El intercambio: De regreso a casa

Capítulo 4

Los rayos del sol iluminan toda la habitación.

Miro mi teléfono y veo que son las seis de la mañana. Esta hora está perfecta para salir a correr un rato.

Saco una botella de agua y salgo de la casa para correr y despejar un poco mi mente. El recuerdo de Lukas entrando al apartamento con esa chica llega a mi cabeza y saco esa horrible imagen de mi cabeza.

Mi celular comienza a sonar y veo que es Neil.

—Hola.

—¿Dónde estás?

—Salí a correr —me detengo —¿Pasa algo?

—Pensé que habías escapado.

—Ya casi llego a casa.

—Chris, los chicos y mi hermana quieren que salgamos a desayunar.

—Voy llegando a casa —cuelgo.

No quiero ver a Lukas, pero tampoco quiero ignorar la salida con mis amigos. No dejaré que la presencia de Lukas me afecte. Iré a desayunar con ellos, simplemente lo ignoraré.

—Neil, ya llegué —cierro la puerta.

Él baja las escaleras y llega a mi lado.

—¿Quieres ir?

—Sí.

Subo a la habitación y me doy un baño para salir a desayunar. Me pongo un vestido blanco de manga larga y encima un chaleco beige y por supuesto me pongo unos botines beige.

—Estás preciosa —sonríe —¿Lista?

—Muy lista.

Nos montamos en el auto y me quedo viendo por la ventana casi todo el camino. No quiero pensar en que Lukas va a estar ahí y tal vez este con la chica que estaba ayer.

¿Cómo lo voy a saludar? ¿O será que no lo saludo?

Lo voy a saludar porque soy una persona muy madura.

—¿Me estás escuchando? —Neil me saca de mis pensamientos

—No, lo siento.

—Te estaba diciendo que en la noche vamos a ir a cine. ¿Quieres venir?

—Sí.

Llegamos al restaurante y veo que nuestros amigos ya nos están esperando. Veo a Lukas y veo que está inquieto. El lado bueno es que su amiga no está por ningún lado.

—Chris —Naomi se lanza encima de mí.

—Hola —le doy un fuerte abrazo —Hola, Marcus.

—Hola, Chris. ¿Qué tal noche pasaste?

—Excelente —miento —Hola, Lukas.

—Hola, Chris —sonríe —Estás muy linda.

—Gracias —trato de no sonreír.

Entramos al restaurante y me siento al lado de Neil. Para mi mala suerte, tengo a Lukas enfrente mío y no para de mirarme, cosa que me hace sentir realmente incómoda.

—¿Qué vas a comer? —miro a Niel.

—Huevos con pan y unos Wafles —se detiene —Y también quiero un yogurt.

—Yo quiero unas tostadas francesas.

—Igual —dice Naomi.

El mesero se acerca y se queda viéndome. Miro de reojo a Lukas y veo que tiene la ceja levantada, también tiene sus puños apretados.

—¿Y tú qué quieres? —me pregunta el chico.

—Tostadas francesas —le responde Lukas.

—Eso mismo —le sonrío al chico —Gracias.

Reviso mi celular y veo que no tengo nada importante hasta el momento.

—Voy a ir al baño —dice Naomi —¿Me acompañas, amor?

Espero que no sea una excusa para dejarme a solas con Lukas.

—Neil, ¿puedes buscar algo en el auto? —dice Marcus.

—Sí.

Yo lo golpeo por debajo de la mesa.

—Ya vengo —me mira.

—Te voy a matar —le susurro.

Todos se van y me quedo a solas con Lukas. Él se queda viéndome y parece que está buscando las palabras para poder hablar. No sé por qué se toma el tiempo de pensar en que decir, la verdad es que yo no quiero hablar con él y tampoco me interesa.

—Chris...

—¿Si?

—Yo...

—¿Qué pasa?

—Es que...

—Tranquilo, Lukas —ruedo mis ojos.

Por suerte el mesero se acerca a nosotros y trae nuestros desayunos. Los chicos se acercan y le doy una mala mirada a Neil.

—¿Y si encontraste lo que buscabas? —miro a Neil.

—Sí.

Miro mi celular y veo una notificación de un apartamento con las descripciones que estaba buscando.

—¿Me acompañas a ver un apartamento? —miro a Neil.

—¿Te vas a mudar? —me mira Lukas.

—No me voy a quedar en un hotel toda mi vida.

—Yo pensé...

—¿Que iba a vivir en tu apartamento? —él asiente un poco triste —Por supuesto que no. ¿Por qué me iría a vivir al mismo lugar que tú?

¿Acaso creer que voy a volver a caer en su juego?

Lo más probable es que lo hagas.

Seguimos tomando el desayuno y cuando salimos veo que Lukas se acerca a mí.

—¿Necesitas algo? —me cruzo de brazos.

—Necesito hablar contigo.

Me quedo viéndolo a los ojos por un instante y luego le quito la mirada. No puedo volver a mirarlo.

Porque sabes que estás enamorada.

Pues es obvio que siento algo, pero no voy a demostrarlo. Necesito actuar normal delante de él y hacer como si no me interesara en lo absoluto.

—Lukas, siendo sincera, no quiero hablar contigo por ahora.

—Chris, yo sé que...

—Déjame en paz, por favor —trago saliva —Hablaré contigo cuando sienta que pueda hacerlo.

—¿Por qué estabas ayer en el apartamento? —me pregunta con algo de esperanza.

—Porque me dijeron que tú no estabas. Si hubiera sabido que...

Me interrumpe —No habrías ido.

—Correcto.

—¿Vamos a casa? —se acerca Neil —Los chicos también van a venir.

—¿Te quieres ir conmigo? —Lukas se acerca.

—Vine con Neil.

Neil y yo nos montamos en el auto y siento que las lágrimas quieren salir, pero trato de contenerlas. Lo que hago es soltar un gran suspiro que llama la atención de Neil.

—No, Chris —él me abraza.

—Me duele mucho —admito —No pensé que fuera a ser tan difícil verlo.

—Tranquila.

Maneja hasta casa y nos quedamos todos en la sala viendo televisión. Aparece el canal de chismes y desgraciadamente aparece mi rostro junto con el de Joe.

—¿Tienen algo? —pregunta Naomi.

—No —la miro —Solo somos amigos.

—¿Recuerdas a Harry? —me pregunta Marcus y yo asiento —Me pregunta mucho por ti.




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