El hijo de Dios Vol. ii

Momentos de tensión

  Entre los murmullos de la gente y, la tristeza de un anciano, un joven de cabello largo se encontraba postrado en una cama de paja, dentro de un pequeño hogar, repleto de flores y humo asfixiante.

 --¿Se va a recuperar? --Preguntó una dama con la preocupación dibujada en su rostro, mientras acariciaba sus manos con nerviosismo. La anciana que palpaba el cuerpo del joven con unas pequeñas florecillas de color blanco volteó como lo hace un sabio.

 --Si los Dioses lo permiten, lo hará. --Su voz era solemne, casi imperturbable.

 --Deme una respuesta, por favor. --Meriel no estaba satisfecha con las palabras de la anciana, ella deseaba un afirmativo, o un negativo en el peor de los casos, pero quería saberlo. La anciana sopló el humo de las flores en el rostro del joven, se levantó con calma, acercándose a la dama, quién la miraba hacia abajo, pero sin desdén.

 --Las ansias no ayudan al desesperado. La paciencia es la base de cualquier formación --La miró, mientras agarraba una varita de madera de una mesa cercana y, con un conjuro sencillo, invocó la poderosa energía de la naturaleza--, no puedo prometerte que se volverá a levantar, perdió la mayor parte de su energía pura, ya es una hazaña que siga con vida. --Dijo con un toque de sorpresa, ni ella misma creía la proeza del joven, pues era de conocimiento común, que cuando se perdía toda la energía pura, uno no podía sobrevivir y, aquello era verdad y, Gustavo no estaba excento a la regla, era solo que él poseía algo que nadie más poseía: un compañero Ancestral.

El pequeño lobo se encontraba dormido arriba del pecho del joven, desgastado y, con una fatiga extrema, aunque feliz, porque había logrado salvar a su gran compañero/madre de una muerte segura.

 --Lo hizo para salvarlos a todos ustedes. --Dijo frustrada, su ceño se marcaba, mientras su voz se alzaba. La única prioridad que poseía era la vida del joven, si él moría bajó su cargo, ella también lo haría, era el gran valor del juramento de lealtad, por lo que no estaba dispuesta a verlo caer frente a sus ojos, no cuando ella podía hacer algo.

 --Conozco esa información --Dijo la anciana con calma, parecía que las palabras de la dama no habían logrado perturbarla--, pero eso no cambia la situación del joven --Se acercó de vuelta a la cama, comenzando a conjurar diversos hechizos de bajo nivel, mientras arrastraba la energía de la naturaleza con su varita--, está vara de madera perteneció a un mago del octavo circulo y, posee la esencia del árbol de la vida... es todo lo que tengo. --Respiró profundo y convocó toda la energía de la vara en el cuerpo del joven, quién saltó de golpe, aunque no despertó.

Al ver la extrema energía de luz, Meriel juntó sus manos y comenzó a rezar.

 --Por favor, por favor despierta. --Dijo en voz baja.

 --Esto está mal. --Dijo repentinamente. Meriel se acercó, pálida por el miedo a conocer un destino fatal.

 --¿Qué está pasando? --Preguntó.

 --Su cuerpo absorbió toda la energía, pero no fue suficiente, no estoy segura si logrará despertar --Dijo con un tono lúgubre. Meriel tragó saliva y negó con la cabeza "Debe haber algo" pensaba repetidamente en su mente. La varita en las manos de la anciana se rompió y, con ello, la energía residual, desapareciendo como si nunca hubiera existido--, lo lamento mucho, no puedo hacer nada más. --Por primera vez mostraba una emoción: decepción, una decepción tan intensa que hasta se podía palpar.

 --¡Debe haber algo! --Dijo Meriel, resistiéndose a rendirse--, algo que pueda ayudarlo.

 --Sí la hay --Frunció con ligereza el ceño--, debe encontrarse en la gran montaña, no puedo pensar en otro lugar. --Se notaba el pesar en su rostro y voz, conocía el riesgo de ir a ese escalofriante lugar, lo sabía y, podía intuir la respuesta de la dama, pero aún con eso, lo dijo, talvez porque se sentía culpable por no haber podido salvar al joven, o talvez porque era un ingenua que deseaba ver morir a otra alma joven, no estaba segura.

 --Iré inmediatamente --Dijo con una absoluta determinación, mientras el cuerpo dormido del joven aparecía ante ella, respiró profundo, acercándose a él a pasos tranquilos, quiso tocar su pecho para sentir su corazón, pero se abstuvo, ya lo había perdido todo una vez, no quería volver a hacerlo, sentía que no podría resistirlo--, volveré enseguida, mi señor. --Le susurró con un tono tranquilo y cálido, forzándose para no derramar ni una lágrima, pues aún había esperanza.

 --No puedo detenerte, pero si advertirte --Su mirada se volvió seria--, la guerra ha arrasado gran parte de aquellas tierras y, los ejercitos siguen combatiendo... Si no quieres morir, te recomiendo agarres la oscuridad como tu compañera y, que tus pasos sean silenciosos como una pantera negra, solo así esquivarás la muerte.

--Gracias. --Agradeció con calma. Miró por última vez a su señor y, con una exhalación que describía perfectamente sus emociones, se dio media vuelta para retirarse.

 --Me alegra saber que te preocupo --Dijo una voz pesada y silenciosa. Meriel se detuvo al sentir que algo agarraba su brazo, por lo que rápidamente volteó, percatándose que el joven de cabello largo la miraba con una sonrisa sincera--, pero eso no significa que este contento de que arriesgues tu vida buscando algo que ni siquiera sabes si vas a encontrar.

 --Mi señor. --Meriel se arrojó a los brazos del joven, no sabía porque se sentía así, talvez la soledad de los últimos años la habían hecho dependiente de una compañía, o talvez en verdad apreciaba a su señor, pero fuera cual fuera la razón, estaba alegre de verlo nuevamente despierto.

 --Espero no haber sido una carga. --Dijo Gustavo con calma, estaba consciente de la situación gracias al informe de Wityer, quién aún dormido había escuchado todo lo sucedido.

 --Por supuesto que no, joven héroe --Dijo la anciana con una sonrisa sincera--, es más, estoy más que alegre de verlo nuevamente con los ojos abiertos. --Gustavo sonrió, era la primera vez que veía a la anciana, por lo que no sabía de dónde residía aquella alegría de verlo.



#11265 en Otros
#1356 en Aventura
#8000 en Fantasía

En el texto hay: amor, honor, batalla

Editado: 16.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.