La alarma comienza a sonar y lo primero que hago es irme casi corriendo a la ducha para darme un baño.
Me encuentro perdida en mis pensamientos hasta que escucho que Lukas me llama desde afuera.
—¿Por qué las mujeres tardan tanto? —me da un corto beso cuando salgo del baño.
—Porque nos tenemos que arreglar mucho más.
Me visto lo más rápido posible mientras él permanece tumbado boca abajo en la cama, sin apartar los ojos de mí. Me seco el pelo con la toalla y me visto.
Decido llevar el pelo liso para variar. Después me maquillo un poco, cojo la mochila y compruebo de nuevo que llevo todo lo que necesito antes de reunirme con Lukas en la puerta de entrada. Coge mi bolsa de deporte para la clase de Twerk y yo cargo con mi mochila llena de todo lo demás que pueda necesitar.
Lukas estaciona el auto cerca de la cafetería, ya que no hemos desayunado nada.
—Te ayudo con tu maleta —se la carga en el hombro.
Se la paso con una sonrisa y le doy las gracias por ser tan considerado. Pesa bastante, es cómoda, pero pesa.
—Ahí está Joe —lo señalo.
Sonríe al vernos —Buenos días.
—Hola, Joe.
—Voy a traer nuestro desayuno —me da un corto beso.
La silla chirría contra el suelo embaldosado y llama la atención de todo el mundo. Sonrío a modo de disculpa y me vuelvo para ver bien a Joe.
—¿Practicaste la escena?
—Por supuesto —le paso mi cuaderno —Esos son los antecedentes de mi personaje.
—Yo no tengo muy claros los antecedentes de mi personaje.
—Enséñame el guion.
Él me pasa el guion y comienzo a leerlo detalladamente para ayudarle a resolver todas sus dudas.
—Aquí está tu desayuno, linda —Lukas se sienta a mi lado —¿Qué haces?
—Le ayudo resolviendo unas cosas.
—¿Estudias dirección de cine? —Joe establece una conversación con Lukas.
—Sí, estaré trabajando con su maestra para la grabación de un cortometraje.
—¿Por qué no me habías dicho? —volteo a verlo.
—Era sorpresa, pero que más da.
—Que orgullosa me siento de ti, Lu —le doy un corto beso.
—Debo irme. Mi primera clase comienza en cinco minutos y no quiero llegar tarde.
—Te veo después de mi clase de baile —le digo y él me da un corto beso.
—Te veo luego, linda. Adiós, Joe.
—Adiós.
Caminamos hacia el salón donde veremos la materia de historia del arte. La verdad este tipo de clases me parecen aburridas porque no me gusta ver teoría.
Cuando entramos en el aula, no somos los primeros estudiantes en llegar, pero la primera fila está completamente vacía. Joe y yo nos sentamos por el centro y sacamos nuestros libros.
Por fin llega un señor alto que parece demasiado joven para ser profesor y empieza la lección de inmediato.
—Gracias por venir a mi clase, alumnos. La verdad es que la clase de teoría es la que menos suele gustarle a las personas y la otra verdad es que es algo aburridora.
—Muy aburridora —susurra Joe.
—Les recomiendo a todos los estudiantes que lleven una bitácora sobre esta clase porque les puede servir mucho a la hora de presentar un casting. Hoy no tendremos una clase como tal, quiero conocerlos un poco más.
—¿Puedo ir al baño? —una chica levanta la mano.
—Pueden salir libremente, no tengo problema con eso.
Veo que la mayoría de los estudiantes se comienzan a ir de la clase y me quedo mirando a Joe.
—Me llamo Joe —se levanta —No llevo mucho estudiando actuación, pero en lo poco que llevo me ha ido bastante bien.
—Yo soy Christina y estudio actuación desde temprana edad.
—¿Has estado en algún proyecto?
—Comerciales —le comento —Un cortometraje y eso es todo.
—¿Eres nueva aquí?
—Si, señor.
—¿Alguien más quiere presentarse?
Los estudiantes comienzan a presentarse uno por uno y el profesor se alegra por más de una persona que ha podido tener la oportunidad de actuar en algo.
El resto del día pasa demasiado rápido y lo único que deseo es poder ver a Lukas. Le he escrito varios mensajes, pero no me ha contestado ninguno y supongo que está ocupado en clase.
Entro al gimnasio y me cubro la nariz al presenciar el horrible olor que tienen los chicos de fútbol americano que acaban de llegar de entreno.
—¿Cuál es mi taquilla? —me pregunto en voz baja.
—Puedes usar la que tú quieras —me explica una chica.
Soy tan despistada que se me ha olvidado traer un candado para el casillero.
—¿No tienes candado?
—No.
—Tengo uno de sobra —me lo entrega —La clave está en la parte de atrás.
Entro al vestidor y me pongo una falda short para ir a mi clase de baile.
Salgo del vestidor y me maldigo al recordar que tengo que tener que pasar por el pasillo de los chicos. En cuanto pongo un pie en el pasillo, varios comienzan a silbar y a decirme cosas.
—Oye, linda —uno de ellos me detiene —¿Eres del equipo de animadoras? Porque nunca te he visto.
—Es porque no soy del equipo de animadoras.
—Esa falda te luce genial y no puedo imaginar como te quedaría el uniforme de animadora —sonríe.
—De seguro a mi novio le encantaría verme —le hago mala cara.
—Yo también tengo novia, ojalá fuera tan linda como tú, preciosa —ruedo mis ojos.
Su aspecto no me intimida en lo más mínimo, pero
algo en su sonrisa de superioridad me pone los pelos de punta.
—Déjame pasar o te juro que te voy a golpear.
—¿Tú me vas a pegar? —se burla.
—Ella no, pero yo si.
Lukas aparece detrás de mí y el chico se queda viéndolo.
—Lo siento, pensé que estaba soltera.
—Que mentiroso —le enseño mi dedo medio —Ya te había dicho que tengo novio.
—Aléjate de ella y no te vuelvas a acercar.
Lukas lo agarra de la camiseta y lo estampa contra la pared.
—Como vuelvas a acercarte a ella, te aplastaré la cabeza contra esta pared. ¿Me has entendido?
—Si, si —me mira y se va del lugar.
—Que bueno que llegaste —me cuelgo en su cuello y le doy un beso —¿Qué tal te fue en la clase?