De a poco abro los ojos topándome con una espesa negrura que me deja helada, siento un fuerte dolor en el estómago y certeras punzadas en la cabeza, seguido de un mareo. Hago una mueca al sentir que el dolor en mi estómago se pasó a la espalda provocándome arcadas, trato de sentarme en el borde de la cama y termino de rodillas en el suelo vomitando un líquido que raspa mi garganta, mis manos gélidas y sudorosas le hacen presión a mi abdomen, mientras jadeo y me paso la mano por la boca en un intento por limpiarla.
Al cabo de unos minutos siento como mi cuerpo vuelve a la normalidad. Mi frente se llena de gotitas de sudor y mis parpados empiezan a pesar, pero una voz me pide casi a gritos que salga de ahí, por lo que con movimientos torpes e intentando ignorar que me duele hasta el alma me levanto apoyándome de la cama. Tambaleo un poco hasta encontrar estabilidad en un estante de madera.
A tientas encuentro el pomo de la puerta y al girar la perilla y asomar mi cabeza, un olor a sangre provoca que mi estómago de un retorcijón en respuesta y seguido de eso me doblo sobre mí misma mientras me sostengo de la pared para vomitar, pero sólo son arcadas ya que no tengo nada en mi estómago. Al terminar suelto un pesado jadeo. Tapo mi nariz con la palma de mi mano y bajo las escaleras con un incesante temblor en mis piernas y lo que veo a continuación me deja más atolondrada de lo que ya estoy
¿Qué carajos pasó aquí?
Digo mientras enfoco mi borrosa visión en el suelo.
Un cuerpo inerte….
Intento tocarlo para darle vuelta, pero mi mano se queda en el aire al ver el orificio en la parte trasera de su cabeza.
Ahogo un grito y lo callo con mis manos al ver que son más de 30 personas tiradas a lo largo del suelo y otros sobre la barra del bar. Esto fue una masacre
Mis ojos pican y unas cuantas lagrimas ruedan por mis mejillas, pero las limpio tan pronto como escucho a los lejos la sirena de la policía, por lo que salgo de ahí tan pronto como mis torpes piernas me lo permiten. Echo un último vistazo a mis espaladas antes de girar la perilla de la puerta y cierro los ojos.- ¿Por qué?....
Las sirenas de la policía se escuchan más cerca, abro la puerta rápidamente dando un paso fuera del lugar, el sol de Green Hills me da de lleno en la cara provocando que en un rápido movimiento cubra mi cara con el dorso de mi brazo. Comienzo a caminar con pasos presurosos mientras intento mezclarme con la gran masa de personas ajenos a todo el caos que pasó en el bar, pero no hace falta sino una noticia en el periódico informando lo sucedido para que también entren en pánico.
Green Hills siempre fue un pueblo tranquilo, pero esto…. Esto sobrepasa cualquier cosa que alguna vez me haya imaginado que vería.
Dirijo mi mirada hacia donde están viendo las personas y me encuentro con un sombrero en el suelo boca arriba y un chico tocando guitarra inmerso en la melodía.
--And when you think that you can't be calmer, take my hand and let's walk to paradise where we can still be happy and if you get tired of waiting I promise you that my love is enough for both of us and even more resistant than yesterday, everything is for you…
Su voz fue como un susurro a mi alma, pero al cabo de unos minutos dejo de escucharla cuando un brazo tira de mí con vehemencia, casi arrastrándome a una camioneta. Trato de zafarme de su agarre sin éxito- ¡¡DÉJAME!!- Grito en su dirección. Las personas a mi alrededor sólo murmuran entre sí con nulas intenciones de ayudarme.- ¡Suéltame carajo!- Grito dentro de la camioneta con el corazón intentando salirse de mi pecho. Mi vista vieja a todos los que están aquí
-Que mierda está pasando!?- Pregunto con voz demandante. Llevando mi mano a mi pecho para calmar mi respiración. Silencio por parte de ellos - ¿¡No me oyen!?
-¿Alguien puede calmar a la fiera?- Dice con hastío el que está sentada al lado del chofer.
Un suspiro cargado de molestia escucho a mi lado seguido de un- Lo verás cuando llegues
-Pero, ¿por qué estoy aquí? ¿quiénes son?- Digo señalándolos mientras me remuevo en mi asiento. Por breves segundos de ira olvido lo que pasó en el bar.
El de adelante alza la voz- Demonios, ¿siempre haces tantas preguntas?
-¡Y al parecer a ti no se te da la gana de contestarme ninguna!- Grito en su dirección
Se limita a mirarme de soslayo por cortos segundos y vuelve a mantener su recta postura.
Empiezo a examinar la camioneta con detenimiento porque sí, me iba a tirar, probablemente aprecie poco mi vida como parar querer lanzarme de un auto a más de 100 kilómetros de velocidad, pero a estas alturas eso sonaba un paraíso a quedarme aquí.
-Ni lo intentes… Todas las puertas están bloqueadas y las ventanas blindadas nadie te va a ver- Vuelve a hablar el mismo tipo y levanta un pequeño control. - Deja el drama y haznos el favor de disfrutar el silencio.- Habla con una calma impresionante
Reprocharía a eso pero al ver una AK-47 entre el suelo de la camioneta y sus piernas, prefiero guardar lo que pienso.
Trato de calmar mi pulso y me permito observar dentro de la camioneta, los asientos son de cuero y el techo descapotable, es amplio y una mancha de sangre fresca está sobre la alfombra del suelo.