El hijo de Llarión

5. Controlando el agua

—Toma asiento muchacho, tenemos que hablar— Dijo el señor Damien.

—Mira, el señor D'Arpagon acepto que trabajes con nosotros, pero debes enviarle una carta formal personalmente mañana por la mañana, te voy a ayudar en eso, pero debes decirme tu nombre real, de donde vienes— Limnátides que estaba en su hombro asintió y dije lo que sabía.

—Soy Orión, hijo de Llarión y Uiara, descendiente de Floder— El señor Damien me miro aún sin creerme.

—Bueno, y dime hijo, ¿Dónde queda eso?—

—Floder queda en Itzmaltzin—

—¿Queda en... Inglaterra?— Limnátides negó.

—No—

—Mira muchacho, esto no es un juego— Dijo a punto de perder la paciencia.

—Señor, estoy consciente que esto es serio, no le estoy mintiendo—

—¿Al menos cuando llegaste aquí tenías equipaje?—

—Cuando me desperté solo estaba con lo que traigo hoy— Suspiro, se sobó las sienes y dijo.

—Espera aquí— Salió y escuche que hablaba con la señora Agnés.

—Ven muchacho— La mesa del día anterior.

—Te vas a quedar con tu nombre pero tengo que darte otro apellido y vas a actuar como mi sobrino, ¿Entendiste?— Asentí, en la mesa estaba un frasco pequeño con un líquido negro dentro, rectángulos lisos blancos y una pluma de un ave, sentí una punzada en mi cabeza y recordé a Waylan, mi prima descendiente de tierra. El señor Damien me tendió la pluma y la tomé.

—Escribe la fecha de hoy muchacho—

—Y exactamente ¿Qué fecha es hoy?—

—Veinte de marzo de 1534— Mire el papel con duda, nunca había escrito de esta manera. En eso entro Agathe, la hija de señora Agnés, con vasos y agua.

—Muchacho, ¿No sabes escribir verdad?—

—Con esto, no—

—Mira, mojas la pluma en tinta, no mucho, y formas las letras— Dijo tomando otra hoja y explicándome, pero a Agathe se le cayó la jarra y antes de que caiga logré devolver el agua a la jarra y hacer que flote hacia mí y la deje sobre la mesa. Agathe soltó un pequeño grito y los dos estaban asombrados.

—Que demo...— El señor Damien se levantó y me tomó por los hombros.

—¿Qué demonios eres?—

—Yo... sucesor del dios del agua—

—Pactaste con el diablo— Aseguró.

—No señor, solo controlo lo que tiene que ver con el agua—

—¿Qué es todo este ruido? ¡Por Dios, suéltalo Damien!— Dijo la señora Agnés al ver la situación, me soltó y dijo.

—El muchacho que trajiste está endemoniado, lo que hace no es normal—

—¿Y qué hace?—

—Vamos, muchacho, hazlo de nuevo— Mire a la señora Agnés y ella asintió, ella estaba tranquila en comparación al señor Damien y la asustada Agathe.

Coloqué mi mano a un lado de la jarra y la levanté, junto con eso el agua, cuando estuvo fuera con mi otra mano hice que esta gire en el aire. Cristophe llegaba de hacer su trabajo y soltó sus herramientas de la impresión, pero no por el agua flotante.

—¿Qué demo...— La señora Agnés lo interrumpió

—¡Lenguaje!— Volví a colocar el agua dentro de la jarra y nadie dijo una sola palabra, los minutos que pasaban eran incómodos. Me levanté en dirección al espeso bosque, pero antes de llegar a salir el señor Damien habló.

—Explícate, muchacho—



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En el texto hay: cuatro elementos, agua, orion

Editado: 03.10.2024

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