SEGUNDA PARTE

SUB-PRÓLOGO

Había salido de la cárcel. No podía estar más feliz, al fin reharía mi vida, junto a mi familia y seres queridos.

Pero, como me dijo alguna vez, en algún tiempo atrás Patrick..."No grites tan fuerte tu felicidad, que el diablo tiene el sueño ligero"

Y así fue. Las paredes oyen, y el diablo se enteró.

"No juegues con fuego. Te puedes quemar", le dije una vez a Fran. Al parecer, tengo que empezar a escuchar mis propios regaños, ya qué, terminé quemándome.

Pero tranquilos, con mi liberación de ese horrible lugar, no solo pasaron cosas malas. No, claro que no. Gracias a eso conocí gente hermosa.

Aunque como toda persona, tenían un pasado oscuro, secretos y dolores.

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—¡¿Tan difícil es intentar rehacer tu vida?!—grité hacia la mismísima nada

—Si no dejas ir tu pasado, claro que sí mi niña—dijo una señora sonriéndome

La miré sin comprender por unos segundos, hasta que solté un suspiro. Tenía razón

—Yo... Yo... Es que... No puedo—murmure bajo

No podía soltarlo, no podía dejar que se fuera volando como un globo.

Es más, yo quería ser el alfiler de ese maldito globo.

—Niña, tienes que abrir las alas y volar lejos. No puedes seguir aferrada a tu pasado. Tienes un presente que mantener, para así ir construyendo un futuro—dijo la señora negando con la cabeza—No sé qué tan cruel habrá sido tu pasado, para aún mantenerte aferrada a él, pero es momento de cargar las tijeras y cortar el lazo que te une a esa oscuridad, a ese peso. Sino dime cariño, ¿cómo pretendes volar, con tanto peso del pasado encima? No niña. Inténtalo soltar, te aseguro que te sentirás más liviana—me sonríe con ternura

—Tengo miedo—dije luego de un suspiro

—Cariño, es normal. Todo el mundo teme de algo. Pero si no te arriesgas, nunca sabrás qué pasará. Mientras más cargas tu pasado, más te adentras a un túnel lleno de oscuridad—se encoge de hombros—intenta liberarte, como un globo. Vuela, flota al compás de la dulce brisa, sé libre y feliz—sonrió

—¿Pero y si vuelvo a encontrarme con un alfiler? No quisiera que volvieran a pincharme, no creo aguantar otro parche en mi vida—dije en voz casi inaudible

—Mi cielo, ¿quieres que te cuente un secreto?—asentí viendo a la dulce señora extraña a los ojos—el mundo está llenos de ellos. De alfileres. Te encontrarás con muchos de ellos, y también sabrás ponerte más parches para volver a flotar. Pero, ¿sabes? A pesar de todos esos alfileres, también hay infladores. No pierdas la fe en el presente ni en el futuro, por temor a algo ocurrido con el pasado

Asiento pensativa

—Gracias—susurro luego de un momento

—No hay de qué. Gracias a ti por escucharme a mi—sonríe la señora—bueno, creo que es momento de irme. Hasta luego cielo

—Hasta luego—sonrió viendo como la señora se va

Suspiro con pesadez. Tal vez, solo tal vez, sí debería dejarte para poder flotar, Caleb Evans.

Ahora yo me pregunto, la vida es así... ¿Las personas en verdad son vida o son muerte?