capitulo 6: descubriendo mis poderes

Aún me encontraba en mi casa, así que fui a la cocina para comer algo, ya que prácticamente no había comido desde hace un tiempo, entonces quería abrir un frasco de mermelada pero para mí desgracia no me acordaba que mi mano derecha no funcionaba, aún así intenté abrirlo pero en ese momento sentí un dolor y ya no le quise intentar mas, así que lancé el frasco de mermelada al piso, estaba enojado porque me sentía un completo inútil. Antes de que siguiera sacando mi irá, no me di cuenta que empezó a salir humo del frasco y después salio fuego, yo seguía sorprendido por lo que acababa de hacer. Pero no olvidaba que la casa se estaba incendiando, así que me salí pero antes saque mis cosas. Todos empezaron a alarmarse por lo sucedido, así que empezaron a traer agua para apagar las llamas, sin embargo, estas seguían creciendo cada vez más, mientras tanto yo estaba enojado porque no pude abrir el frasco. Aunque yo era el más relajado de los presentes y eso que mi casa era la que ardía en llamas. Luego Sandra vino y me preguntó —¿estas bien? Kel, solo te deje solo un momento y casi te mueres —estaba muy preocupada por mi estado

—si, además no hay mucho de que preocuparse —respondí. —realmente si estaba demasiado tranquilo ante lo sucedido

—y por cierto ¿porque tu casa se incendió? No esperaba encontrarme con esta escena —volvió a preguntarme. —ahora me sentía regañado por mi mamá en ese momento

—es que trate de abrir el frasco de mermelada pero no pude así que lo tire al piso, luego salió humo del frasco y se incendió la casa pero ya estoy bien —dije. —espero que no lo consideré como algo tonto de mi parte

—entonces solo te enojaste por no abrir el frasco y incendiaste la casa —concluyó Sandra después de su interrogatorio. —al parecer su conclusión me hace ver cómo un tonto

—si, a ese era el termino donde quería llegar —mencioné. —solo sonreí para suavizar un poco las cosas  

—y ¿como le prendiste fuego al frasco? —pregunto Sandra. —fue demasiado pronto para cantar victoria

—no lo sé, solo ocurrió de la nada y cada vez que enfurecía, las llamas crecían más —respondí. —dentro de mí, deseaba que no estuvieran enojados por mi tonta acción

—¡felicidades! Ya encontraste uno de tus poderes —menciono Sandra. —yo me quedé sorprendido, ya que no esperaba que me felicitará por mi accidente

—genial, realmente no esperaba que mi propio poder se manifestará muy pronto y ahora ¿que sigue? —dije. —creo que esperaba que esto fuera algo bueno para ellos

—bien, supongo tendrás que vivir en mi casa por un tiempo y mañana entrenaremos para lograr que tus otros poderes que posees se manifiesten —respondió Sandra a mi pregunta. —ella estaba muy contenta al saber que se trataba de mi poder, aunque sino fuera por ello, tal vez estuviera en problemas

—esta bien, hay que ir a tu casa —conteste. —esta vez no me negué a ninguna de sus idea, ya que esperaba aunque sea un regalo por lo sucedido, pero aún así sigo teniendo mis dudas.

Llegamos a la casa de Sandra, era muy grande, se miraba muy lujosa —de seguro su familia ha de ser adinerada en este mundo o algo así — y aunque no lo crean me recordaba a mi casa cuando era niño antes de que la incendiará y todo eso. Sandra me indicó —bueno, vas a dormir en este cuarto durante tu estadía, así que ahora descansa como te recomendó el doctor —al menos seguía preocupándose por mí, como si fuera mi madre

—esta bien, haré todo lo que me pides y no te preocupes por mí, ya estoy bien —dije. —necesitaba asegurarle que iba a seguir vivo por los próximos días.

Me senté en mi cama, ya que no tenía nada que hacer —realmente no sé qué hago en ese lugar — entonces se me ocurrió salir del cuarto sin hacer mucho ruido, por suerte nadie me vio y me salí de la casa, realmente necesitaba salir un poco —ya que siento que voy a enloquecer dentro de esa casa y ya tenía suficiente con mi muerte asegurada en cada entrenamiento —me senté en una banca, además no había nadie en la calle —al parecer era el único loco que estaba afuera — Después camine un rato, hasta llegar a un bosque, era muy grande y parecía muy tranquilo, entonces decidí adentrarme a dentro de él.

Pase unos minutos caminando, le prendí fuego a un par de ramas y me quede ahí observando a mi alrededor, aunque en ese momento me sentía solo pero estaba muy relajado. Entonces se oyó un ruido, tal vez eran otros cazadores que quieren mi cabeza o a buscan una gran presa que cazar, sólo volteé por todos lados pero no había nadie y de repente alguien se puso enfrente de mí y me preguntó —¿que haces aquí? Chico —solo me miraba y parecía algo molesto, solo espero que no sea un crimen entrar a este bosque

—nada, solo perdiendo tiempo en lo de siempre y ¿quien eres? —respondí. —espero no dar una mala impresión, ya que toda la aldea sabe quién soy

—que bien, pero aun no entiendo que haces tu sólo en el bosque de los Robles y mi nombre es Jairo —mencionó. —su cara cambio ya que solo sonrió y fue amable conmigo, pero al menos ya me es más confiable

—bueno, Jairo yo estoy aquí porque estaba aburrido en la casa de mi amiga y no puedo mover mi mano derecha —dije. —había llegado el momento de desahogarme de todos mis problemas con un desconocido

—sí que tú caso está muy feo, además se nota que te has metido en muchos líos y por cierto ¿cual es tu nombre? Chico —contesto Jairo. —seguía escuchando lo que le decía

—mi nombre es Kelvin y es un gusto conocerte —conteste a su pregunta. —ya estaba agarrando confianza hacia él

—no me digas, que tu eres el humano que vino de otro mundo para pelear con nosotros —mencionó Jairo. —estaba muy sorprendido al escuchar mi nombre

—sí, para mi desgracia —respondí. —y solo puse mi cara de desagrado ante mi respuesta

—¿porque dices eso? Acaso no te agrada la idea de ser un héroe en Landsat —volvió a preguntarme. —su voz se emocionaba más al decir la palabra héroe

—es que no me gusta estar aquí, ya que extraño mi mundo, además solo vine porque me forzaron a hacerlo y cumplir mi palabra ante Sandra y los demás —dije. —espero que no me odien por ser tan honesto al respecto de mi presencia