Bueno podría decirse que hasta aquí ha llegado la información. Mi hermano subió a la ambulancia junto con la desconocida y yo los seguí en mi auto hasta el hospital.
—¿Podrías calmarte y dejar de caminar así? Cálmate por favor.
La voz de Mikel interrumpe mi caminata histérica. Lo miro porque está muy tranquilo para ser tan joven y tener a una desconocida en sala de emergencias.
—¿No será que estas tú muy tranquilo?
Rueda los ojos, —opino que le estás tomando mucha importancia a este asunto—. Se levanta del banco. — Es una desconocida Darek deja de comerte la cabeza.
Quizás renga razón. Creo que estoy dándole mucha importancia a este asunto. Suspiro y me siento a su lado tratando de calmarme un poco. En mi defensa nunca había visto una situación como esta, encontrar a una chica media muerta no era uno de mis pasatiempos favoritos la verdad.
—Si te tranquiliza, la chica no está muerta. He tomado sus signos vitales y solo estaba inconsciente por la droga.
—Medicamentos.
Corrijo.
El niega con su cabeza, — el exceso de Medicamento puede reemplazar la droga. Está drogada.
Se levanta cuando ve a una doctor acercarse y cuando quiero yo también saber que pasa mi celular vibra en mi bolsillo en una llamada entrante.
Es mi padre.
—¿Aló?
—¿¡Donde se suponen que están los registros que te he pedido!?
—Padre, ¿Sabe que hora es como para venir a reclamarme tan temprano?
—No me interesa que hora sea Darek necesito esos registros ¡YA! Así que más te vale tenerlos listos dentro de una hora.
Miro la hora en el celular: 05:33
—Como diga.
Cuelga.
Suspiro fuertemente. Al menos tengo todo listo y solo debo enviárselo por correo. En momentos como este me alegra ser tan responsable. Volteo para encontrar a mi hermano despidiéndose del Doctor y viniendo a mí.
—Justo lo que te dije. Exceso de medicamentos. Al parecer no es la primera vez que los consume porque hay rastros de ellos en su sistema...
El sigue mencionando cosas con jerga medica que la verdad no logro entender, pero de todo su discurso las palabras: bien, estable y desintoxicando, fueron las que me hicieron suspirar de alivio. Creo que he suspirado mucho esta noche.
—Dice que si queremos podemos pasar a verla.
—Me gustaría pero no puedo, debo llegar a casa, papá necesita unos registros que tenía que mandarle ayer y no lo hice.
Asiente y parece que va a irse cuando al parecer algo pasa por su mente.
—El doctor dijo que no tiene información sobre ella ni de su familia. Cuando despertó después que se le fueron los efectos del sedante no quiso decir nada sobre sus padres ni ningún familiar...
Ya veo por donde viene esto.
—Entonces quieres que se quede en nuestra casa mientras tanto.
Baja su cabeza y asiente.
—¿No se supone que era yo quien se preocupaba mucho por este asunto poco relevante?
—Ándale Darek tenemos suficiente espacio en la casa. Podemos buscar la información de su familia cuando recupere y quiera hablar y luego puede irse, no tiene que ser mucho tiempo. Hasta un mes le vendría bien. También puedo monitorearla y quitarnos este peso de encima de que si la dejamos aquí puede ocurrirle algo malo. ¿Te has puesto a pensar que pasaría si la hubiésemos dejado en aquel callejón?¿O cuáles fueron los problemas que tuvo como para llegar a drogarse hasta la inconsciencia? Si la dejamos y su cuerpo muerto aparece en las noticia nos perseguirá por el resto de nuestras vidas.
Juro que no había escuchado un discurso tan largo de parte de Mikel. Sinceramente me ha conmovido, pero este chico tiene unos buenos dotes para la manipulación.
Lo miro cansado como si sus palabras no me hubiesen convencido en absoluto.
—Claro, Mikel. Muy bonitas palabras pero no. Lo mejor es dejarla en manos del estado, que se encargue de ella.
Él me mira completamente enojado y busca decir algo más pero voltea y se dirige hacia un pasillo. Lo sigo por que no quiero que haga una locura y veo que entra a una habitación; voy tras él.
La habitación es completamente de color crema y tiene olor a medicamentos, como todo el jodido hospital. Hay un pequeño sofá donde fácilmente caben tres personas y un sillón cerca de la cama que hay en el centro del lugar. Donde esta sentado Mikel. Miro el cuerpo tendido en la cama y es cuando noto a la enfermera que hay del otro lado suministrandole lo que parece un medicamento.
Me acerco y puedo distinguir mejor a la chica que está allí. Iba a preguntar porque sigue inconsciente si le dijeron a Mikel que ella estaba despierta cuando la enfermera habla.
—El medicamento suministrado va a cansarla mucho, es normal que duerma por mucho tiempo. Es necesario desintoxicarla.
Nos deja solos y cierra la puerta al salir.
—No quiero dejarla aquí. No quiero que una trabajadora social se la lleve.
Entrecierro mis ojos,— ¿Acaso conoces a esta chica Mikel?
Me observa y vuelve su vista a ella. —No tanto. La había visto un par de veces en unos antros pero nunca pude acercarme a ella. Siempre que estaba cerca huía. Ni siquiera me veía pero tenía mala suerte porque siempre estaba apurada cuando la encontraba. Por eso cuando la vi merodear cerca de la casa no dudé en seguirla. Salí varios minutos después que entro al callejón, y me arrepiento de no haberla seguido antes porque sino no estuviera aquí. Lo hubiese impedido ¿sabes?—Me mira. —hubiese impedido que cayera inconsciente. No quiero lamentarme después si le llega a pasar algo porque no hice suficiente.
La chica era bonita. Y cuando digo bonita realmente lo es. Su rostro parecía estar tayado por los mismos ángeles. Tenía el pelo cenizo esparcido por la almohada. Su rostro parecía cansado y con algunos rasguños. Miré su piel totalmente clara que estaba rojizo por el lado de los brazos y cuello; el resto era cubierto por la sabana.
—Creo que deberíamos llevarnosla.