hablo

—Sarah, ¿sabes que tengo que ir a New York mañana para una entrevista, no?—deje de escribir en mi computadora y la miré, asentí con la cabeza—bueno, olvidé que mañana había quedado con el señor Andrew, para charlar sobre sus libros, cuando se publicarán y así. Y, para ser franca, no confío en nadie más que en ti para hacer esto

—¿Cómo?—dije medio en shock

—Si Sarah, tu sabes todo. Cuando son días de edición, cuando estarían los libros, empaquetado, todo. Entonces, ¿si sabes lo que te estoy pidiendo, no?—preguntó mientras bajaba sus gafas hasta el puente de su nariz y me miraba por encima de ellas

—Si, creo que si—trague en seco. Lauren nunca me había pedido algo así

—Sarah, querida, te estoy pidiendo que tu me representes y vayas a la cita de trabajo con él—me sonrió

—Claro Lauren—le sonreí feliz

—Gracias. Aquí tienes su número, y ahora mismo le aviso el cambio de planes que habrá—dijo Lauren estirando su mano, con un papel en ella

Me levante de mi lugar, me acomode la falda tubo que llevaba puesta, y me dirigí hasta su escritorio. Agarré el papel entre mis manos y le sonreí. Luego le hablaría a ese tal señor Andrew para informarle que soy yo la que lo va a tratar mañana. Volví a sentarme en mi asiento
Pase toda la mañana pensando en la entrevista de mañana. En como sería, en cómo debería vestir, qué debería decir.

Estaba nerviosa, demasiado a decir verdad. Hasta que me llegó un mensaje de Caleb

*Mi amor*
Hola guapa, ¿pasó por ti para ir a almorzar?
 

*Yo*

Hola amor, ¿no tienes trabajo?

Me reí imaginando su cara de desconcierto. Y deje el móvil a un lado, y decidí seguir trabajando. Hasta el sonido de un mensaje me distrajo. Sonreí al ver de quien era

*Mi amor*
Si, pero también puedo ir a almorzar con mi bella esposa. Llego justo a tiempo para almorzar contigo. Entonces, ¿qué me dices? :)

*Yo*
Te digo que... Esta bien jaja, espero por ti. Te amo :*
 

*Mi amor*

Te amo más

Decidí dejar su mensaje ahí, y seguir con mi trabajo para poder terminar hasta el almuerzo. Que, exactamente quedaba media hora.

Salí del edificio, mientras le mandaba un WhatsApp a Caleb diciendo que ya salía, cuando choque contra alguien. Levante la cabeza para disculparme, pero se trataba de Caleb, así que le sonreí y rodee su cuello con mis brazos para luego darle un corto beso, bueno, ni tan corto, uno normal.

—Hola guapa—dijo al separarnos

—Hola—sonreí antes de entrelazar sus dedos con los míos

Caminamos hasta su auto y nos subimos en él para ir al restaurante más cercano de la zona. 
Llegamos a un restaurante y llegamos hasta la puerta. Caleb abrió la puerta para mi, y pasé primero. Llegó a mi lado y entrelazo sus dedos con los míos. Vimos un lugar vacío y nos dirigimos hasta ahí.

Caleb corrió la silla para mi, le agradecí con una sonrisa y me senté, él rodeo la mesa y se sentó en el otro extremo.

Estábamos hablando de cosas triviales, hasta que llegó un camarero

—Buenas tardes. ¿Qué desean pedir?—dijo entregándonos los menús

Caleb vio el menú y pidió langosta con ensalada de lechuga y de tomar algún vino, no se bien cual porque la verdad es que no lo escuche, le entregó la carta al mesero y éste me miro con una media sonrisa

—¿Qué va a querer la bella dama?—preguntó con su todavía media sonrisa

Suspire y ni me moleste en abrir la carta

—Hoy no quisiera comer algo tan... No sé, tan sofisticado—dije mientras movía la mano intentando explicarme—quiero una hamburguesa. ¿Puede ser? ¿Hacen hamburguesas aquí? Oh y con una coca cola—me reí recordando dónde me encontraba

El mesero me sonrió mostrando toda la hilera de dientes blancos que tiene, y se me hizo parecer que casi se le salía una risa

—Claro que hacemos hamburguesas. Ahora les traigo sus pedidos—me guiño el ojo y se fue con una sonrisa en la cara

Ja. Que simpático muchacho.

Sonreí mirando hacía donde se había ido, me hizo acordar a Patrick cuando era chico

—Que simpática estas hoy, eh—dijo Caleb haciendo que lo mire a la cara

—¿Cómo?—pregunté

—Si, que sonrisitas y sonrisitas, y yo aquí pintado al parecer. El mocoso aquel con sus sonrisas y tu ahí de "ay, quisiera una hamburguesa"—dijo "imitando" mi voz—¿pero qué te crees que tienes veinte, para pedir en un restaurante una hamburguesa Sarah?—dijo completamente serio

—¿Qué carajos te pasa?—dije calmada

—¿A mi? ¿Qué te pasa a ti? ¿Te olvidaste que tienes esposo, y que estás aquí con él, o qué mierda?—dijo intentando no elevar la voz

—No voy a discutir contigo por esto y menos, aquí—él pensaba responder, pero lo interrumpí—¿sabes por qué no pienso seguir discutiendo contigo? Porque es tremenda estupidez realmente.

—Bueno. Como digas, bella dama—viró los ojos y soltó un suspiro

Solté un suspiro y me apoye en mi silla, con los brazos cruzados.

Odiaba estos momentos con Caleb, odiaba estos arranques de celos que tenía y que hacía que un buen momento pasara a ser uno amargo.

Mire a Caleb, y le dije lo primero que se me vino a la cabeza

—Mañana tengo una entrevista de edición, por así decirlo—solté de repente, él me miró impactado

—¿Qué?—dijo sorprendido

—Mañana Lauren se va a New York, y necesita que alguien atienda o sea, alguien tenga una cita de trabajo con un nuevo escritor llamado Andrew, y, me lo pidió a mi—sonreí feliz, y Caleb hizo lo mismo

—¡Felicidades, mi amor! Esta es una gran oportunidad para ti, para demostrar a Lauren que eres una excelente editora—dijo Caleb extendiendo sus brazos sobre la mesa, y yo hice lo mismo para poder agarrar sus manos



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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