El Final Del Cuento De Hadas

22

A la larga entendí su misterio

Ya era domingo, santo domingo y días en los que los Miller venían a comer a mi casa. ¿Por qué no mejor ir todos los domingos a comer a su casa? Sería mejor y más efectivo. Pero no, tenía que ser un día en la mía y otro en la suya.

Desde lo ocurrido del viernes con Fran y Caleb, las cosas se habían tornado un poco intensas, tanto, que Fran decidió no venir a dormir, y desde el viernes que está en casa de Patrick. Así que si, sabía perfectamente que hoy tendría una charla con Patrick sobre lo ocurrido ese día.

Con Caleb las cosas se tornaron un tanto...frías, por así decirlo. Del buenas noches, buen día, y una que otra palabra no pasó. Pero sé que hoy intentará hacer como si nada hubiera pasado y actuará delante de Patrick y Aurora de la mejor manera posible, como si nunca hubiéramos discutido.

Estaba haciendo la ensalada, cuando escuché la puerta principal abrirse. Me seque las manos, y me estaba por dirigir hasta la sala, cuando escuché la voz de Fran

—¡Ma, ya estamos aquí!—gritó

—¡Estoy en la cocina!—grité en respuesta

Estaba muy concentrada cortando el tomate, cuando entró Aurora a la cocina con una sonrisa de oreja a oreja, le sonreí de igual forma y nos saludamos con un abrazo.

—Hola bella, ¿como estás?—dijo Aurora

—Bastante bien, ¿y tu?—pregunté viéndola un momento para luego volver a mirar mi mano sobre el tomate

—Bien. ¿Sabes que Patrick pedirá hablar contigo y Caleb, por lo del viernes, verdad?—preguntó viéndome

—Lo sé—suspire y vertí el tomate picado en la ensaladera, luego de eso me giré para verla mejor—estoy lista para eso—me reí

—Bien, porque Patrick y yo tenemos que charlar con ustedes. Bueno, él tiene una charla, yo solo tengo una sorpresa—se rió Aurora

—¿A sí? ¿De qué trata?—pregunté

Me dirigí al horno para ver cómo iban las costeletas de cerdo

—Sorpresa querida—dijo Aurora

Estaba por responderle, cuando vi a Patrick entrar a la cocina y dirigirse a mi, para acto seguido darme un beso en la mejilla

—Hola mami, ¿cómo estas?—dijo Patrick mientras me abrazaba por los hombros

—Bastante bien, ¿y tu Patrick?—dije mientras lo corría para terminar de cortar las verduras

—Bien. ¿Y Caleb? No lo vi por ninguna parte—levanté la mirada para verlo

—No sé, creí que estaba en la sala. Debe de estar en su despacho, no tengo la menor idea la verdad—me encogí de hombros

Patrick solo asintió con la cabeza, le dio un beso en la mejilla a Aurora y salió de la cocina. Dejándonos a Aurora y a mi solas

—¿Tan mal están las cosas? ¿Qué tanto discutieron?—preguntó Aurora mientras se sentaba en una butaca frente mío

—No, estamos bien. Bah, bien bien, así la mejor pareja del mundo, no. Pero si bien—le di mi mejor sonrisa

—Mm, vale—dijo viéndome con curiosidad—¿te ayudo en algo?

Le pasé las zanahorias para que me ayudara a rayarla. 

Una vez lista la comida, nos dirigimos con Aurora al comedor, donde Fran ya había puesto la mesa junto con Brad. 

Acaricie el pelirrojo cabello de Brad y pasé entre él para dirigirme hacía la puerta e ir hacía el despacho de Caleb. 

Estando cerca de la puerta, escuché como ésta se abría y salió Caleb de ella. Al verme se sorprendió, no sabría decir bien por qué. 

Me sonrió, se acerco a mí, me agarró de la cintura y me besó. Me sorprendí sinceramente por el beso, pero luego me relaje y se lo seguí. Había extrañado tanto estos momentos con él. Nos separamos por falta de aire y me sonrió 

—La comida ya esta lista—le dije mientras sonreía 

—Vamos entonces

Me agarró de la mano y me dirigió por el pasillo hasta el comedor. Entramos y Patrick fue el primero en darse vuelta. Se levantó y vino a saludar a Caleb. Luego volvió a su lugar, y Caleb se acercó a Aurora para darle un beso en la mejilla. 

Me senté a lado de Fran y frente mío se encontraba Brad, a mi otro costado se sentó Caleb. Lo que si notaba era la tensión entre Fran y Caleb, eso era algo que casi casi y se palpaba

Estábamos casi por terminar de comer, cuando Patrick habló 

—Caleb, Sarah—ambos giramos a verlo—desearía que luego habláramos. Bueno no, desearía no, tenemos que hablar—dijo en tono serio 

—Claro Patrick. Justo estaba por decírtelo—dije sonriéndole 

—¿De qué tendríamos que hablar?—dijo Caleb serio

—Luego lo sabrás—dije viéndolo seriamente

Terminamos de comer y Caleb me ayudó a levantar los platos de la mesa. Llevamos todo a la cocina y lo dejamos ahí, decidimos que era mejor dejarlo reposar en agua, y luego cuando terminemos de charlar con Patrick y Aurora, volveríamos a lavarlos.

Los cuatro nos dirigimos al despacho de Caleb, mientras que Fran se quedó en la sala viendo televisión con Brad. Patrick y Aurora se sentaron en el sofá grande, yo me senté en la silla frente al escritorio de Caleb, y él se sentó en su silla habitual.



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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