El hechizo de tu sangre - Serie Hechizo

Extra - Camile

Camila – Montes Urales, marzo de 2020.-

 

Después de un terrorífico descenso dentro de un precario ascensor en la ladera de una montaña, Camila acompañada de su esposo y su amigo Aren, se halló en la entrada de un oculto palacio.

 

Sorprendida, lo primero que pudo apreciar fue el piso de mármol que resplandecía como un espejo. Sus pasos resonaban en él y eran amplificados en el silencio de un inmenso salón.

 

El recinto estaba bordeado a sus lados de gruesas columnas, que hacían una suerte de separación de lo que serían galerías, las cuales tenían varias puertas grandes. A la izquierda, había una escalera que llevaba a los pisos superiores, y si miraba hacia arriba, muy a lo lejos, podía distinguir un techo rocoso.

 

- Madame Irina – dijo Aren, el dueño del lugar, a una mujer mayor que se acercaba. - Esta es Camila, la compañera de Xander, ¿podría acompañarla a tomar un bocadillo a la cocina?

 

- Con gusto, mi señor.

 

Ambos hablaban en español, lo que le facilitó muchísimo la comunicación a Cami, era una tradición de los vampiros hablar a sus invitados en su idioma para hacerlos sentir a gusto.

 

- Por aquí – la guio hacia un pasillo a la derecha.

 

Caminaron un trecho largo hasta que encontraron otro corredor en el cual había puertas de ambos lados, entraron en una a su diestra y allí estaba la cocina que era mucho más grande que cualquiera que hubiera visto antes.

 

El lugar estaba lleno de chicas, Madame Irina llamó a una pelirroja para que la atendiera, porque hablaba un poco de español. La muchacha le preguntó lo que quería comer y apenas terminaba de armar una bandeja para ella cuando llegó Matt a buscarla.

 

 

***

 

Xander – Montes Urales, marzo de 2020.

 

 

En la biblioteca de Aren, se habían reunido para conversar, aunque el motivo de su viaje era otro, no podían dejar de caer en el tema que más los preocupaba desde hacía algunos meses. Los extraños ataques de la Patagonia se replicaron en otros países, y después de la visita de Joao, el ataque a Aren y una informativa llamada de Gaspard, debía admitir que se había equivocado.

 

Justo en el momento en que su vida mejor estaba, cuando había encontrado una compañera dispuesta a compartir con él la eternidad, los turbios acontecimientos intentaban hacer sombra a su felicidad creciente.

 

- ¿Ha habido alguna novedad de Ardo? – preguntó Aren.

 

- Ninguna - respondió Xander, lacónico, sentado a su lado.

 

- Yo creo que deberíamos tomar acción antes de que suceda algo más grave - decía Basil, quien se hallaba sentado al costado de ellos en un sofá de un cuerpo con su esposa Nuria, en su regazo.

 

Bardu, estaba al otro lado de la habitación revisando libros acompañado de Lito, la mano derecha de Aren. Ellos eran los intelectuales del grupo.

 

- Los demás no han accedido – habló Xander.

 

En ese momento se abrió la puerta. Eran Matt y Camila, ella traía una bandeja con comida, pues todavía era humana, aunque no sería así por mucho tiempo. Se acercaron al grupo para integrarse a la conversación.

 

- ¿Y no es raro que hayan actuado de esa manera? – Era el hombre recién llegado que preguntaba.

 

- Tienen miedo, esta paz tan larga los ha vuelto frágiles. Temen que tengamos que enfrentar una guerra – sugirió Aren.

 

- Buen punto – acotó Basil. – Es obvio que Syoran está más preparado para algo así que todos nosotros.

 

El rostro de Xander se volvió casi feroz.

 

- Esas cosas no se olvidan, podemos prepararnos muy rápidamente.

 

- Es verdad – Nuria habló por primera vez. – Pero seguramente Syoran ha estado creando lacayos y su ejército será mayor que el nuestro.

 

Camila los observaba de a ratos, pero se había concentrado en su comida, seguramente no entendía nada de lo que hablaban porque usaban la lengua rusa y ella hablaba español y noruego.

 

- Deberemos ser más astutos…

 

- No es tan fácil como lo dices, Nuria. Si así fuera, el mundo estaría lleno de vampiros.

 

***

 

Camila – Montes Urales, marzo de 2020.-

 

Por la tarde, varias de las muchachas que trabajaban en el recinto de Aren la ayudaron a prepararse para el evento nocturno. La chica que hablaba español no estaba, por lo que se tuvo que quedar sola con sus pensamientos.

 

Tuvo una sesión de masajes, un baño de flores entre las que predominaba la lavanda y la salvia. Xander decía que era para calmar las tensiones y la verdad era que estaba un poco nerviosa, aunque se sentía segura de lo que quería y esto había sido su decisión, sabía que las cosas podían no salir bien.

 

Había escogido un vestido blanco precioso, que envolvía sus curvas delicadamente, dándole la apariencia, según dichos de Xander, de diosa griega. Ella no se sentía tan diosa, pero le gustaba que él la viera así.

 

Ahora se encontraban en un claro de un bosque al pie de la montaña. Su amado la sostenía de la mano. A lo lejos se oía el sonido de tambores de fondo de unas flautas que cantaban melodías antiguas.

 

Xander dijo algo a los demás y estos se marcharon.

 

- Camile – le habló poniéndose frente a ella y sosteniéndola por los hombros. - ¿Estás segura, mi amor?

 

Era evidente que él se daba cuenta de que Cami se moría de miedo, pero estaba decidida. Lo miró a los ojos fijamente, deseaba pasar la eternidad junto a este hombre más que nada en el mundo.

 

- Sí.

 

- No debes temer, todo estará muy bien – le aseguró.

 

- ¿Cómo estás tan seguro?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.