"¿Habría algún modo de qué pudiéramos vivir juntos sin hacernos sangre?"
La sangre que brota de la herida se convierte en una letra que por sangre entra. Aunque no se hablarán ni se tocaran, aquella mueca era mi condena porque me dejó la tinta en la boca.
El amor aunque es difícil de encontrar algún día te va a llegar. Sigues aquí tatuada dentro de mí y sangrando estoy todavía de un cariño que me hirió.
La sangre escurrió en mi interior, y mis venas se quedaban sin tinta que manchaba todo, la tinta es el veneno y la sangre de mi alma tan sólo brota en cada herida.
Mancha de tinta, cascada de tinta, negra como la tinta, brotara tinta. Un pedazo de alma que se desangra, fluye en un instante, late en un instante y por un instante la tocaste.
El aliento se me petrificó esa sensación de sentirlo mezclado con mi sangre como un tacto de fuego, no hay nada bello que no conlleve peligro en la tinta que entreteje el cuento.
-¿Qué es lo que te da miedo?
En un instante la tinta fluye y se mezcla con la sangre tan sólo quedan emociones indefinibles, emociones irrefrenables, emociones inimaginables.
En la tinta de mi corazón los cuentos no sangran, en los instantes que recordaba cada quién sangra a su manera tan sólo en la diferencia hay belleza.
Prometo no mancharme prefiero quedarme hasta en la tinta que me desangra recordarte. Éramos algo imposible y ambos lo sabíamos, éramos un delirio de notas, sólo tenemos aquello que no conocemos.
No soy perfecta pero esto me afecta, no soy tinta pero de eso doy pinta, no soy muñeca por eso estoy hueca, no soy cera aunque antes lo era, estoy rota y aunque parezca una gota siempre alguien lo nota.
Atte: distinta como la tinta que pinta.