La cabeza me está dando vueltas y se debe a todo el licor que bebí anoche. Me trato de levantar y unas manos rodean mi cintura. ¿Acaso me acosté con el tipo de la discoteca? Volteo a ver y veo que Lukas está durmiendo con una gran sonrisa.
Intento hacerlo a un lado sin despertarlo, pero él gime y abre los ojos muy despacio. Los cierra otra vez, se levanta y desenreda nuestras piernas. Salto de la cama y, cuando vuelve a abrirlos, no dice nada, solo me observa como si estuviera viendo a un depredador.
Mi teléfono me salva del silencio incómodo —Sandra, ¿cómo estás? ¿Tengo que bajar en quince minutos? No pasa nada, tranquila. Si en realidad me desperté hace más de una hora —miento —Nos vemos.
—¿No me vas a hablar? —me mira frustrado.
—¿Qué quieres que te diga?
—¿No recuerdas lo de anoche?
—Yo te llame, pero no te invite a mi habitación, creo.
—Estabas borracha y pensé que te encontrabas en apuros o algo así y Joe estaba aquí.
Abro la ducha y me miro al espejo. Llevo un chupetón encarnado en el cuello. Me toco la marca y recuerdo la lengua de Lukas sobre mi piel. Debo de estar un poco ebria todavía porque no consigo pensar con claridad. Pensaba que lo estaba superando y resulta que tengo al idiota que me rompió el corazón en mi habitación y un chupetón enorme en el cuello, igual que una adolescente indomable.
—Chris, háblame —entra al baño.
—Sal de aquí —me volteó —No me veas, estoy desnuda.
—No es algo que yo no conozca y te conozco a la perfección.
—Eso era cuando éramos novios —ruedo mis ojos.
—Tenemos que hablar, Christy.
—No, no hay nada que hablar. Estaba borracha y te llamé. Viniste y nos acostamos. ¿Qué hay que hablar?
—Joe fue el que me hizo alejarme de ti —levanta la voz —Me dijo que debía de terminar contigo para que tú cumplieras tus sueños porque ibas a rechazar la propuesta de la película.
—Lukas, yo…
—¿La ibas a rechazar por mí?
—Un maldito año a tu lado me parecía mucho y tú no podías viajar conmigo.
—Amor, podría haber ido a visitarte y lo sabes.
—¿Amor? —sonrió un poco.
—Christy —corrige —Lo siento es que…
Me inclino, hacía él y lo beso de una manera apasionada, necesitaba este beso desde hace mucho tiempo.
No podía permanecer molesta con él durante toda mi vida. En el fondo, o más bien, soy demasiado consciente de que el único que quiero a mi lado es a Lukas. Él es el amor de mi vida, mi primer y único amor.
—Te amo, Lu —le doy un abrazo —No me vuelvas a dejar, te lo ruego.
—Vuelve a casa conmigo —besa mis manos —Te lo ruego, Chris. No es lo mismo sin ti.
—Ven conmigo hoy a la entrevista —le pido —No quiero estar sola y quiero que lo nuestro sea oficial. Estoy cansada de que piensen que Joe y yo tenemos algo.
—No tengo que ponerme.
—Con la ropa de anoche te vas a ver bien. Además, te puedes quedar en el auto con Sandra.
—¿Y Joe?
—Que se joda —ruedo mis ojos —Después de saber la verdad, no pienso hablar con él nunca más.
—Iré a la próxima entrevista, lo prometo —me toma de las manos —Promete que volverás a casa. Tengo miedo de ir a casa y que tú no vuelvas.
—Volveré a casa —me quito mi collar —Ten mi collar, eso te asegura de que voy a volver.
—Te amo, pequeña.
—Te amo, pero debo arreglarme para dar una entrevista.
Me rizo el pelo y termino de peinarme de tal modo que este me tapa el chupetón que me ha hecho en el cuello. Cuando salgo del baño a preparar lo que voy a ponerme. Saco un sujetador rojo y unas bragas de la maleta y me las pongo
—Oye, amor. ¿Cómo sabías que estaba aquí? —me pongo el vestido.
—Sandra —sonríe —Ella me adora, ¿lo recuerdas?
—Lu, hay algo que debes saber —lo pienso varias veces —Un chico me beso anoche en el club, me separe de inmediato, lo juro.
—¿Besaste a un chico? ¿A quién? —pregunta con la voz rota como si acabara de correr un maratón.
—Él me beso, me quité de inmediato —me acerco a él.
—Bien, no quiero discutir —me da un abrazo —Te espero en casa —me da el collar —Ven por mí y no solo porque tengo tu collar.
—Allá estaré, Lu.
Bajamos juntos a la recepción del hotel y veo que todos se quedan viéndonos con cara de asombro.
—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —le paso por el lado a Joe —Por cierto, Sandra, haré pública mi relación con Lukas y no me importa lo que diga la productora.
—Lukas, ¿vas a venir? —ella le sonríe —Tengo un traje en la camioneta. Además, eres un productor de cine y puedo ayudarte a impulsarte para que te conozcan.
—Solo he hecho tres cortometrajes.
—Y son todo un éxito —lo alaga —A la próxima será una película y Christy puede ser tu protagonista.
—Sandra, eso es decisión de mi novio.
—Chris será la protagonista de todas mis películas, menos donde le toque besarse mucho.
—¿Vienes?
—Bien —él sube a la camioneta con nosotros.
Sandra le pasa un traje para que él se vista y no puedo evitar mirar su cuerpo. Veo que tiene un nuevo tatuaje y lleva escrita una frase que dice «Siempre contigo»
—Lindo tatuaje —me atrevo a decirle.
—Me lo hice después de que te fueras, es prácticamente para ti.
—Pues, me siento halagada.
Nos sentamos y Joe no deja de mirar a Lukas, esto me está haciendo sentir incómoda y algo nerviosa.
Llegamos a la entrevista y las cámaras comienzan a disparar cuando nos bajamos de la camioneta.
—Christina —una camarógrafa me llama.
Volteo a ver a su cámara y estiro mi mano para que Lukas se haga a mi lado.
—¿Es tu novio? —pregunta un fotógrafo.
—Sí.
Seguimos caminando y entramos al lugar de la entrevista. Lukas se sienta al lado de los asistentes de Sandra y nosotros nos sentamos en la mesa para comenzar a hablar.
—Bienvenidos —nos dice la entrevistadora —Es un placer tenerlos aquí.