El intercambio: De regreso a casa

Capítulo 2

Lukas Jensen

¡Maldición! El dolor de cabeza me está matando.

Intento abrir mis ojos y los abro cuando comienzo a recordar lo que sucedió anoche.

¿Cómo llegue a mi habitación?

Recuerdo que anoche llegue con una chica al apartamento, pero no recuerdo si se fue.

La puerta del baño se abre y ella sale con una sonrisa en su cara.

—Buenos días, dormilón.

¿Quién se cree para hablarme de esa manera? ¿Y qué tienen de buenos los días?

Me pongo la camiseta y ella se queda viéndome de manera extraña.

—¿Por qué te estás vistiendo?

—Porque tengo cosas para hacer —digo de mala gana.

La verdad es que no tengo nada para hacer, simplemente quiero que se vaya para poder seguir durmiendo.

—Ahhh.

—En la portería te pueden pedir un Uber.

—Lu, vinimos en mi auto —sonríe.

¿Lu? Solo una persona en el mundo me ha llamado así. ¿Quién se cree que es para llamarme de esa manera?

—No me digas Lu —ruedo mis ojos —Ya puedes irte.

—Anoche no tuvimos sexo. ¿Qué te parece hacerlo en la mañana?

—No.

—Idiota —suelta, ofendida.

—Gracias. Me lo dicen de seguido.

La verdad es que después de Chris, solo he estado con una persona y fue estando demasiado drogado. Claramente, al día siguiente me lamenté todo el día hasta quedarme dormido.

He intentado salir con mis amigos y conocer a algunas chicas, pero ninguna es como Chris. Ninguna tiene esa dulzura y maldad a la vez. Ninguna tiene esa hermosa cara y el hermoso cuerpo que ella tiene.

El otro día salí con un amigo a una fiesta y en el momento en que la chica se acercó a mí para intentar besarme, le puse la mano en la cara y la aleje de mí. Ella se ofendió bastante y derramo toda su bebida sobre mí.

La chica se comienza a poner su vestido, sus tacones y me da varias miradas para ver si cambio de opinión, pero no lo hago. No pienso tener sexo con nadie.

Ella sale de mi habitación y mis amigos niegan con su cabeza cuando ella sale del apartamento.

Me siento mal porque los he tratado de la mierda todos estos meses. Casi no he vuelto a salir con Marcus, el cual ha sido mi mejor amigo durante años. De vez en cuando hablo con mi hermano para que me cuente cosas sobre Chris. Claramente, no le pregunto de manera directa, pero Neil dice las cosas sin preguntar. Con mi hermana es la que menos hablo y es porque siempre que trato de hablar con ella, me pone el tema sobre Chris.

—¿Qué? —los miro de mala gana.

—Ya madura, Lukas —me dice mi hermana —Tu actitud nos está afectando a todos, aunque no te des cuenta.

—¿Por qué haces esto? —pregunta Marcus —Tú ni eres así, amigo.

—No me acosté con ella —les explico —No me he acostado con nadie.

—Lukas, sabes que estamos para ti —me dice mi hermano Neil —Puedes hablar con nosotros de lo que tú quieras.

—Lo sé.

Me siento en la sala y me derrumbo por completo. Necesito dejar salir todo lo que he estado reprimiendo por todo este tiempo. Me he sentido solo últimamente y de eso me he encargado yo mismo.

Necesito a mi familia de regreso.

—La extraño tanto —comienzo a llorar —Yo no la engañe. Pensé que dejarla haría que me doliera menos su partida, pero no fue así. Me siento como un completo idiota.

—Lukas —Neil se acerca a abrazarme.

Nunca me había dejado ver de esta manera tan vulnerable delante de mi familia. La única que sabe de este lado mío es mi madre. Voy los fines de semana a casa y me siento con ella para hablar y darme unos cuantos golpes de pecho por la idiotez que cometí.

—¿Y si tratas de recuperarla? —me anima mi hermana.

—Ha pasado un año —me encojo de hombros —De seguro ella ya me olvido y tiene un nuevo novio.

—No —me dice Neil —Hablo con Chris a diario y siempre me pregunta por ti.

—¿De verdad? —se me ilumina el rostro.

—Viene la semana que viene.

¿Chris viene la otra semana? Siento que mi corazón va a salirse de la alegría que tengo en este momento.

Naomi enciende la televisión y vemos que están hablando de la película de Chris y el idiota de Joe.

—Van a dar la Premiere —mi hermana está emocionada.

Entonces, ella aparece en la pantalla con una enorme sonrisa en su cara. La conozco y sé que no está del todo feliz. Joe llega a su lado y pasa su mano por la cintura de mi chica.

¿Qué haces, maldito idiota?

Nunca me agrado ese tipo. Siempre le vi las intenciones que tenía con Chris, pero nunca se lo dije a ella.

—¿Ellos...? —no me atrevo a hacer la pregunta.

—No —mi hermano me responde —Ella está soltera y no le interesa estar con nadie.

Miro al televisor y veo como él se acerca a darle un beso en los labios. Ella hace una sonrisa forzada que sale más bien como una mueca.

—¿Soltera? —me levanto del sofá.

—No, Lukas... —trata de detenerme, pero no se lo permito.

Tomo las llaves de mi auto y salgo de mi apartamento. No pienso quedarme a ver como Chris sigue besándose con ese idiota. Tal vez luego le dé por confirmar su relación con Joe y eso sí que me destrozaría el corazón.

Quiero llamarla y decirle que cometí un gran error al dejarla ir, pero aun así no lo hago.

Llamo a Ethan un viejo amigo, necesito que alguien me acompañe a pasar mis penas y Ethan es una buena elección. Nos conocimos en un bar hace un año cuando Chris se fue.

—Hola, amigo —dice cuando contesta.

—Ethan, ¿qué estás haciendo?

—Nada. ¿Qué tienes en mente?

—¿Vamos a un bar? —cierro mis ojos ante mi pregunta.

—Claro amigo. ¿Llevo chicas?

Mis amigos odian a Ethan por el hecho de que se relaciona con muchas mujeres que no son tan buenas por no decir otra palabra. Mantiene acostándose con todas las chicas que se le cruzan por el camino. Me ha ofrecido a varias chicas, pero siempre le digo que eso no es lo mío.




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