El hombre del bosque

Capítulo 10

Herk.

—Sorpresa —me dice Peper, sonriendo al igual que los demás.

Me quedo inmóvil bajo el marco de la puerta. No puedo creer que por fin están aquí.

Ellos me dan tiempo para que reaccione, saben que me tomaron desprevenido, nunca pensé que fueran a venir todos.

Peper, Brend, Brenda, Sindy y...

—Los extrañé —confieso abrazándolos a todos, al soltarlos vuelvo a hablar—, pero... ¿dónde está Carmen?

—Ella decidió quedarse para avisarnos cualquier cosa que pasara fuera del bosque —me explicó Brenda.

No dije nada. Enserio tenía la esperanza de que cuando los volviera a ver sería a todos…

—Igual la verás muy pronto —comentó su mellizo sonriendo, llevaba puestas sus gafas de sol —. Por ahora vamos a entrar que ya me tiene arto como nos miran esos niños.

No has cambiado nada Brend...

Asentí con la cabeza haciéndoles una seña para que entren.

Nos sentamos en el comedor, ellos en las sillas mientras yo lo hago en el suelo.

—¿Por qué no tomas una silla? —preguntó Sindy al verme.

—Nunca las a usado, no le gustan o prefiere la libertad que se puede sentir al estar en el piso —Peper miraba a la nada —. Es algo que diría Carmen —sonrió de lado con la boca cerrada.

Lo miré, tenía razón eso sería algo que diría Carmen.

—Si hubiera sabido que vendrían los hubiera recibido mejor —cambio el tema.

—Por algo dije sorpresa cuando llegamos —volvió a hablar Peper.

Negué con la cabeza en forma de risa.

—Saben que me alegra mucho que estén aquí pero tengo que preguntar. ¿Qué hacen aquí?

Se miraron las caras hasta que pude pensar en una razón.

—Es sobre los hombres armados ¿no? —Brend suspiró.

—Están planeando hacer dos cosas, la primera es entrar, buscarte y matarte, la segunda es volver el bosque cenizas lo cual también incluye tu muerte.

No me moví ni parpadeé. Estaba procesando todo lo dicho tan rápido como podía.

Volví a parpadear al seguir sin entender nada, tenía que hacer preguntas.

—¿Por qué?

—Porque hay más de trescientos desaparecidos ubicados por última vez en el bosque. Tú existencia a sido probada, te consideran una abominación y un peligro para la humanidad por lo que quieren tu exterminio.

—¡Brend!

—Sabes que siempre soy directo Sindy.

—¿Cómo probaron mi existencia?

—Por los cadáveres no puede ser ya que han sido muy pocos los que matas casi fuera de el. Así que mi hermanito se las ingenio para filtrarse en los archivos policiacos aunque no encontró nada, pero en los del gobierno sí —Brenda sonrió—. Al parecer te volviste descuidado ya que alguien logró tomarte una fotografía mientras pasabas por la entrada del bosque.

—No me importa que me tomen fotos. Igual ya sabían de mi existencia, procuré que fuera así para que no entrarán en mí bosque y no le hicieran nada, me mostré varias veces, me tomaron fotos que aparecieron en los periódicos y en las noticias llamándome El hombre del bosque.

—Pero esas fotografías nunca fueron consideradas reales para el gobierno —continuó Sindy—, hasta que no soportaron que hablaran de ti siempre, que no pasarás de moda como otras cosas, entonces fue que mandaron a uno de ellos de total confianza para tomarte la foto que haría este puto desmadre —apretó las manos sobre la mesa y frunció las cejas.

—El gobierno sabe de ti, que no sales de este bosque nunca y te escondes en algún lugar dentro de el, pero lo que no están seguros es qué haces con la gente que entra en tu bosque —Peper sonaba desesperado,  su pierna subía y bajaba. Quería fumar.

Mire a Sindy la cual al notar el estado de su prometido trato de calmarlo, pero no funcionó mucho.

—No mato a todos los que entran aquí, solo a los que lo merecen.

—Eso lo sabemos nosotros pero ellos no. Para ellos tu matas a todo mundo o incluso puede ser que no les importe y solo quieran exterminarte para poder hacer el centro comer... —Brenda se detuvo tapándose la boca con las manos.

Brend la miró molesto al igual que Peper, Sindy tomó su puente de la nariz con los dedos negando con la cabeza.

—Perdón —susurró.

—¿Centro comercial? —pregunté.

—Ya que, termínale de contar hermanita —ella dudo un poco antes de hablar.

—Va a ser el más grande jamás visto, y como éste es el único lugar lo suficientemente grande pues... Ya sabes —terminó Brenda mirando la mesa.

—Tendrá todas las tiendas que ya tiene este , pero juntas. Eso hará que los demás locales y tiendas quiebren ya que estarán abiertas 24/7 y tendrá muchos beneficios de los que todavía no sabemos bien  —dice Peper, sigue moviendo la pierna rápidamente.

—Por lo que tendrán que trabajar ahí con un sueldo mucho menor al que ganaban, lo cual va a ser una miseria.

—¿Que será del orfanato? Hablen —exigí al no obtener respuesta.

—El orfanato fue derrumbado hace unas semanas —murmuró rápidamente Sindy.

No dije nada por unos segundos.

—¿Por qué? ¿Donde están esos niños ahora? —traté de no sonar desesperado.

—Estaba al lado del bosque por lo que lo derrumbaron diciendo que era por falta de espacio —me explicó Brend.

El bosque es demasiado grande, dudo que fuera por eso.

—Tratamos de llevarnos a los niños con nosotros, pero antes de que pudiéramos hacer algo se los llevaron —terminó Peper. Me empezó a doler el pecho.

—¿Cómo que se los llevaron? —los mire detenidamente, buscando alguna respuesta en sus rostros pero estos solo me mostraban tristeza.

—Les hicieron una prueba de habilidades con el que pudieran ver cuáles eran mejores para poder reclutarlos al ejército por falta de personal, en especial a los próximos en cumplir dieciocho. Pero los que no pasaron la prueba... —Sindy no terminó, lágrimas se formaron en sus ojos al igual que Peper y Brenda. Brend se hizo el fuerte pero sabía que también le afectaba.

No tenía que continuar para saber que les habían hecho. El dolor en mi pecho incrementó, lágrimas amenazaron con salir de mis ojos pero las retuve.



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En el texto hay: suspenso, huerfanos, monstruo

Editado: 07.07.2023

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