Un sonido comienza a interrumpir mi sueño y creo que es el celular de Lukas el que está sonando.
—Mamá, hola —abro mis ojos cuando Lukas habla por su celular —Recién nos despertamos. Si, le voy a decir a Chris. Allá estaremos, nos vemos.
Lukas cuelga su celular y se sienta para voltear a verme.
—Nos invitaron a la casa que tenemos en la playa. ¿Quieres ir?
—Sí, será grandioso —digo feliz.
Nos levantamos de la cama y nos metemos en la ducha para arreglarnos más rápido. Me río un poco de Lukas cuando el champú le entra en el ojo y dice que no puede ver.
—Vas a tener que manejar tú —se seca con la toalla.
—Amor, estás exagerando —ruedo mis ojos —No fue para tanto.
—¿Qué clase de champú es ese?
—Uno que tiene extracto de cebolla para que me crezca el cabello.
—Pero tu cabello no huele a cebolla —comienza a oler mi cabeza.
—Obvio que no, tonto.
Comienzo a vestirme y me pongo algo cómodo, pero a la vez muy lindo para ir a la casa de la playa. Me pongo un vestido de color amarillo que tiene pequeñas flores estampadas.
—Siempre estás hermosa —Lukas me da un corto beso.
—Gracias, amor.
Nos montamos en el auto y mi novio me pide manejar porque al parecer si le quedo molestando un poco su ojo. Enciendo la radio y Lukas comienza a cantar una canción que está sonando.
—¿Quieres que paremos en la farmacia? —volteo a verlo en el semáforo —Te servirá mucho ponerte unas gotas para los ojos.
—Está bien.
Me detengo en la farmacia y pido unas gotas para los ojos. Le explico a la señora lo que sucedió y ella me entrega unas gotas, me dice que debo ponerle dos gotas en cada ojo.
—Amor, debes ponerte dos gotas en cada ojo —se las entrego cuando subo al auto.
—¿Me las puedes poner? —me entrega las gotas.
Lukas se recuesta en su asiento y yo me acomodo en mi lugar para ponerle las gotas. Él cierra los ojos antes de que la gota caiga y yo le doy un golpe.
—Mantén los ojos abiertos —lo regaño.
—Lo siento.
Después de ponerle las gotas, me dice que quiere que siga conduciendo hasta la casa en la playa. Dice que conduzco demasiado bien y que va a seguirme prestando su auto.
—Mis papás me van a dar uno de cumpleaños —le digo con una sonrisa.
—¿Qué auto te van a dar?
—Aún no lo sé —me encojo de hombros —Ni siquiera me han dicho que me van a dar un auto de cumpleaños, pero lo presiento. Ellos saben que necesito un auto para vivir acá.
—Puedes usar el mío.
—Me gusta tu auto, pero quiero uno propio.
Sigo manejando con sus indicaciones y llegamos más rápido de lo que esperaba. Me gusta mucho la velocidad y manejo bastante bien.
—¿Manejo bien, verdad? —volteo a verlo.
—Si, amor.
La madre de Lukas abre la puerta de la casa y corre a darnos un abrazo en cuanto nos ve. Entramos a la casa y veo que es bastante bonita. La casa es de color azul y eso le da el toque playero.
—Me gusta mucho esta casa —le digo a Kimberly.
—A Lukas le encanta —me dice ella —¿Cuándo se van para Long Beach?
—En tres días.
—Es por su cumpleaños —dice Lukas —Ay, lo siento.
—No pasa nada —en verdad veo que está arrepentido.
—¿Qué quieres hacer de cumpleaños? —Kimberly siempre es tan amable.
—Mamá, no creo que...
—Con ustedes lo tengo todo —ella sonríe.
—Me agradas mucho y me gusta que seas novia de mi hijo. No me cabe duda de que ustedes son el uno para el otro.
Vamos a la habitación a la que Lukas me lleva y ponemos todas nuestras cosas encima de la cama. Salgo al pequeño balcón y Lukas pone sus brazos alrededor de mi cintura.
—Te amo —yo sonrío al escuchar eso —Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
—Tú eres el mejor hombre —lo beso —Y no quiero que esto acabe porque te quiero para toda la vida. Yo nunca me imagine formar una familia con alguien, pero si lo llego a hacer, quiero que sea contigo.
—¿Nos tomamos una foto? —saca su celular.
Nos tomamos varias selfies y las subimos a nuestra historia de Instagram. Yo nunca subí una foto con Logan a mi Instagram, siempre me decía que no le gustaban las fotos y que no quería que nadie se metiera en nuestra relación.
—Me iré a cambiar —Lukas entra al baño.
Comienzo a buscar mi bikini y escucho que mi celular comienza a llenarse de notificaciones. Lo reviso y veo que Harry me ha escrito, más bien, respondió a mi historia diciendo "Que suerte tiene Lukas de tenerte porque eres demasiado hermosa"
—¿Qué miras? —Lukas sale del baño.
—Una vieja amiga —elimino el mensaje —Voy a cambiarme.
Entro al baño y me pongo mi bikini junto con mi ropa para ir a la playa. Salgo del baño y Lukas me espera sentado en la cama.
—Lukas, la abuela está aquí —grita Kimberly.
—Ven —estira su mano —Vas a conocer a mi abuela y le vas a encantar.
Salimos a la sala y abro los ojos cuando veo a la mujer que salvo en el centro comercial. Ella sonríe ampliamente y Kimberly nos mira con cara de confusión.
—No sabía que eras la novia de mi nieto.
—¿Se conocen? —nos mira Lukas.
—Tu abuela me llevo a casa el día del robo —le explico —Gracias, otra vez.
—Lukas, ¿cómo dejas que una chica tan linda salga sola?
—Yo no sabía que ella iba a salir, abue —me da un abrazo —De ahora en adelante, ella nunca más estará sola.
—Eso espero —lo regaña —Por cierto, me llamo Rose.
—Chris —sonrío.
La abuela de Lukas me cae genial y se ve que ella lo ama demasiado.
La puerta se abre y vemos que Brad llega con varios paquetes que deja en la mesa de la cocina.
—Tenía que hacer una compras —nos dice —Hola, mamá.
—¿Trajiste salsa rosada? —es lo primero que le dice Rose —Ya me está dando un poco de hambre.
—Vamos a la playa —me dice Lukas —Abuela, ¿vienes con nosotros?
—Iré a ponerme el vestido de baño. Vayan ustedes y los alcanzo en cualquier momento.
Salimos a la playa y recuerdo el primer día que fui con Lukas a la playa. En ese tiempo ni siquiera éramos tan cercanos, recién nos estábamos conociendo. Aunque debo admitir que me gusto desde el momento en que lo vi en mi habitación.