El Final Del Cuento De Hadas

16

Te llevaste mi luz, dejándome vacía. Pero eso es pasado, las cosas han cambiado

*Dos meses después*

Habían pasado dos meses desde la última vez que nos reunimos y confesamos varias emociones, varios sentimientos, varios secretos. Dos meses, dónde todo venía tan jodidamente bien, que asustaba. Las vida no va tan bien así porque si, cuando lo hace, es porque te está preparando y cargando de buenas emociones para que no te derrumbe tan fácilmente el golpe que se viene, para que no te duela tan rápidamente.

Ahora que lo pienso más profundamente, puede que sea eso. La vida nos esté preparando para un gran golpe. Ahora que realmente lo pienso, las cosas con Alex están extrañas, él está extraño. Fran también estuvo extraña desde aquella noche, y por más que nos juró y perjuro que no sucedió nada y que Noah también nos dijera lo mismo, yo sé que no es cierto. Con los Clark he empezado a tener más trato. Devon era realmente un grandioso amigo y Aria igual, aunque me dolía ser amiga de Aria. Me estaba comportando muy inmaduramente y lo sé. Sé que amaba somos mujeres adultas y maduras, pero me dolía ser su amiga. Me dolía por mi, no por ella. Me dolía, porque yo aún sabiendo que a Aria le gusta Alex, estoy abiertamente con él delante de ella, y noto cuando nos mira con tristeza, con dolor y eso me destroza el alma. Pero sobre todo, me destroza el alma, porque estoy segura que ella gusta de él mucho más de lo que yo he podido llegar hacerlo estos dos meses.

En estos dos meses la relación con Alex ha ido perfectamente. Es un hombre divino, caballeroso, atento, divertido, tierno, y todo lo que está bien dentro de un hombre. No digo que no tenga sus cosas malas, porque como toda persona, lo tiene, pero aún así, es un grandioso hombre. Y me estresa y fastidia demasiado, que no pueda demostrarle lo mismo que él me demuestra a diario. Me frustra, no poder quererlo como él merecerlo. Me frustra, porque sé que así lo lastimare. Pero yo en serio esperaba y espero, poder quererlo como se lo merece. Poder enamorarme de él, como él lo está de mí. Sé que Alex nota esos sentimientos en mi y que sobre todo, hace todo lo posible por lograrlo, por enamorarme, sé que pone de todo su empeño, pero no sé qué pasa conmigo que no puedo lograr que Alex pase a más de un "me gustas muchísimo" por lo menos espero que pase a un "me encantas", pero no, no lo ha hecho y me molesta. Me molesta demasiado conmigo mismo

—¿En qué piensas pequeña rubia?—dijo Patrick mientras se sentaba a mi lado en la banca que se encontraba en el jardín

—En cómo hacer para conseguir un empleo—me miró curioso mientras fruncía levemente el entre cejo—llevo viviendo aquí, bajo tu techo, más de cuatro meses Patrick y no les aporto nada ni a ti, ni a Aurora para ayudarlos económicamente y, no sé, me molesta, no se qué hacer respecto a eso—me encojo de hombros. Después de todo, lo que le dije no era tan falso

—Sarah, sabes muy bien que no te darán trabajo así de fácil. Acabas de salir de prisión, no de un hospital. Además, ni a Aurora, ni a mi nos molesta eso. Entendemos a la perfección. Y a parte, ¿quién te dijo a ti, que no nos ayudas aquí en la casa?—lo miré intrigada—¿sabes el gran peso que nos quitas de encima al ser tú quién cuida de los niños mientras nosotros no estamos por trabajo? Eso es demasiado, en serio. Porque cuando no estabas, teníamos que contratar niñeras y era horrible pensar que algo malo les podría estar pasando. Pero contigo aquí, a cargo de ellos, podemos trabajar tranquilos—me otorgó una sonrisa tranquilizadora, la cual resultó

—Gracias Patrick—le sonreí de vuelta—te aseguro que cuando pueda conseguir trabajo, ayudaré en lo económico mientras consigo donde irme a vivir—me reí

Patrick me abrazó por los hombros y me dio un cálido beso en la coronilla de la cabeza

—No te preocupes por eso, pequeña rubia. En serio—lo abracé también—ahora dime, ¿en qué pensabas realmente?—dijo de pronto haciéndome soltar una risa nerviosa

—Mierda—dije aún riendo. Como me conocía

—Te conozco Vancouver. Así que anda, dime qué pensabas—me separó para poder mirarme a los ojos

—En nada especial. Solo en Alex y su actitud un poco extraña—me encogí de hombros

—Así que no soy el único que la noto—lo miré con curiosidad—¿has visto que está más pálido de lo normal? Como... Como si estuviera enfermo—dijo mientras miraba hacia algún lugar fijo y fruncía el ceño

—Realmente no lo he notado—dije mientras también fruncida el ceño

Ahora que me pongo a pensar, era cierto. Alex no solo estaba más frío conmigo, sino, que también estaba pálido y decaído. Como si estuviera enfermo. ¿Lo estará y esa será su razón para estar así conmigo?

—Bueno rubia. Me tengo que ir a trabajar. Cuida a los monstruos y no permitas que se acuesten tarde. ¿Esta bien?—dijo como si fuera mi papá, cosa que me hizo reír



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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