El hijo de Llarión

8. Remi

—Nos llevamos esto— Le dijo Damien a la persona que atendía.

Salimos de la tienda y volvimos a la cabaña, llegando vimos como sacaban a una persona de la mansión del conde a la fuerza, Damien seguía avanzando, yo me quede mirando, era una mujer tenía un vestido amplio, como los que usaba la señora Agnés, pero era de color negro como los que tenían las mujeres de afuera de la hacienda, que observaban todo. Los hombres que la sacaron comenzaron a quitarle el vestido y ella solo gritaba y trataba de quitar el agarre de los hombres, corrí donde estaba Damien, que estaba pocos metros más adelante.

—¿No deberíamos ayudarla?—

—No podemos—

—¿Por qué?— Ahora la mujer estaba desnuda y la estaban forzando para que entre en una especie de cápsula que vi aquella vez que caminaba con Limnátides; Damien se detuvo, volteó y dijo.

—Camina— Llegamos a la cabaña, ingresamos e iba a subir a la habitación.

—Espera muchacho, mira— Se empezó a quitar la camisa hasta dejar descubierto el costado izquierdo.

— Por esto no podemos ayudar a esas personas— Tenía una cicatriz, pero no una normal, con forma de un escudo con zorro de perfil, con unas letras "C.D".

—¿Qué le pasó?— Se abotonó la camisa de nuevo y se sentó en la mesa.

—Verás muchacho, yo empecé a trabajar para el conde D'Arpagon cuando tenía dieciséis años, y la primera vez que vi algo como eso, fue un año después, trabajaba con un muchacho, se llamaba Remi y tenía mi edad, él cometió un pequeño error, se le cayó una copa con vino en la cocina, era de las primeras copas de vino de la casa D'Arpagon—

—Espere, para qué tenían copas de vino si no tomaban vino—

—No muchacho, vino propio, los señores D'Arpagon producen vino, y bueno como te decía, por accidente tiró la copa y el padre del conde se enfadó tanto que lo mandó a las fosas, justo como lo viste hoy y yo trabajaba en los campos de mora, pero por alguna razón ese día me mandaron a podar el jardín principal, como te dije eran los primeros vinos y se iba a realizar una ceremonia grande, como la de hoy. Remi me pidió ayuda y trate de ayudarlo, pero no pude, vinieron dos hombres más y me golpearon, luego me llevaron donde el conde y me llevo a la parte trasera de la mansión, que desconocía hasta ese momento y vi como calentaban un metal con el que vi que marcaban a los animales y ahí me di cuenta por qué otras personas que igual trabajaban en la viña se les notaban esas marcas, después me llevaron a otra de las fosas y no sé cuanto tiempo estuve ahí—

—¿Fue como un castigo?—

—Exacto—

—Ahora ve a cambiarte, lo más seguro es que necesiten ayuda por "falta de empleados"—

—¿Pero no tenía usted día libre?—

—A veces, pero siempre tenemos que obedecer al conde—

—Pero ni siquiera les da algo a cambio por trabajar—

—No podemos exigir algo tampoco, esta casa es de ellos y fue de suerte que nos la dio a nosotros— Dijo mientras subía las escaleras.

—Menuda injusticia— Dije para mí y subí las escaleras para cambiarme, cuando me quité la camisa, vi una parte de las marcas era más clara, brillante, como si sacara luz.

Cuando terminé de cambiarme salí a esperar en los sillones de la pequeña sala.



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En el texto hay: cuatro elementos, agua, orion

Editado: 03.10.2024

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