Después de que Naomi me depilara las cejas, cosa que duele mucho más de lo que nunca habría imaginado, me da una vuelta completa y se niega a que me vea hasta que termine. Intento ignorar el gusanillo que siento en el estómago mientras ella me echa los polvos sobre la cara. Le recuerdo una y otra vez que no se pase con el maquillaje, y ella me promete una y otra vez que no lo hará. Me cepilla el pelo y me lo riza antes de cubrir mi cabeza y media habitación con laca.
—Te ves demasiado hermosa. Solo falta que mires que te vas a poner para hoy.
—Gracias, Naomi —me miro en el espejo —Tú también te ves muy linda con tu maquillaje.
—Chris, ¿qué se supone que usa la gente que va a un bar de motociclistas?
—Pues... en realidad no sé que me voy a poner.
Nos quedamos viendo el armario y decido ponerme una falda negra, una camiseta blanca que me llega al ombligo y unos zapatos blancos.
—Yo me pondré esto.
Ella se pone un pantalón abano, una blusa negra de manga larga y unas botas.
La puerta se abre y veo que Marcus entra a la habitación.
—Se ven de maravilla, señoritas. ¿Nos vamos?
Antes de salir, tomo mi cartera y me aseguro de tener todo lo necesario.
Durante el camino, permanezco en silencio, me quedo pensando un poco en lo agradable que es pasar tiempo con ellos.
Llegamos al restaurante y veo que afuera está lleno de motocicletas. Cuando entramos, me siento como si todo el mundo estuviera mirándome, aunque es muy probable que no sea así.
—Hola, Lukas —sonrío al verlo.
—Te ves demasiado linda —se levanta para que me siente con él.
Una mujer llena de tatuajes se acerca a la mesa y toma el pedido de nuestras bebidas. Los únicos que piden cerveza son Lukas y Marcus. Nosotras pedimos una limonada para tomar.
Unos minutos después, ella trae nuestras bebidas y cuando estoy por darle el primer sorbo, escucho un silbido de halago por parte de Neil que acaba de llegar con su grupo de amigo.
—Estás muy linda, futura cuñada —me guiña el ojo y veo que Lukas frunce el ceño.
—¿Ya te vas? —lo mira Lukas —Tu presencia nos incomoda.
—Si, Neil. Tus amigos te esperan —le digo yo.
Él se va, pero no puedo evitar sentir su mirada en mí a cada instante y parece que Lukas se da cuenta de eso.
La mujer vuelve y esta vez toma nota de lo que vamos a comer. Pido una hamburguesa sin tomate porque odio esa verdura. Naomi pide un perro caliente y los chicos piden alitas picantes.
—Las alitas de aquí son deliciosas —nos comenta Marcus.
—La verdad es que yo no cambio una hamburguesa por nada en el mundo —ellos ríen.
La camarera nos trae la comida y me pasa la hamburguesa. Tiene muy buena pinta, si no fuera por las lonjas de tomate que trae.
—Ella pidió la hamburguesa sin tomate —le dice Lukas a la mesera.
—Lo siento. ¿Quieres que te traiga otra?
—Si, por favor —se adelanta Lukas.
La mesera se va y Lukas me dice que coma alitas, pero le digo que esperaré mi hamburguesa.
La mesera regresa y empiezo a comer mi hamburguesa, que por cierto, es una de las mejores que he probado en mi vida.
—¿Qué quieren hacer ahora? —nos mira Naomi.
—¿Por que creo que nos van a invitar a alguna fiesta?
—Porque me están invitando y Marcus y yo tenemos pensado en ir.
—¿Tú vas? —miro a Lukas.
—¿Tú quieres ir? —se voltea a verme.
—Solo si tú quieres ir —me siento como idiota respondiendo.
—No sean aburridos —dice Marcus —Nunca vamos ninguna fiesta juntos.
—Vamos, porfis —me mira Naomi.
—Bien —me encojo de hombros.
Salimos del restaurante y Lukas me dice que me vaya con el porqué no quiere irse solo en su auto.
—¿Si quieres ir a la fiesta? —rompo el silencio.
—No mucho —confiesa —Solo voy para hacerte compañía.
—¿Y Naomi y Marcus no son compañía?
—Se irán a cualquier baño vacío que encuentren y te dejarán sola. Estarás rodeada por muchos idiotas y no quiero que te hagan algo, así que permaneceré a tu lado la mayoría del tiempo.
—¿Qué me dices de ti? —lo miro —De seguro más de una chica estará botando baba por ti en esa fiesta.
—A mí no me interesa ninguna chica que esté en esa fiesta. Además, tu novio se puede enojar si alguien se acerca a ti.
—Logan ya no es mi novio —veo que sonríe un poco.
—No le has terminado de manera formal —hace una mueca.
—¿De manera formal? —imito su gesto —¿Y eso que significa?
—Llámalo y rompe con él.
—Mejor le envío un mensaje de texto —saco mi celular.
Me quedo viendo la pantalla y decido marcarle mañana y decirle las cosas como son. Terminarle de manera oficial por mensaje de texto no crea que sea lo más adecuado.
Llegamos a la fiesta y Lukas se baja conmigo, está bastante pegado a mí. Parece que lo de que no se va a alejar de mí es verdad.
—Lukas, hola —una chica de cabello negro se acerca a nosotros.
—Jane —él besa su mejilla.
No puedo evitar levantar una ceja cuando veo que él besa su mejilla y no entiendo la razón.
Porque te gusta.
Mi mente tampoco es que me ayude demasiado.
—Ella es Chris —me presenta.
—Soy Jane —dice amable.
—Un gusto —sonrío.
—¿Bailamos? —ella lo toma de la mano.
—Tal vez luego.
Escucho que me llaman, volteo a ver y veo a Joe acercarse a nosotros.
—Chris, no sabía que vendrías.
—Yo tampoco —me río —Una amiga me invito.
—Nos invitó mi hermana —habla Lukas —Me llamo Lukas.
—Soy Joe —sonríe —Soy compañero de Chris.
Lukas le da una sonrisa que para mí es demasiado falsa y me toma de la mano —¿Quieres beber algo? Yo sí, acompáñame.
—Te veo luego —me despido de Joe.
Camino al interior de la casa y busco la mesa de bebidas. La verdad no me apetece beber nada de licor, así que solo tomo agua.
—¿Qué haces? —miro que Lukas está bebiendo.
—Bebiendo.
—Estás conduciendo —parpadeó varías veces.