El intercambio: De regreso a casa

Capítulo 7

Lukas

—¿Escuchaste la discusión de anoche? —le pregunto a Marcus cuando se sienta a mi lado.

—Creo que todos lo hicimos.

—Creo que se acabó —digo en voz baja —No sé qué había exactamente entre nosotros, pero… se acabó.

No puedo evitar sentirme demasiado triste con toda esta situación.

—Ella se va hoy —miro a mi mejor amigo.

—Eso me dijo Naomi.

—¿Tú crees que ella me odie?

—Chris no odia a nadie. Ella sería incapaz de odiarte, Lukas.

—Odio toda esta situación.

—Lo sé, amigo.

—Marcus, ¿cómo es que siempre tienes buenos consejos?

—Analizo bien cada situación.

—Quisiera ser como tú. Siempre tienes las palabras adecuadas para todo.

—Tú también eres muy bueno, Lukas. Sé que ella te va a perdonar.

—Eso espero.

Chris

Llegamos al aeropuerto y por más que sé que me voy solo por una semana, me pongo a llorar cuando me despido de Neil. Pero es que lo voy a extrañar demasiado.

¿Desde cuándo sufro de apego emocional?

—¿Por qué lloras?

—No sé —lo abrazo —Sé que solo me voy por una semana, pero es que…

—Tranquila.

—Esto me trae malos recuerdos.

—Te entiendo. Piensa en lo felices que van a estar tus padres cuando te vean.

—Lo haré.

Me bajo del auto y entro al aeropuerto. Busco algo para comer mientras es la hora del vuelo, lo bueno es que no tengo que esperar mucho aquí.

—Pasajeros destino a Long Beach —escucho por los altavoces.

Termino de tomar mi café granizado y me dirijo a la sala número cinco.

Abordo el avión y un chico de cabello negro con ojos azules se me sienta al lado.

—¿Te incomoda si como en medio del vuelo?

—No —digo tranquila.

—Es que no he comido y muero de hambre.

—Tranquilo, te entiendo.

—¿Tú eres la de la película? —me analiza.

—Sí.

—Me llamo Zack —me extiende la mano —Soy cantante y he actuado en una serie.

—¿De verdad?

—Amo actuar desde que soy un niño. Mis padres siempre me han apoyado en todo.

—¿Vives en Long Beach?

—Voy a visitar a mis padres.

—Yo crecí en Long Beach.

—Mi hermanita es una gran administradora tuya.

—Me alegra mucho escuchar eso.

Durante el vuelo nos vamos hablando, he intercambiamos números. Zack me dice que mañana me habla para salir a comer un helado o algo parecido.

Veo a mis padres y corro a darles un fuerte abrazo.

—Los extrañé tanto.

—Nosotros a ti, nena.

Nos montamos en el auto y agradezco tanto de que ninguno me toque el tema sobre Lukas y yo. Lo que menos quiero es hablar sobre lo que paso entre nosotros.

—¿Estás feliz de haber vuelto?

—Sí.

—¿Te quedarás solo una semana? —papá me mira por el retrovisor.

—Así es, papá.

—¿Dónde quieres almorzar? —me mira mi mamá.

—Ustedes llévenme a cualquier lugar y yo estaré contenta.

—Bien.

Llegamos a un restaurante mu conocido en Long Beach, es de carnes. Entramos al restaurante y nos hacen sentar en el segundo piso.

—Yo quiero una hamburguesa —miro al mesero —Y limonada de coco, por favor.

Mis papás piden una carne asada con jugo natural, esta vez quiero comer mucho y no me importa si me subo de peso.

—¿Y como estas los chicos?

—Demasiado bien. Neil se ha convertido en alguien muy especial para mí, es mi mejor amigo. Lukas está bien. Naomi y yo seguimos siendo mejores amigas. Marcus sigue siendo igual de amable.

—Me alegra que todos estén bien.

Mi celular suena y es un mensaje de Zack.

¿Te parece si nos vemos mañana?
—Zack.

Le respondo que si y que me diga la hora.

Paso por ti a las 4:30
—Zack.

Le envío la dirección y dice que me escribe antes de ir por mí.

—¿Quién te escribe? —pregunta mi mamá.

—Un amigo —hago una mueca —Lo conocí en el avión.

—Qué rápido haces amigos —me mira papá.

—Mañana saldré con él —ellos sonríen —Solo es un amigo. Ya les dije que no pienso volver a tener novio.

—Yo sé que en un futuro vas a volver con Lukas —me asegura mi madre.

—¿Y por qué estás tan segura?

Tú también lo estás, Chris.

—Lukas es tu primer amor.

—¿Y eso que tiene que ver?

—Él te hace feliz, Christina. Es solo que sigues enfadada con él por hacerte creer en algo que él no hizo.

—Estás en lo correcto.

—Lukas es un buen chico —dice papá —Él sintió miedo, hija. Deberías de sentarte a hablar con él para entender las cosas.

—Tal vez lo haga cuando regrese —me animo un poco.

El almuerzo llega y comienzo a comer mi hamburguesa sin ningún problema. Esta es la mejor hamburguesa que he probado en toda mi vida.

—¿Quieren postre? —nos pregunta mi padre.

—Yo quiero un helado de chocolate.

—Yo de vainilla —pide mamá.

Nos comemos el postre y luego regresamos a casa. Mi perro se lanza sobre mí en cuanto cruzo la puerta y siento que este es el mejor momento de mi vida.

—Hola, mi amor —acaricio su cabeza.

—Esta noche vamos a comer en la casa de un amigo de tu padre.

—¿Qué amigo?

—No lo conoces —dice papá —Creo que tiene un hijo de tu edad.

—¿Me puedo quedar aquí?

—No —mi mamá niega de inmediato —Tú vas a venir con nosotros.

—Bien.

Subo a mi habitación y le mando un mensaje a Neil para saber como está todo por allá.

—Hola —contesto la videollamada.

—¿Cómo va todo por allá?

—Bien. Esta noche iré a casa de un amigo de mi papá a cenar. Aunque la verdad quisiera quedarme aquí en casa y descansar un poco.

Decido omitir la parte en donde conocí a Zack y también que me invito a salir mañana.

—Eso es asombroso.

—¿Y qué estás haciendo?

—Saldré con los chicos y Naomi.

—¿Y qué van a hacer?

—Tranquila —se ríe —No habrá más chicas.




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