El intercambio

Capitulo 4

Esta mañana he decidido salir al entrenar un poco, siempre me ha gustado estar en forma y tener buena figura. Pues en la carrera de actuación siempre han exigido bastante para mantenerme en forma.

Voy caminando hacia el gimnasio de la universidad y veo que hay varios chicos, ninguna chica viene a este lugar.

Me pongo mis audífonos y comienzo a saltar la cuerda durante treinta minutos, luego veo el saco de boxeo y me pongo los guantes para darle unos buenos golpes.

—No sabía que practicabas boxeo —escucho a Lukas detrás de mí.

—¿Llevas mucho tiempo aquí?

—Te vi dándole unos cuántos golpes al saco.

—He hecho deporte toda mi vida —sonrío —¿Vas a entrenar?

—Te diría que me pegaras con los guantes de boxeo, pero me puedes enviar a la clínica.

—¿Hacemos abdomen juntos? —tomo un poco de agua.

—Espero que no hagas más que yo.

Lukas camina por las colchonetas y las deja en el suelo.

—Yo pensaba colgarnos en el pasamanos y hacer abdominales, pero las podemos hacer en colchoneta.

—¿Haces barras?

—Es lo único que no puedo hacer.

Él toma mi mano y caminamos hasta la barras, me dice que ponga las manos en la barra y ponga mis pies alrededor de su cadera y eso es lo que hago. Ambos subimos las barras y es la primera vez que lo hago, claro que Lukas es el que hace casi todo el trabajo por ambos.

Luego nos colgamos de las barras y comenzamos a hacer abdominales. Lukas lleva más que yo y la verdad es que me siento bastante agotada, decido bajarme y sentarme a tomar agua.

—¿Terminaste? —se sienta a mi lado.

Tiene el cabello mojado por el sudor y supongo que debo estar igual.

—Listo mi entreno de hoy —digo satisfecha —Y gracias por ayudarme a hacer barras.

—Cuando quieras.

—Puedes venir a entrenar conmigo en las mañanas.

—Créeme que aquí estaré —saca su celular —¿Qué harás hoy en la noche?

—Nada —me encojo de hombros —Tu hermana va a ir a una fiesta de una chica de su escuela. Me dijo que no son tan amigas, aun así va a ir.

—Naomi no se pierde una fiesta.

—Ya veo.

—Pues... voy a estar solo en mi apartamento. Te puedo recoger y vamos por comida y vemos películas, ¿qué dices?

—¿Hora?

—La que tú me digas.

—Tú vas a recogerme, dime tú.

—A las siete paso por ti.

Llego a mi residencia y veo que Naomi está tirada en la cama, está leyendo un libro de arquitectura y por la cara que tiene parece que está aburrida.

—¿Estás aburrida?

—Señorita, ¿en dónde estabas? —me mira —¿Haces deporte?

—Cada mañana —ella sonríe —De hecho me encontré a Lukas y entrenamos juntos.

—¿Mi hermano estaba contigo? —su sonrisa aumenta —Eso es algo nuevo.

—¿Qué cosa?

—Lukas hace rato no hacía deporte.

—Pues quedamos en entrenar juntos todos los días.

—¿Futura cuñada?

Me atraganto con el agua —¡Naomi!

—Es broma —ríe —¿Me ayudas a elegir que ponerme?

Camino hasta su armario y saco un short blanco junto con una blusa de color rosa. Me parece que esa combinación es demasiado bonita.

—No tengo zapatos para ponerme.

—Creo que calzamos lo mismo —miro nuestros pies.

Le enseño unos zapatos de color rosa y ella asiente para decir que aprueba la ropa que elegí para ella.

Unas horas después, ella ya está lista para ir a su fiesta y yo estoy viendo que ponerme para mi cita, digo, para verme con Lukas, porque obviamente no es una cita.

—Llámame si necesitas algo —le digo antes de que ella se vaya.

—Gracias, cuñis —besa mi mejilla y se va.

Miro mi armario y me pongo un short negro, una camiseta de color negro y unas zapatillas de color blanco.

Me miro en el espejo por última vez y Lukas me dice que ya está abajo.

Me siento algo nerviosa en cuanto comienzo a llegar al auto. Abro la puerta y él sonríe al verme.

—Que linda te ves.

—Gracias, Lu —él sonríe —Lukas, quiero decir.

—Lu suena lindo —se encoge de hombros —¿Qué quieres de cenar?

—¿Pizza?

—Pensé que ibas a decir ensalada —suspira, aliviado.

—¿Ensalada?

—Pues tienes un cuerpo excelente, pensé que te alimentabas a base de proteína y verduras.

—No, gracias —me río —Me quedo con la pizza y la hamburguesa.

Él conduce y mientras lo hace, ordena una pizza a domicilio.

Llegamos a la fraternidad y esa vez no hay nadie, así que se puede disfrutar del lugar.

—¿Tienen tres pisos para ustedes?

—Si, la casa es muy grande solo para dos personas. Marcus y yo planeamos irnos a un edificio.

—Es una buena idea.

Estamos por subir las escaleras y suena el timbre, ha llegado la pizza.

Subimos al tercer piso y Lukas saca las llaves para abrir. Entramos y me dice que vayamos a su habitación para ver películas.

—¿Vemos una de miedo?

—Estoy sola en la residencia y me da miedo que un espíritu vaya por mí.

—Chris, es una película —se ríe —Podemos poner otra cosa si quieres.

—Está bien, veamos la de miedo. ¿Puedo quedarme hasta que Naomi vaya a casa?

—Por supuesto que si —se ve feliz —Puedes estar aquí cuando tú quieras.

—Gracias, Lukas.

Mi celular comienza a sonar y veo que es Logan, hago una mueca antes de contestar.

—¿Ahora existo? —es lo primero que digo.

—No te enfades, amor. Tuve una fiesta y bueno, ya sabes como me pongo.

—Si, borracho —ruedo mis ojos.

—La verdad no te voy a mentir, estuve muy borracho y por eso no te llame. Cuéntame tú que has hecho.

—Me la paso genial acá —sonrío —No extraño para nada Long Beach.

—¡Auch!

—¿Qué?

—¿No me extrañas?

—¿Y tú? —suspiro —Mira, es más que obvio que las cosas a distancia no van a funcionar. Has estado de fiesta todos estos días y es más que obvio que has estado con alguna otra chica, ¿o me equivoco?

Él no responde —Tu silencio lo dice todo, Logan.

Cuelgo el teléfono y Lukas me mira con la boca abierta —¿Estás segura de todo lo que dijiste?




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