“Yo Kira también fui el general mayor del Gran Maestro también acepte ser degradado para convertirme en el padre de Mei, ella corría mucho peligro, tan solo cuando nació murieron más de 100 hombres tratando de cuidarla, un enemigo poderoso, la secta Dragon la quería muerta, así que con Emiko aceptamos la misión de cuidarla hasta los 20 años dándole todas las herramientas para que lograra vengarse”, Joshua los miro con extrañeza, sacándose el guante de la mano izquierda les mostro el anillo del regente de la Secta Dragón, al instante tanto como Kira como Emiko se pusieron en a la defensiva sacando sus armas, ellos sabían que el portador del anillo era el Amo de la Secta Dragon, Emiko ya había visto parte del poder de Joshua y no permitiría que este último le hiciera daño a Mei, en ese momento Joshua se vuelve a colocar el guante y se sienta de piernas cruzadas.
“Por favor, padres, hablemos” , ambos lo hicieron sin bajar la guardia, “Yo al igual que Mei voy buscando mi familia, mis abuelos no lo eran tal como ustedes no son los padres de Mei, creo que compartimos el mismo destino, yo no sería capaz de hacerle daño a Mei, pero debo seguir mi camino con ella, sé que es repentino, pero po…podri….podrían darme la oportunidad de conocer a Mei, si ella me rechaza seguiré mi camino, pero no permitiré que nadie le haga daño ni siquiera los de la Secta Dragon, permítanme conversar con ella”, ninguno de los dos han bajado sus armas, pero desde lejos, por una rendija, Mei veía como el asunto se estaba desarrollando, así que en silencio volvió a su habitación, no sabía porque su corazón latía tan fuerte y esa sensación de felicidad la envolvía.
A la hora siguiente Joshua golpeaba suavemente la puerta de Mei, con su cara roja, mientras se presentaba “Srta. Mei soy Joshua, ¿¿¿podríamos hablar por un momento???” , el corazón de Joshua latía mil y tan fuerte que si se lo proponía podría derribar un gran edificio con ese latir, tímidamente se abrió la puerta , una avergonzada Mei estaba allí presente con los ojos rojos y cansados de tanto llorar instintivamente Joshua abrió sus brazos y ella se dejó caer suavemente, se acurruco escuchando el corazón de Joshua, esos latidos le dieron paz, dando algunos pasos quedaron dentro de la habitación de Mei y la puerta se cerró suavemente, a Emiko la invadió una sensación de desesperación sacando su espada se apresuró a entrar, pero Kira la tomo del brazo le dijo “No querida, es algo que nosotros no podemos arreglar, ella sabrá que hacer, confió en ella y en él, vamos a la cocina a comer ha sido un día largo y no has cocinado nada rico, a lo mejor hay algo que tengamos que celebrar.