El Final Del Cuento De Hadas

19

Estoy llorando a gritos, me estoy rompiendo. Pegada a estas paredes, dime que hay esperanzas para mi

SARAH

Ya todos se habían ido, y ya habíamos limpiado todo con Patrick y Aurora. Ahora mismo me estaba dirigiendo al cuarto de Fran, quién se sentía cansada y se retiró luego de que todos los invitados se fueran. 

Una vez frente la puerta de la habitación de mi hija, di pequeños golpes en ella, y escuché un leve y despacio "adelante". Abrí la puerta y arrimé mi cabeza, para ver a Fran acostada en su cama y mirarme desde ella con una sonrisa. Entré completamente y cerré la puerta detrás de mí, para luego encaminarme a la cama de mi hija

—Pensé que estabas durmiendo—dije mientras me acostaba a su lado y ambas mirábamos el techo

—Esa era mi idea, pero no puedo dormir—suspiró ella con pesadez 

—¿Por qué no?—pregunté curiosa, sin quitar mi vista del techo. 

El él, Fran había dibujado en muchos lugares cientos de cosas, y, a la vez, había pegado fotografía. La mayoría de fotos era de nosotros, su familia. Muchas de ellas, eran fotos dónde salíamos nosotras dos solas. Las otras tantas, era de ella con sus amigos

—Empecé a hacer eso por consejo de la psiquiatra. Me dijo que hiciera algo en mi habitación, que pudiera quitarme la ansiedad, el pánico, el miedo o los recuerdos horribles que, a veces, me atacaban en el transcurso del día, y muchas otras tantas, me atacaban durante la noche. Por eso. Y para ser sincera, no se me ocurría otra cosa que dibujar, pero con el paso del tiempo, ya no me tranquilizaba, así que decidí colocar fotografías de las personas más importantes para mí. Por eso es que hay muchas fotos de nuestra familia. Pero, cómo a ti casi no te veía, y eras a quién más extrañaba y necesitaba, pegué más fotografías contigo—dijo mirando también el techo

—¿Y ha funcionado?—pregunté curiosa

—La mayoría de las veces, sí. Luego todo eso empezó a desaparecer de a poco. Los ataques de pánico ya no concurren y, estoy bien con eso. Pero, por si las dudas, no me atrevo a quitar las fotografías de allí. Además, están colocadas en un lugar, dónde, solamente yo puedo verlas y me da cierta de satisfacción eso para ser sincera—soltó un suspiro, que hizo que gire mi cabeza para mirarla—ahora más que nada no las quito, no por temor a volver a tener un ataque de pánico de los de aquellos, sino por cuándo siento que me empieza a faltar la respiración, y sé que debo de calmarme, sino, iré derecho al hospital—soltó una pequeña risa, pero ésta era carente de humor

—¿Por eso no puedes dormir?—pregunté curiosa y ella asintió con la cabeza con la mirada aún clavada en el techo

—Sí, tengo miedo a que me vuelva a pasar. Que me vuelva a desmayar así y despierte en el hospital—dijo ella, totalmente seria

—¿Qué sucedió, para que tu presión se subiera así de alto?—pregunté cautelosamente

—Un mal recuerdo y un intento de ataque de pánico—se encogió de hombros. Sé que está intentando parecer fuerte, por mí, para no preocuparme

—Fran... —dije llamando su atención, y ella giró la cabeza en mi dirección—¿Estás tomando tu medicación?—pregunte de manera seria. Fran me miró con nerviosismo

—Sinceramente, no—dijo mientras bajaba la miraba a sus manos que reposaban en su panza 

—¡Francesca!—dije de manera reprobatoria 

—Lo sé, lo sé. Una irresponsabilidad gigante de parte mía, es que simplemente, no sé qué me ocurrió por la cabeza no querer tomarlas. Pero no volverá a pasar mamá, en serio, puedes confiar en mí—me agarró la mano y me dio un apretón—de ahora en más, seré super responsable con mi salud. Prometo no volver a hacer una estupidez así. Pero, por favor, no le digas a papá o a Aurora—dijo con un tono de vergüenza en la voz  

—Sabes que no puedo hacer eso—negué con la cabeza—sabes que si se trata de ti, no tenemos secretos con tu papá—dije con pena

—Por favor mamá, le ocultaste respecto mi tatuaje, puedes ocultarle esto—dijo Fran de manera reprobatoria 

—No es lo mismo Francesca y lo sabes. Sabes que no es lo mismo ocultar un tatuaje chiquito a que algo respecto a tu salud—dije totalmente seria, haciendo que ella suspire

—Está bien—dijo mientras se cruzaba de brazos

—Lo siento mi amor, pero nos preocupamos por ti—dije mientras me levantaba de la cama

—Lo sé, lo sé—dijo mientras soltaba un suspiro cargado de frustración—nadie me manda a ser la única mujer—se rió, haciéndome reír a mi también 

—Te amo—me agaché para darle un beso de la frente, antes de salir de su habitación

—También te amo mami—dijo ella, antes de que saliera de su habitación mientras apagaba la luz



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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