Capítulo V: Black Star

Tipo de narrador: primera persona
Tres días antes

- … han capturado al forense – me dijo mi asociado
- ¿cómo que lo han capturado? – pregunté de manera cortante – se supone que él estaba haciendo el trabajo bien y nadie se iba a dar cuenta
- Lo sabemos, pero al parecer ha ingresado una nueva forense que se dio cuenta de las trampas que estaba haciendo Frank y lo acusó en el departamento. La noticia corrió más rápido de lo esperado… ¿quiere que lo vayamos a buscar?
- No, sería muy sospechoso. Ingrésale dinero a la cuenta de la esposa y al fideicomiso de sus hijos, una cantidad moderada cada día y después yo me encargo del papeleo con el abogado y las acciones a tomar de la familia.
- Si señor
- Por cierto, quiero que me ubiques la información de la nueva forense. Quiero saberlo todo de ella, si respira oxigeno natural o comprado, las veces que va al baño, que come, todo.
A mí siempre me ha parecido muy negligente el departamento de policías, pero tengo que admitir que están reclutando muy buenos agentes. Esa nueva forense puede generar problemas dentro de mi organización, tendré que buscar otra forma de ocultar la evidencia ya que si ella entregó a Frank dudo mucho que quiera trabajar con nosotros.
Al enterarme de la caída decidí llamar a mi jefa, la única mujer que me dice que hacer y que cuida de mí como si fuera una dragón. Tuve que fijarme primero en la hora, donde ella está viviendo son 5 horas de diferencia y no quería molestarla. La saludé, le informé sobre la situación y me indicó que era hora de llevar a cabo el plan c, cremar y cazar. A pesar de que sus métodos eran más sangrientos que los míos, sus planes no siempre le hacen honor a su nombre. El plan cremar y cazar hacía más referencia al plan de eliminar amenazas y liberar a los capturados. Tenía mucho trabajo por hacer, era hora de empezar a cambiar toda la estructura de trabajo.
Lo primero que hice fue citar a las cabecillas de mi grupo élite y les di la información y las instrucciones a seguir durante estos tres días. Es un plan de ejecución rápida y planeación instantánea. Si algo sale mal muchos inocentes se van a ver perjudicados. Son las 6 de la tarde, es hora de poner en marcha el plan

Hora 9
Me miré en el espejo, observé que mi cabello lacio no tuviera ninguna honda, que mis lentes de contacto estuvieran bien puestos y que la sombra debajo de mis ojos se viera natural, como si de verdad tuviera ojeras. Le dije a mi conductor que me llevara al centro de la ciudad, como siempre he dicho “es mejor vivir lejos del caos que cerca de el si eres tu quien lo causa” por eso vivo lejos de donde cometo lo crímenes. Llegamos a la calle 4 avenida 7, era una pequeña parte de la ciudad que tenía casas residenciales, muy bonitas a mi parecer, eran modernas y minimalistas. Todas de dos pisos y ubicadas alrededor de un parque. Al salir de esta zona ya entras en la ciudad donde están los edificios y oficinas.
Me bajé del carro, me acerqué a la casa 403 y toqué la puerta. Al cabo de un rato me abrió un niño como de 14 años.
- Buenas noches, vengo a hablar con la señora Sarah Smith – dije cordialmente
- ¡¡¡Mamá!!! ¡¡¡Es para ti!!! – gritó el niño – pase adelante, ya ella viene.
Muy confianzudo el niño, si fuese un asesino ya estaría muerto… a si cierto soy un asesino, pero no mato niños y no vengo a hacerles daño. Al cabo de unos minutos salió por el pasillo una cara familiar, caminando con elegancia y un poco de tensión. Su rostro estaba pálido, su cabello corto se movía con cada paso que daba y su estatura le daba buen porte al caminar. Él supo que al instante ella lo estaba analizando y preguntándose quien era
- Buenas noches señora Smith, soy un amigo de su esposo y estoy aquí para ayudarla. Tengo entendido que acaba de llegar de la comisaría y le tomó por sorpresa el arresto de su esposo
- Pase adelante, déjeme ir a la cocina y le traigo un vaso con agua – dijo dándose media vuelta por el pasillo
- El que llame a la policía no va a cambiar nada la situación de su esposo, los agentes del departamento no tienen evidencia de quien sea yo y ni usted sabe si soy realmente el asesino que metió a su esposo en problemas o no – dije con una seguridad que paró en seco a la mujer – pero si le puedo decir que la puedo ayudar a salir adelante y con su esposo a su lado. Sólo si usted lo permite.
La mujer pareció meditar mis palabras ya que se detuvo en seco y asumí que estaba sopesando todas las posibilidades de salir adelante si me escuchaba o si me entregaba a la policía. No me interesaba si me entregaba a la policía, no tenían pruebas ni evidencia de quien era, sólo soy un amigo de la familia de Frank y vine a ver si mi ayuda servía de algo, eso no podría meterme en problemas.
Al cabo de unos segundos la mujer se volteó, con lágrimas en los ojos y yo la miré sin perturbarme ni molestarme en mostrar simpatía. Todo lo que estaba haciendo es porque mi gente sabe que si son leales a mi tienen lealtad eterna, si me fallan mueren… y Frank había sido leal y sigue siendo leal hasta el final. Ella inclinó la cabeza, me miró fijamente y acto seguido me pidió que la siguiera hasta la cocina. Una vez ahí vi que el niño de 14 años y otra como de 10 años estaban sentados en la mesa comiendo cereal, la mamá les dijo que subieran a la habitación que tenía una reunión de trabajo. Asumo que los niños no saben la situación de su padre, a su edad mi mamá no me quería hablar de mi padre.
- ¿por qué Frank? – fue lo primero que me dijo
- Porque necesitábamos a alguien que nos quitara de encima el trabajo extra de eliminar las evidencias de los crímenes y él podía cubrirlo todo con los informes falsos
- Pero arruinó su carrera – dijo ella – eres un monstruo
- Él tomó su decisión y dijo que quería ayudarnos a cambio de una suma considerable de dinero, yo no la vi quejándose cada vez que le transferían a la cuenta bancaria – dije y puso cara de fastidio – usted y su familia tienen la oportunidad de salir adelante, nadie sabrá lo que hizo su esposo y podrán vivir con el dinero que han ganado hasta ahora – dije con seguridad y mi semblante serio
- Eres un criminal, debería entregarte a la policía. Hiciste que mi esposo cayera preso, hiciste que arruinara su reputación, hiciste...- la interrumpí
- Yo no hice nada, fue decisión de él. Yo no tengo porqué aguantar pataletas de mujeres de 40 años. Si quiere la ayuda dígalo, si no la quiere me voy y su esposo nunca podrá salir a lo igual que usted nunca podrá hablar con la policía sobre como creyó que el asesino más buscado estuvo en su sala y no lo denunció
- Muy bien – miró al piso – tienes razón. Fui a visitar a Frank y me dijo que todo lo que haces tiene motivo y razón. No logro atravesar ese semblante que tienes, siento que dices la verdad, pero por tu historial me cuesta creerte. Yo no apoyo tus decisiones ni como haces las cosas, pero si me puedes ayudar, a mi y a mi familia, te estaré agradecida – dijo secamente
- Muy bien, organice bolsos de mano. Saque dinero en estos 2 días del banco, no mucho para que no sea sospechoso, y asegúrese de que sus hijos no se enteren hasta que se ejecute todo el plan ¿entendido?
- Si…