El Hijo Del Socio De Papá Duerme En Mi Cama

Capítulo Uno

Hoy es lunes y tengo una entrevista de trabajo. Mi reloj de pared marca las 07:30. Mi entrevista es a las 09:30 así que tengo dos horas. Me voy al baño. Tomo una ducha fría, cepillo mis dientes y me paso la tenaza.

Salgo del baño y me visto con una pijama rosa a juego al igual que mi ropa interior que es blanca.

Salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina para preparar el desayuno. Pienso hacer unos huevos revueltos con beicon y pan. Tomo mi celular que está sobre la nevera y marco el número de Freddie mi mejor amigo. Con dos timbrado, contesta. 

-Buen día Freddie -digo.

-Buen día Sophie -responde. Me voy a la cocina y tomo asiento en el sofá.

-¿Que te parece si vamos a jugar béisbol esta tarde? -pregunto.

-Lo siento pero esta tarde estaré ocupado. -dice. Platico un rato más con él y luego cuelgo la llamada.

Me voy a la cocina y comienzo a hacer el desayuno, al terminar, dejo el desayuno de Sophia en la mesa del comedor, lo dejo así porque ya está despierta y no tarda en bajar.

Al terminar de desayunar, dejo en plato sobre la mesa de noche y busco en mi armario algo adecuado para ponerme. Tomó un vestido marrón con negro, y unas zapatillas del mismo color.

Al terminar de vestirme, salgo de la habitación con mi bolso de manos, allí llevo mi celular, mis tarjetas y las llaves de la casa y del coche. Salgo de la casa y me subo en el coche, lo pongo en marcha. 

 

Al llegar a la empresa, es muy ¿bonita, lujosa? Entro a ella y es mucho más hermosa, todo de cristal. Me acerco a la recepcionista. Ella me observa con una sonrisa.

—Buen día. ¿Viene usted para la entrevista con el puesto de secretaria? —pregunta de inmediato. Yo sonrío y asiento. —. Es en el piso 32. Allí la guiarán a la Oficina correcta.

—Muchas gracias. —le digo, camino hasta el ascensor, presiono el botón y este abre, entro a él y entra un montón de personas más. El ascensor se cierra y se pone en marcha.

Al llegar al piso indicado, hay un señor junto al ascensor. Me acerco a él.

—Buen dí... —me interrumpe.

—Por allá. —dice y señala a un grupo de mujeres que están sentadas en unos bancos.

Me dispongo a ir a donde él me ha indicado, tomo asiento y todas las demás mujeres comienzan a cuchichear, ¿sobre qué? No lo sé.

Saco mi celular y le marco a Carolina, mi hermana.

Termino de hablar con ella justo a tiempo. Ya que me llaman porque es mi turno de entrada. Espero tener suerte. 

Camino hasta la Oficina donde será mi entrevista. Entro y hay un hombre de traje negro, camisa blanca y corbata negra, sentado detrás del escritorio. 

—Buen día. —digo y tomo asiento justo al frente de él. 

—Buen día. Mi nombre es Alexander Morrison, soy el gerente de esta empresa y soy quien te hará la entrevista. —dice, me tiende su mano y yo la tomo. Él la sacude y yo también. 

—Mucho gusto, mi nombre es Caroline Pineda. —digo toda sonriente. 

—¿Me entrega su currículum? —pregunta. Se lo extiendo y él lo toma. 

Lo abre y se queda observándolo, creo que está leyendo. Al terminar, me observa. 

—Tenés muy buenos requisitos, ¿por qué y cuál es la razón por la que crees que debería darte el empleo a ti? —pregunta. Lo observo con intriga. 

—No hay ninguna razón, hay muchas personas mucho más importantes que yo, pero solo hay que tomar en cuenta el valor y la importancia que tomo en cada decisión que me generan y la ayuda que puedo brindar. —digo. Creo que ésta versión de mí no me salió muy bien. 

—Está bien, ya que eres la última, haré la prueba para ver cual es la indicada. Espera mi llamada. —dice, sonrío. Me pongo de pie y me dispongo a salir de la Oficina. 

Es como siempre, lo mismo que me dicen en todos los lugares. Ya me he acostumbrado a esa respuesta. 

Salgo de la empresa y me dirijo a mi coche, entro y lo enciendo, pongo una música de Laura Pausini Ft. Gente de Zona - Nadie A Dicho. 

Me dirijo a Starbucks, suelo comer allí. Luego ir a Starbucks, voy al Mall y de ahí al Salón de belleza. Llego a casa a las 16:20. Entro a mi casa y Sophia no está. 

Sophia Albertson, es mi antigua compañera de clases y mi compañera de casa. Es mi mejor amiga y es más que obvio que nos llevamos súper bien. Ella tiene su novio y casi siempre amanece fuera de casa. Al parecer es feliz con Ismael Jobs, su novio. Hacen una hermosa pareja. 

Voy a mi habitación, me lanzo a la cama. Me quito los zapatos y dejo el bolso por algún lado. Intento dormir, me he despertado muy temprano. 

Despierto por el sonido de mi celular, abri los ojos un poco para ubicar mi bolso de manos y está sobre la mesa de noche. Lo tomo y saco de allí mi celular, contesto. 

—¿Si? —digo. Recuesto mi cabeza sobre mi almohada. 

—¿Me puede comunicar con la señorita Caroline Pineda? —pregunta. Agrando los ojos como tremendo platos. 




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