El intercambio

Capítulo 14

Me despierto y veo que Lukas aún sigue durmiendo. Debe estar cansado por todo lo que paso anoche, pero le agradezco tanto de que me haya llevado al hospital.

Me levanto de la cama y decido prepararle el desayuno. Sé que le encanta comer huevo revuelto, así que se los preparo con salchicha, queso y hago una arepa.

—Buenos días, amor —llevo el desayuno a la habitación.

—Amor, ¿qué es esto? —toma el plato —Huele extremadamente delicioso.

—Es mi forma de agradecerte por llevarme al hospital y también quería tener un detalle contigo.

—Están deliciosos —se mete la cuchara a la boca.

—Que bueno que te hayan gustado.

—Oye, amor. ¿Por qué no me habías dicho que tu cumpleaños es la semana que viene? ¿Es por eso que vamos a viajar?

—¿Cómo te diste cuenta? —él ríe —Claro, viste mi identificación ayer.

—¿Por qué no me dijiste?

—Mi hermano y yo cumplimos años el mismo día. Cuando él murió... simplemente no encuentro ningún motivo para celebrar mi cumpleaños.

—¿Era tu mellizo? —yo asiento —Lo siento mucho. Piensa en que a él no le gustaría verte desanimada. De todas formas pienso darte un regalo.

—¿De verdad? —sonrío un poco.

—Ya sé que te voy a dar y no pienso decirte.

Lukas sale a recoger a Marcus en casa de su familia. Creo que tenía un almuerzo familiar o algo parecido, así que Naomi lo tuvo que acompañar.

El timbre comienza a sonar y voy a abrir con una sonrisa en la cara, mi sonrisa se desvanece cuando veo a Logan parado en la puerta.

—¿Logan? ¿Qué haces aquí?

¿Qué demonios haces aquí?

Él me analiza por un momento. De seguro nota mi cara de susto o preocupación.

Sonríe y pasa por mi lado.

—No te he dicho que entraras.

Él se queda en la mitad de la sala y analiza bien el lugar. Parece que está buscando a Lukas.

—¿Estás sola o con tu novio?

Comienzo a rogar para que Lukas llegue en cualquier momento con Marcus. Salieron a comprar pizza y como está lloviendo tan fuerte, el domicilio dijo que no podía venir.

—No, no estoy sola —miento —Y ni siquiera sé por qué entraste al apartamento, no recuerdo haberte dado permiso.

—¿Y quién está aquí? —me mira, levantando una ceja.

—No te importa, Logan —levanto la voz —Sal del apartamento.

—¿Es verdad que ahora vives con el idiota?

Me quedo viéndolo y veo que tiene la respiración acelerada, su pecho sube y baja con velocidad.

—¿Eh?

Se acerca a mí y me toma de las manos de una manera poco delicada que hace que todos los recuerdos vengan a mí enseguida.

—Logan, suéltame —me paro de manera segura.

—¿Qué tiene ese imbécil de especial? ¿Acaso se te han soltado los tornillos de la cabeza?

—¿Cómo te enteraste?

—¿Lo estás confirmando? —frunce el ceño —Te has vuelto loca desde que llegaste a esta universidad. ¿Qué tienes en la cabeza?

—A ti que te importa.

—Ni siquiera sabes qué clase de persona es Lukas. Puede que sea un loco manipulador.

—¿Desde cuándo te interesa mi vida?

—Eres mi novia y necesito que recapacites, Christina.

—¿Qué debo recapacitar? —me cruzo de brazos.

—Tienes dieciocho años, Chris. No puedes irte a vivir con un chico con el que ni siquiera llevas un año de relación. ¿Qué sigue, casarte?

—Lo que haga con mi vida es mi problema. A ti te tiene que importar un carajo lo que yo haga.

—No puedo —grita —Tú eres el amor de mi vida.

—Ya vete, Logan.

—No —se acerca —No me voy a ir hasta que hablemos las cosas.

—¿Y de qué vamos a hablar? —pregunto, irritada.

—¡De nuestra relación!

—Yo no tengo ninguna relación contigo y no quiero tenerla, ni siquiera te quiero como un amigo.

—Ocho años de amistad —me recuerda.

—Y tú los tiraste a la basura desde el día en que me lastimaste, Logan.

—Estás siendo una ridícula.

—¿De verdad crees que soy ridícula por eso? Tú lo único que hacías era manipularme, no me dejabas cumplir mis sueños, no me dejabas disfrutar con mis amigos y yo no me daba cuenta de eso.

—Estás sonando como una víctima.

—Será porque siempre lo fui —levanto la voz —Tú siempre conseguías lo que querías y yo como estúpida te hacía caso. Antes de tener algo me decías que los chicos solo me querían por mi físico y para llevarme a la cama y sabes algo... creí que todo eso era cierto hasta que conocí a Lukas.

—Siento mucho haberte hecho tanto daño. En verdad no me di cuenta de lo que estaba haciendo hasta ahora que me lo dices. Yo solo quiero que vuelvas conmigo.

Yo niego de inmediato y él se acerca a mí, poniendo sus manos en mi cintura.

—Eres el amor de mi vida —dice en voz baja.

—Pero tú no eres el mío —me separo —Estoy enamorada dé Lukas.

—¿Qué tiene ese chico?

—¿De verdad quieres que te diga? —él asiente —Es caballeroso, siempre se preocupa por mí, me deja hacer las cosas que quiero y todo eso es porque nos tenemos confianza mutua.

—Eres una zorra.

—Lárgate de mi apartamento antes de que lleguen Lukas y Marcus.

—Te vas a arrepentir de esto, Chris.

Me empuja contra la pared y tiene su mano en mi cuello, ejerciendo bastante precio. Yo pongo mis manos sobre sus brazos para tratar de soltarme de su agarre, pero es inútil, él tiene más fuerza que yo.

—¡Suéltala! —Lukas lo toma del cuello y lo lanza al suelo.

Marcus se sitúa a mi lado y me toma de los brazos para que no trate de meterme a separarlos o algo por él estilo.

—Lu —comienzo a llorar —Lukas, para ya.

No me hace caso, lo único que hace es seguir golpeando a Logan en la cara.

—¡Lukas! —el se detiene y se me queda viendo.

—¿Que te hizo? —me analiza —¿Se atrevió a hacerte daño?

—Tranquilo —lo tomo de la mano.

—Y lárgate —mira a Logan —No te vuelvas a acercar a Chris, te aseguro que en la siguiente te mandare a una clínica.

Logan solo me da un mirada y se va de la casa.

—Chris, ¿que paso? —Marcus cierra la puerta.




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