El intercambio

Capitulo 2

Sigo a Marcus y a Naomi adentro de la fraternidad y veo que consta de tres pisos. En el primero está toda la gente de la fiesta, en el segundo piso hay una librería, una sala de juegos y en el tercero están sus habitaciones.

Subimos los tres hasta el tercer piso, donde hay solo dos puertas y una ventana cerrada. Marcus saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta de la derecha.

En cuanto se abre la puerta, el olor a pizza hace que me rujan las tripas.

—Pueden dejar la chaqueta ahí —Marcus señala un perchero.

—Hace parte de mi atuendo —Naomi y yo decimos al tiempo.

—Ok... eso me dio algo de miedo —él hace una cara algo graciosa.

Pasamos por un pasillo y llegamos a una sala con dos sofás, una mesa con tres cajas de pizza y unos rollos de chocolate.

—Hasta que por fin llegan —Lukas rueda sus ojos y sonríe al verme —Yo sabía que nos veríamos pronto.

—Si, por cierto, tu hermana es genial —Naomi me da un abrazo.

—¿Ustedes van a bajar a la fiesta? —Lukas pregunta en general.

—Nosotros si —dice Naomi —Chris, ¿vienes a la fiesta?

—Si, solo por un rato —me encojo de hombros —La verdad no tengo tantas ganas de fiesta, pero por un rato puedo aguantar.

—Lukas se queda aquí en el apartamento, te puedes quedar con él.

—¿No te gustan las fiestas? —volteo a verlo.

—De vez en cuando.

Comenzamos a comer pizza y veo que Lukas no para de voltear a verme de reojo y de seguro es por lo que soy nueva en el grupo. Bueno, aún no sé si soy parte de ellos, solo me han invitado a salir por hoy. Espero ser del agrado de ellos.

Naomi y Marcus me dicen que los siga y llegamos al primer piso. Caminamos hasta un enorme sofá donde veo que están sentados varios y chicos y muy pocas chicas.

—Chicos, ella es mi novia Naomi y ella es Chris, su compañera de habitación.

Uno por uno nos empiezan a saludar con la mano o simplemente agitan su cabeza hacia nosotras.

Un chico muy atractivo con la piel aceitunada me tiende la mano y estrecha la mía. La tiene algo fría por la bebida que estaba sosteniendo, pero su sonrisa es cálida.

—Me llamo Harry. ¿Qué vas a estudiar?

—Arte dramático —digo orgullosa.

—Que cool —sonríe —¿Quieres tomar algo?

Dudo mucho en aceptar —La verdad es que hoy no me apetece beber, igualmente gracias.

—¿Y tienes novio, Christina?

Ya me empezaste a caer mal, Harry.

—Si, si tengo novio.

—¿No te parece muy complicado tener una relación a distancia?

—Va a venir a visitarme cuando más pueda —le digo fastidiada.

—Si en algún momento necesitas a alguien que te consuele, puedes venir a buscarme. No me negaré a semejante belleza como tú.

—Voy a tomar un poco de aire —ruedo los ojos.

Me sujeta del brazo —¿Y no quieres que te acompañe? Suelo ser una muy buena compañía y lo digo en todo sentido, Christina.

—No, gracias —hago una mueca —Pero te llamaré si necesito algo, gracias —sonrió falsamente.

Subo al tercer piso para ver si Lukas aún está despierto. La verdad no me apetece estar en la fiesta, quiero un plan más tranquilo.

—¿Te aburriste tan rápido? —mira la hora en su celular.

—La verdad es que no quería estar en esa fiesta. Además, un idiota me estuvo molestando.

—¿Cómo se llama?

—Henry —frunzo el ceño —Harry, se llama Harry.

—¿Qué te dijo?

—Me insinuó cosas, pero por suerte lo detuve a tiempo.

—Me agradas mucho —sonríe —¿Quieres ir arriba?

Me quedo pensativa —¿No es este el último piso?

—Está la azotea —se encoge de hombros —No todo el mundo ha ido a ese lugar. Digamos que es un lugar algo secreto.

Veo que Lukas abre una pequeña reja que tienen en el techo y sale una escalera colgante.

—¿Es segura esa escalera?

—Chris, no seas miedosa —estira su mano y yo la acepto —Te ayudaré a subir esta escalera. Te prometo que la escalera es segura, nunca hemos tenido un accidente, tal vez seas la primera.

—¡Lukas!

—Lo siento, es broma.

Comenzamos a subir a la azotea y veo que es al aire libre, solo hay una pequeña parte cubierta y es donde guardan la mesa de ping-pong.

Tiene una maravillosa vista hacia la ciudad y también se ve parte de la universidad, creo que puedo hacer una pijamada aquí.

—¿Qué te parece?

—La verdad me gusta mucho este lugar.

—¿Quieres algo para tomar?

Asiento con la cabeza y me da una gaseosa en lata.

—¿Vienen mucho a este lugar?

Vacila con su cabeza —Solo yo.

—¿Te la llevas bien con Marcus?

—Es mi mejor amigo y lleva con mi hermana cinco años. Ha sido un buen hombre con ella, y toda mi familia lo adora.

—Llevan bastante tiempo.

—Eres bastante sociable, ¿verdad?

—Mi círculo social es bastante pequeño. De hecho, en Long Beach no tengo tantos amigos. Obviamente, conozco mucha gente, pero solo considero a cinco personas como mis verdaderos amigos.

—Espero estar en tu lista de amigos. Tú te ves demasiado sociable, pensé que me dirías que eras la típica popular de tu escuela.

—Pues tan popular no era, pero si me conocían algunas personas.

—Chris, ¿qué vas a estudiar?

—Arte dramático —suspiro —Me encanta actuar desde pequeña, es un sueño.

—Pues están hablando con un futuro director de cine.

—¿Estudias producción audiovisual y dirección?

—Así es —sonríe —¿Qué más te gusta hacer?

—Sé cantar, sé bailar, actuó muy bien y toco el piano.

—¿Algo que no sepas hacer? —dice riendo.

—Jugar al fútbol —hago una mueca —Una vez una niña me golpeo en la cara con una pelota y de ahí le tengo miedo al balón.

—¿Cuál es tu libro favorito?

Me rasco la nuca —¿Te sorprenderías si te digo que no me gusta leer?

Él abre los ojos como platos —¿Estudias actuación y no lees?

—No leía los libros de la escuela. Además, soy muy buena actuando y desglosando textos.

—Cuando haga una película, te llamaré.




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