En un lugar secreto de la campiña de la Capital A, se reúnen secretamente los dos señores poderosos, dueños de las empresas más importantes y poderosas del mundo, ambas ocupan el segundo lugar a nivel mundial después de la Familia Krasonovich.
En este sitio, Familia Lu y Familia Gong, se reúnen para vislumbrar el futuro, no son enemigos sino muy buenos amigos, aunque compiten en los negocios y no se dan tregua, nunca se han hecho daño, son leales e íntegros.
El Sr Lu le da un fuerte abrazo al Sr Gong, “Amigo mío tanto tiempo, los negocios nos han mantenido ocupados, ¿ellos son tu familia?” … “Hola bienvenido, déjame presentarte a mi familia, la Sra. Gong y mi pequeña hija y heredera Wen” respondió el Sr Gong, el ambiente era hogareño.
Esta mansión es un terreno neutro que ambos acordaron cuando eran jóvenes y siempre que hay una emergencia mundial se reúnen aquí para ver los alcances de los acontecimientos.
“Deja que nos niños jueguen y se diviertan y nuestras esposas se relajen, vamos al salón debemos conversar de negocios” invito el Sr Gong, ambos caminaron relajadamente por el pasillo hasta una habitación finamente decorada, se sentaron frente a frente, cara a cara.
Fumaron un puro y tomaron una copa de vino, el Sr Gong tomo la palabra después de un gran suspiro, “Mi amigo Lu quiero proponerte un gran negocio, espero que estés de acuerdo, mi plan es simple, que tú hijo y mi hija contraigan matrimonio, de esa manera fusionaremos de forma armónica, subiremos a primera familia del mundo, ¿¿qué te parece??…. “La idea no es mala pero no me gustaría forzar una relación entre nuestros hijos, dejemos que los jóvenes se conozcan y veamos que pasa, pero si me gustaría vernos unidos bajo un solo conglomerado mundial, es un verdadero sueño” suspiro el Sr Lu.
“Okey, me parece, desde mañana haré los arreglos para la construcción de un colegio y una universidad en la ciudad” reflexionó el Sr Gong. “tomará algo de tiempo, pero se hará posible” dijo Sr Lu.
En esos momentos unos pequeños golpes llamaban a la puerta, allí parados en perfecta sincronía, Wen y Zaho, esperando nerviosos por sus padres, los Sres. se levantaron, haciéndoles un cariño en la cabeza a ambos los siguieron hasta los juegos infantiles, disfrutaron de una tarde de juegos con sus padres, algo que no siempre se daba, debido a que principalmente los trabajos los llevaban a viajar mucho, las risas de los niños inundaban todo el jardín.