Capitulo 13

Capitulo 13

Un resplandor ilumino un pueblo oculto, escondido entre las grandes sierras, una risa distorsionada resonó en una cueva, de la cual, estaba cerca de dicho pueblo. En plena oscuridad se distinguieron unos brillantes ojos verdosos obsidiana, sin embargo, aquella risa no paro, simplemente cuanto más te acercabas, más fuerte se oía esa distorsionada voz, como si alguna entidad hubiera poseído el cuerpo de algún ser vivo de este mundo, del almus. 

La mujer que estaba vagaba por el bosque, se estremeció sin saber la razón, solo un mal presentimiento pudo sentir. Sin saberlo, una figura alta emergió de las sombras y atravesó su corazón sin piedad, no dándole el tiempo de siquiera gritar del dolor o simplemente sentir una pizca de dolor; pues cuando la mano aplasto su corazón, en ese mismo instante el saco su mano de su cuerpo y el mismo cayo inerte, dejando que la sangre desparramara el verdoso pasto, dejando relucir el brillante color carmesí que mancho lo que fue un pasto verde lleno de vida.

El asesino solo vio con su cabeza ladeada a la izquierda, como un charco de sangre rodeaba a su víctima ya muerta, observando como con sosiego se formó un extraño símbolo alrededor del cuerpo fallecido, sin embargo, no espero que aquel símbolo absorbiera el cuerpo de la mujer, y por consiguiente desapareció de la faz, sin rastro algunos de su existencia, aquel charco de sangre se había desvanecido y el pasto volvió a su color original.

Sin querer darle importancia al asunto, de la cual era ignorante, se alejó como si nada del lugar, ignorante de que había alguien que presintió dicha situación y con una mirada aterrorizada el testigo huyo con temor posiblemente para avisar a las autoridades.

---------------------------------------------------

20 días después.

 – Ya veo, hubo otra victimas más en esta zona – hablo tranquilamente, viendo directamente los ojos de su clienta, quien asentía – e-espero que puedan capturar a ese asesino o monstruo, lo que sea… - murmuro atemorizada la mujer, era un milagro que pudiera hablar, todavía estaba en shock, procesando lo que presintió.

Sin embargo, dicho proceso fue interrumpido por el oficial que atendió a la mujer. – señorita Clemen, le recomiendo que vaya a casa y descanse, en unos minutos llegara un doctor y le supervisara, ¿está bien? – expreso sereno, viendo como la mujer asintió y se retiraba del gremio policial.

Y pasaron unos segundos, el oficial comenzó a caminar a un oficio, cuando entro, seguidamente se sentó en la silla cómodamente, frotando sus sienes con cuidado, mirando en silencio con una mirada cansada y seria los papeles que estaban frentes a sus ojos, observando a las víctimas que han desaparecido por causas desconocidas, y todavía seguían ocurriendo estas cosas.

Lo que lo inquieto, era que cuando venían los testigos a denunciar esas esas extrañas situaciones, siempre eran las mismas explicaciones o similares. Las victimas parecían desaparecer de la faz, del almus; por un extraño símbolo similar al del satanismo que los cristianos decían ser que era un mensaje del mal que se acechaba lentamente al plano de los vivos.

– aguanta, ten paciencia, Darcy. 6 meses más y finalmente nos retiramos – pensó para sí mismo, intentando motivarse el hombre, el cual veía con su arrugado rostro, aunque bastante estable para un anciano de 55 años, sus ojos naranjas fijaron en dos papeles; Un misterioso guerrero, a su lado un asesino misterioso. Uno masacra a personas en nombre de una retorcida justicia, aunque no veía nada mal algunos de los ideales que los rumores decían de este guerrero, no estaba de acuerdo con sus acciones, preferiría encerrar a criminales que matar y rebajar al mismo nivel que ellos. Si no mal recordaba, hay rumores que decían que podría tratarse de un guerrero justiciero, uno que sin piedad derriba a sus enemigos, curiosamente este misterioso guerrero fue apodado como “Brynjar” haciendo alusión a su significado; Guerrero con armadura.

Por otro lado, estaba el misterioso asesino, alguien que mataba y no dejaba rastro algunos de los cadáveres, o eso decían los testigos, sin embargo, la noticia todavía no se esparció rápidamente por milagros de la vida, así que por el momento no había apodo para este asesino. Como sea, estos dos personajes más buscados por el resto del reino, posiblemente también de otros países; sin embargo, no tenía duda que este caso que debía resolver por el bien de su familia y el suyo, le tomaría más tiempo de lo que tenía y que le generaría un gran dolor de cabeza.

– Bien… - suspiro cansado, dejando de acariciarse las sienes. Se levantó, Y dejo la habitación, saliendo del gremio, no sin haber tomado su abrigo, iniciando su travesía a partir de este día, 5 de julio.

---------------------------------------------------

– Has sido un buen saco de entrenamiento, muchacho – retumbo una voz desconocida, se notaba tranquila y ansiosa, sin embargo, la persona que hablo era un anciano guerrero, aproximadamente de 40 años, con sus espadas inclinadas hacia adelante, y sus piernas estaban flexionadas. Lo más notorio de ese anciano, era esa pesada armadura que parecía ser inmune a la magia y a la fuerza bruta, rompiendo quizás la lógica de la física, pero había una explicación.

– Tal vez, tal vez – respondió una conocida voz, con su espada en alto, sosteniendo con ambas manos la empuñadora, mientras su escudo estaba en su espalda, incomodando los movimientos de combates que este hacia contra su enemigo. – Supongo que es hora de acabar… - susurro el guerrero, sin perder el tiempo se impulsó contra su enemigo y cuando realizo un corte de horizontal a diagonal, atravesó el cuerpo del enemigo, cayendo al suelo inesperadamente, respirando de manera agitada, la mitad de su peto estaba destruido, las hombreras ya no yacían en su brazo dominante; es decir, el derecho.