Camila - Al norte del Atlántico
Con su medallón colgando del cuello, subida a la torre más alta del castillo, en el primer día del resto de su vida, Camila recordaba todo lo que había vivido en estos dos años desde que descubrió el engaño de Iván y Andrea.
Dejó su vida segura. Dejó de estar escondida detrás de los libros y dejó de ser una asidua lectora de aventuras, para vivirlas. Dejó de estar mal y de tener una autoestima casi inexistente. Había pasado por situaciones que la hicieron valorar su existencia de una manera diferente. Había encontrado un nuevo rumbo, y se descubrió a sí misma.
Los brazos de Xander rodearon su cuerpo y sus labios la besaron en el cuello.
Ahora había empezado a escribir una historia fantástica, de una chica insignificante que se convertía en la esposa del rey de los vampiros.