Me pongo un pantalón blanco y un top de color palo de rosa con una cartera del mismo color. Me recojo la mitad del cabello y el resto lo dejo suelto.
Salgo del baño y veo que mi novio tiene puesta la camisa azul que lo hace ver extremadamente sexi.
—Ya te dije que voy a matar a cualquier chica que te mire —pongo mis brazos alrededor de su cuello —Te ves demasiado lindo, Lu.
—Tú estás muy atractiva —pone su mano en mi cola.
—¡Lukas!
—¡Chris! —dice de la misma manera.
Empiezan a tocar la puerta y sé que son Marcus y Naomi.
Nos vamos en el auto de mi novio porque él dice que casi no va a tomar alcohol.
—¿Y a dónde vamos? —volteo a mirar hacia atrás.
—Primero vamos a ir a un restaurante —me dice mi amiga —Ya hice la reservación.
—¿Reservación? —ella asiente —Ya quiero llegar.
Llegamos a un restaurante muy bonito. Las luces son de color morado y azul. La mesa que reservó Naomi es pegada al balcón y tenemos vista a la calle. La mesa está decorada con globos de color rosa que dicen Feliz Cumpleaños.
—Buenas noches, yo seré quien los atienda esta noche —se acerca un chico de cabello rizado.
El chicho nos entrega el menú y optamos por pedir unos nachos y unos cócteles granizados para beber.
Nos quedamos hablando durante veinte minutos y los cócteles son los primeros en llegar.
—Está delicioso —le doy un sorbo.
Miro a la derecha y veo que el chico que nos está atendiendo se quita su uniforme y sube a una tarima con más personas. Anuncia que él es el cantante de la banda y presenta a cada uno de sus integrantes para empezar a cantar.
—Aquí está la comida —una chica de cabello rojo se acerca —Me avisan si necesitan algo.
Comenzamos a comer y veo que el chico que canta no para de mirarme y sonreír. Espero que Lukas no se dé cuenta o se va a enfadar.
—¿Y de aquí a donde vamos? —pregunta mi novio.
—Podemos buscar una discoteca —le dice Marcus.
—Me gusta la idea —digo, tomando un nacho con bastante queso.
La banda termina de tocar y el mesero se acerca a nosotros para preguntar si necesitamos algo más. Lukas pide otros dos cócteles, yo prefiero no tomar tanto porque no quiero estar borracha cuando nos vayamos para la discoteca.
—Sus cócteles —el mesero los deja en la mesa.
Le doy un sorbo al cóctel de Lukas y me doy cuenta de que está bastante rico. Le saco las gomitas que vienen rellenas de licor y me las como todas de inmediato.
—Está muy buena —Naomi toma del vaso de Marcus.
—Voy al baño —digo.
Cuando voy al baño me miro en el espejo y retoco mi labial un poco. Voy saliendo del baño y el mesero se queda viéndome.
—Eres muy linda, que tengas linda noche.
—Gracias —trato de no sonar grosera.
La verdad es que trato de controlarme bebiendo alcohol porque suelo emborracharme demasiado fácil.
Los chicos pagan la cuenta y nos preguntan a donde queremos ir.
—Pues el otro día vi en mi Instagram un lugar donde se puede bailar y también venden cócteles granizados —busco en mi celular.
—He escuchado que es bueno —dice Naomi —Estoy de acuerdo en que vayamos.
Llegamos al lugar y vemos que está demasiado lleno, literalmente veo más de cuarenta personas haciendo la fila.
—¿Y ahora? —Lukas me pega a él cuando un chico pasa por nuestro lado.
—Miren —Naomi señala un lugar —Se escucha buena música y venden cócteles.
—Vamos.
Pasamos la calle y llegamos a un pequeño local, pero la verdad es que si tienen muy buena música. Una chica de cabello negro se acerca y nos pregunta que vamos a beber.
—Whisky —pide Marcus.
Ella nos entrega la botella y la primera en beber soy yo al ser a la que le están celebrando el cumpleaños.
La siguen en beber en Naomi y luego siguen los chicos.
La verdad es que el lugar es demasiado pequeño y estamos parados casi en la calle.
—No quiero estar aquí —nos dice Marcus —La verdad prefiero que hagamos la fiesta en la casa.
—Este lugar es demasiado aburrido —dice mi novio.
Naomi y yo bebemos otro trago y los chicos nos toman de la mano para hacernos caminar hasta el auto de Lukas.
—Amor, pon música —él me da su celular y coloco la música.
—Vamos a una discoteca —grita mi amiga desde atrás.
—Si —la apoyo —Yo no me quiero dormir.
Los chicos comienzan a hablar sobre una discoteca a la cual podemos ir. La verdad es que yo siento que el trago ya se me está subiendo a la cabeza, pero no voy a demostrarlo.
—Los amo —grita Naomi.
—Estás borracha —me burlo.
Lukas sigue manejando hasta la discoteca y cuando al fin consigue parqueo nos bajamos del auto. Él me toma de la mano para ayudarme a caminar hasta la entrada de la discoteca. Desde afuera se escucha que está sonando música de reggae y amo bailar esa música.
Buscamos una mesa y nos sentamos los cuatro, la diferencia es que yo me siento encima de Lukas y comienzo a moverme encima de él.
—Hola, ¿qué desean ordenar? —una chica se acerca a nosotros y se queda viendo a Lukas.
—Amor, ¿quieres algo? —lo beso y niego —Solo dos cervezas.
—En un momento —ella se aleja.
—¿Celosa? —bromea y ruedo mis ojos.
—Mira, el trago se me subió a la cabeza y no necesito a ninguna idiota que venga a coquetear contigo.
—Princesa, tranquila —besa mi mano —Y deja de moverte, por favor. Estoy teniendo un gran problema y sabes de qué hablo.
—Yo te ayudo en la casa.
Naomi y yo nos paramos a bailar a la pista y los chicos se quedan bebiendo su cerveza. Veo que un chico se trata de acercar a mi amiga y la tomo del brazo para alejarla del hombre.
—Están muy lindas —sonríe.
—Gracias —la tomo de la mano y nos devolvemos a la mesa.
Veo que la mesera está en nuestra mesa y no para de sonreírle a mi novio, así que siento que la sangre se me sube a la cabeza y explota cuando ella le toca su brazo
—¿Qué crees que haces? —me quedo detrás de ella.