Salimos del aeropuerto y busco a mis papás por todas partes. Veo una cabellera rubia y corro a los brazos de mi mamá, ella me corresponde el abrazo de inmediato y luego se separa de mí para saludar a Lukas.
—Que bueno que al fin podamos conocernos en persona —le da un abrazo.
—El placer es todo mío —sonríe.
—Tu papá nos espera en el auto —dice —No conseguimos donde parquear el auto.
Caminamos al auto con nuestras maletas y mi papá se baja para ayudarnos.
—El chico que se robó el corazón de mi niña —le da una mirada a Lukas —Es un placer tenerte por acá, hijo.
—Espero venir más de seguido o ustedes pueden ir a visitarnos —se dan la mano.
Nos montamos en el auto, y Lukas y mi papá van hablando sobre un partido de fútbol, que la verdad no entiendo casi nada.
—¿Juegas futbol? —le pregunta mi papá.
—Si, señor.
—En la noche hay un partido de fútbol. ¿Quiere ir a jugar?
—¿Te vas a robar a mi novio? —entrecierro los ojos.
—Nosotras saldremos con mis amigas —dice mamá.
—Prefiero ir a ver el partido, sinceramente.
—Ellas quieren saludarte, Chris.
—Bien —doy un suspiro —No creas que voy a visitar a cada persona que quiera verme.
—Solo esta noche —ella sonríe.
Entramos al sector por donde vivo y veo mi hermosa casa. Mi casa tiene dos pisos, la fachada es blanca y tiene una enorme zona de parqueo para los autos.
—Mi bebé —grito bajando del auto y saludando a mi perro.
Mi perro comienza a saltar y dar vueltas en el mismo puesto. Thomas y yo somos bastante unidos. Hemos estado juntos desde que era un cachorro.
—Es muy lindo —Lukas lo saluda y él le mueve su cola.
—Le agradas —dice mi mamá.
Entramos a la casa y veo que sigue igual de linda que cuando me fui. Lo único que hay de nuevo es un espejo que está en la sala.
—Ven, te llevaré a la habitación —lo tomo de la mano.
Subimos a mi habitación y sonrió cuando veo un ramo de flores sobre mi cama. Miro la tarjeta y es de mi papá, dice "Bienvenida a casa, mi actriz preferida"
Mis papás siempre me han apoyado en esta carrera y es algo que les agradezco demasiado. Había mucha gente que les decía que esto no era una carrera y que no iba a poder vivir de esto. Yo solo espero poder callar todas esas bocas.
—¿Y dónde voy a dormir?
—Aquí en mi cama —comienzo a reír.
—¿A tus papás no les incomoda?
—En absoluto. Además, tú les agradas demasiado.
Dejamos nuestras cosas y bajo corriendo para darle las gracias a mi papá por las flores.
—¿Y qué quieren para el almuerzo? —nos pregunta papá.
—¿Podemos comer parrillada? —mi padre asiente.
Él le marca a su amigo y le dice que nos tenga lista una mesa para cuatro personas. Su amigo tiene el mejor restaurante de Long Beach.
Nos montamos en el auto y le voy preguntando a mi mamá sobre a que lugar vamos a ir con sus amigas para así saber que debo ponerme esta noche.
—¿Soy la única de mi edad, verdad?
—Si —noto que no está convencida.
—Si esa niña llega a ir, te juro que me devuelvo.
—¿Qué niña? —mi novio me mira.
—Se llama Alexa —hago una mueca.
—Le tenía mucha envidia a Chris cuando eran niñas y la imitaba en cada cosa que hacía. Incluso una vez trato de robarle a sus amigos —le cuenta mi papá.
—Ya maduro —ríe mi mamá —No creo que vayan a tener ningún problema.
Llegamos al restaurante y el amigo de papá sale a recibirnos con una gran abrazo.
—Chris, estás más alta —me dice —¿Tu novio?
—Si, señor —se adelanta Lukas —Me llamo Lukas.
—Yo Mark —le da la mano —Les separé la mesa en el segundo piso justo al lado de la ventana para que tengan una hermosa vista.
—Siempre atendiéndonos tan bien —mi papá camina a su lado.
Entramos al restaurante y llegamos a la mesa que nos reservó Mark. Mi papá le dice que se siente con nosotros para comer la parrillada, pero él se niega y dice que debe atender el negocio.
—¿Ya sabes que quieres para tu cumpleaños?
—Estar con ustedes —digo, tranquila.
—¿Ya no te hablas con tus amigos? —mi mamá se ve confundida.
—No, gracias. No quiero ver a Logan nunca más, así que no quiero que se entere de que estoy aquí.
—Yo creo que se va a dar cuenta —dice papá —Al menos invita a tus amigas y diles que no le digan nada.
—Siento mucho lo de Logan, hija —añade mamá —A mí nunca se me paso por la cabeza que ese chico fuera tan desquiciado. Lo bueno es que ahora estás con un chico que realmente te valora.
—A tu hermano no le caía bien Logan —suelta mi papá.
Es verdad, mi hermano varias veces me dijo que me alejara de Logan. Decía que él no era bueno para mí y que en algún momento iba a hacerme daño.
—Les traje unas entradas —el amigo de papá se acerca con unas arepas fritas.
—Supongo que voy a subir de peso —bromeo un poco.
Comienzo a comer y sonrió al sentir este delicioso sabor de la comida. Hace rato no me alimentaba de esta manera y la verdad es que hace demasiada falta.
Luego del delicioso almuerzo decidimos ir a casa para descansar un rato y luego cada uno va a su lugar de destino.
—¿Y como te cayeron mis padres? —me recuesto en su pecho.
—De maravilla —acaricia mi cabello —Tenía miedo de no agradarles.
—Lukas, tú le agradas a todo el mundo.
—No a todos —se ríe —A tu exnovio no le agrado y él tampoco me agrada.
—Ya, eso es diferente —me río —En Stanford todos te aman.
—¿Tú me amas?
—Obvio.
—Con eso me basta.
Cierro los ojos y gruño cuando me acuerdo del compromiso de esta noche. Me levanto de la cama y miro mi armario para ver qué ponerme. Miro un short de color rosa, una blusa blanca y decido sacar unas sandalias para verme más elegante.
—No quiero ir a esa estúpida cena —vuelvo a tirarme en la cama.