El Final Del Cuento De Hadas

28

Solo di que no me dejarás ir nunca

SARAH

—¿Sarah a dónde vamos?— preguntó Alex mientras seguía mis pasos

Decidí ignorarlo. Seguí buscando rastro de él, de su cuerpo, de Caleb.

—Sarah, hablo en serio—dijo Alex deteniéndose por completo, haciendo que yo también me detenga  

—Creo que la persona que me salvó hace un momento, fue Caleb—vi su rostro endurecerse—vi su cuerpo desaparecerse por aquí, estoy segura. Lo reconocería dónde sea 

Alex se quedó completamente callado, para luego empezar a caminar. Sabía que él no me detendría en nada 

Buscamos por todas las habitaciones y no dimos con nadie, ni con nada. Ya empezaba a frustrarme. Yo lo había visto, estoy cien por ciento segura 

—Vamonos Sarah, tal vez viste mal—dijo Alex por octava vez 

Me giré hacia él exasperada y harta de escucharlo

—Alex, si quieres irte, vete. No te estoy reteniendo con nada. Yo sé lo que vi— dije harta de la situación

—¡Está bien!—dijo alzando sus brazos al aire— vamos a seguir buscando—empezó a caminar para algún lugar y lo seguí 

Ya había visto habitación por habitación. ¿Será posible que me equivoqué en lo que vi? Ya a estas alturas, empezaba a dudar realmente en lo que había visto

—Mira Sarah, yo creo que tu sed de venganza te cegó tanto que creíste verlo, pero no fue así. Yo me iré a buscar a los demás, para que nos vayamos de aquí. Si te quieres quedar, quédate, si quieres venir conmigo, ven. No sé, hace lo que quieras—dijo Alex también un poco harto de la situación

—Estee...—lo pensé unos segundos—anda, ve yendo, ya voy. Reviso una última vez, y bajo, lo prometo—dije mientras lo empujaba hacia las escaleras

—Esta bien, te esperamos abajo—dijo éste, para empezar a bajar los escalones

Me giré y solté un suspiro. ¿Dónde están los chicos? ¿Dónde estás Caleb? ¿Dónde estás James?. Empecé a caminar, hasta que llegué al balcón y como las otras habitaciones, ahí no había nadie. Estaba por irme, cuándo noté que había una escalera que te guiaba hasta la azotea. ¿Cómo es que no la vi antes?

Caminé hasta esa escalera y empecé a subir los escalones de forma sigilosa y con cuidado, debía de esperar cualquier sorpresa. Al llegar hasta arriba, me encontré con la persona que estaba buscando. Caleb Evans

Él estaba apoyado en el barandal, así que decidí caminar hasta él, pero no di demasiados pasos que habló

—Por si te lo preguntas, ni Noah, ni Fran están aquí—dijo para luego darse la vuelta y mirarnos frente a frente 

—¿Qué les hicieron?—pregunté esperando lo peor, mientras veía como él se encogía de hombros

—Lograron escapar—lo miré atónita

—¿Qué?—pregunté sin saber muy bien qué decirle

—Antes de que ustedes llegaran, ellos dos se escaparon. Muy inteligente Fran, todo fue idea suya, aunque claro, el chico, Noah, no bajó la guardia ni un segundo cuidándola a todo momento—sonrió ladinamente

—¿Qué les hicieron?—pregunté aún sin creerme nada de lo que este sujeto decía

—Aunque no lo creas —dio un pasó hacía mi y no dude en alzar el arma que tenía entre mis manos y apuntar directamente en su frente—Wow fiera, tranquila—dijo tratando de tranquilizarme, pero no aún así no baje la guardia, ni la pistola —Decía que aunque no me creas, no permití que nada le sucediera ni a Fran, ni al hijo de tu novio

Solté una carcajada totalmente carente de humor, para luego mirarlo con ironía

—Por favor, ¿cómo creerte? Si fuiste tú quién le arruinó la vida a mi hija—solté esas palabras con odio

—Por eso. Porque se lo debía. Le debía la protección que no pude darle. Se lo debía—dijo él y vi sinceridad en su mirada—espero que algún día puedas perdonarme mi amor

—No me digas mi amor—dije asqueada

—Yo te amo Sarah. Si hice lo que hice, fue inconsciente, manipulado por James—vi tristeza y desesperación en su mirada, era increíble como al escucharlo hablar, portaba una neutralidad que si no fuera por eso, casi, caigo en su mirada

—¿Y James?—hablé recordando que él también seguía libre

—Muerto —dijo haciendo que quede en completo shock

—¿Cómo?—pregunté sin saber muy bien qué decir

No, es más. Aún lo que no entendía bien, es por qué seguía hablando con él, en vez de matarlo

—Lo asesiné Sarah. Una basura como él no debía de estar vivo—dijo de manera fría

—¿Qué te hizo cambiar de parecer? Si por lo que vi y escuché, tú siempre fuiste su títere



#10043 en Joven Adulto
#10880 en Thriller
#6175 en Misterio

En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.