Termino de ponerme el vestido negro y encima me pongo las alas de ángel. Este vestido hace que mi cuerpo se vea realmente perfecto.
Hoy tenemos la fiesta de Halloween en la casa de Elizabeth. No me importa que sea en su casa, lo único que quiero es divertirme con mis amigos. Además, estoy casi segura que con la cantidad de personas que van a haber en esa casa, ella no se dará cuenta de mi existencia.
—Te ves muy linda —dice Naomi —¿Tu novio va a ir?
—¿Qué novio? —la miro, confundida.
—Joe —dice sin problema.
—No es mi novio.
La fulmino con la mirada cuando escucho que Lukas cierra la nevera con bastante fuerza.
—¿Te vas a ir así? —Lukas abre sus ojos.
—¿Qué tiene?
—Nada —rueda sus ojos.
Nos montamos en el auto y Marcus va adelante con Naomi. Miro a Lukas y veo que tiene los puños apretados.
Llegamos a la residencia donde vive Elizabeth y sigue igual que antes, solo que hoy está decorada con la temática de Halloween. Subimos al segundo piso y veo que hay muchas personas bailando.
—¿Sabe Joe que ya llegaste? —me pregunta Elizabeth cuando se acerca.
¿Por qué tuve que encontrármela?
—No —me encojo de hombros.
—Yo creo que va a morirse cuando te vea —le pone más leña al fuego —Se ve que tú le gustas mucho y ni hablar de ese vestido que llevas puesto. De seguro tendré que limpiarle las babas a más de uno que te vea.
—Somos amigos —le informo —Y no me interesa lo que piensen la demás personas.
Elizabeth se aleja con una enorme sonrisa y veo que Lukas tiene cara de molesto por todo le que ella acaba de decir.
—Hola —escucho la voz de Joe —Te ves muy linda, Chris. Tú también, Naomi.
¿Por qué esto tiene que estarme pasando a mí?
—Gracias.
—¿Un trago? —Marcus le pasa un vaso con licor.
Joe le da un sorbo y hace una cara de asco.
—Está bastante fuerte.
No te quejabas en nuestras borracheras, amigo.
—¿Te gusta? —le pregunta Lukas.
—¿Que cosa?
—El trago, obviamente —parece querer matarlo.
—Está rico. ¿Vas a beber? —me pregunta.
—No —Lukas responde por mí.
—¿Por qué no? —volteo a verlo.
—No quiero que tomes aquí.
—¿Por qué?
—Hay muchos idiotas y de seguro quieren estar contigo.
—Lukas, no empieces.
—¿Por qué? ¿Te vas a ir con él? —susurra cerca de mis labios.
Su actitud ya me está cansando. Se está comportando como un niño. Además, él fue el que me dejo a mí.
—Y si quisiera, ¿qué? ¿Tienes algo que decir al respecto?
Todos nos alejamos a la pista menos Lukas. Nos ponemos a bailar entre los cuatro y Marcus me da de la bebida que tiene en su vaso.
—Chris, se te corrió el labial —me dice Naomi.
Me limpio con una servilleta y ella asiente cuando ya estoy bien.
Siento unas manos en mi cintura y no me hace falta mirar para atrás para saber quien es. Reconozco su perfume y la manera en que siempre pone sus manos en mi cintura.
No me siento cómoda con esto. Miro a Marcus y él parece entender.
—Chris, ¿vamos a la terraza? —yo asiento —Tengo que hablar contigo y también necesito algo de aire.
Lukas se queda viéndolo de mala gana y yo aprovecho para salir de ahí con Marcus. Llegamos a la terraza y escucho los pasos de Lukas detrás de nosotros.
¿Acaso no entiende que no quiero verlo?
—¿Necesitas algo? —le pregunta Marcus.
—¿Por qué se te había corrido el labial? ¿Te besaste con él?
—Lukas, no…
—Ella no se besó con nadie.
—¿Te has acostado con él? —su pregunta me molesta más —¿Qué hiciste con él todo este año?
—Sabes que no me acostaría con él —ruedo mis ojos —Yo no soy como tú, Lukas. Que estando conmigo de seguro te acostaste con otras.
—Solo con una chica y fue cuando ya no estábamos juntos. Pero yo nunca te engañe, tienes que creerme, por favor.
—Yo mejor me voy —miro a Marcus.
—¿Te irás con Joe? —me detiene Lukas.
—Deja a Joe fuera de esto —le grito —No me gusta Joe y tampoco Harry.
Bajo las escaleras y mientras paso por el montón de personas golpeo a más de una con tal de irme rápido. Lukas viene corriendo de mí y yo saco mi celular para llamar a Neil y decirle que me saque de aquí.
—¿Qué haces? —chillo cuando me quita el celular.
—¿Qué haces tú?
—Llamo a Neil para que me saque de aquí.
—Yo te llevo.
—No, gracias.
—¿Qué tengo yo de malo? —se comienza a enojar.
—¿De verdad quieres que responda eso?
—Nos vamos —nos dice Marcus cuando llega a nuestro lado.
¡Maldita sea! Quiero emborracharme. Tal vez quiera probar esas pastillas relajantes que me ofreció Joe el otro día.
Nadie dice nada en todo el camino y agradezco tanto ese silencio, aunque la verdad es que el silencio me dan ganas de llorar.
Entramos en la casa y todos se sientan en la sala. Lukas me mira y le esquivo la mirada. Todos se van a sus habitaciones y voy a la cocina por algo de tomar.
Lukas se sienta en la sala y se lleva ambas manos a su rostro.
—¿Te besaste con alguien después de lo nuestro?
—No, Lukas. Supongo que tú con muchas, ¿verdad?
—No.
—No te creo —me encojo de hombros —Todo me quedo claro el día en que subiste esos estados con dos chicas bailando casi encima de ti. ¿Tú sabes como me sentí esa maldita noche?
—Las cosas no son como tú piensas.
—¿Entonces como son?
—No estuve con nadie ese día —me mira —Me fui a la casa de mi tía porque no quería despedirme de ti.
—Es la cosa más estúpida que has hecho, Lukas. ¿No pensaste en como me iba a sentir verdad? ¿Sabes que siente irse y no poder despedirse del que se supone que era mi novio?
Me siento en el sofá y las lágrimas caen por mis mejillas.
—Por favor, perdóname —toma mi mano —Yo quiero que las cosas vuelvan a ser como antes. Sé que te hice daño y mucho. Sé que has hecho algunas cosas por mi culpa y me siento tan maldito.