Naomi me había dicho esta mañana que en la tarde iría a Grill a comer con una amiga y que le gustaría que yo estuviera allá.
No sé dé que amiga se trata porque la verdad es que sus únicas amigas somos Elizabeth y yo. No creo que Naomi me vaya a invitar a un mismo lugar en donde esté Elizabeth. Ella y yo somos como el agua y el aceite, no combinamos.
Conduzco hasta Grill y veo que ella aún no ha llegado. Me siento en una mesa cerca de la barra y me maldigo cuando veo entrar a una persona. Es la última persona que esperaba ver aquí.
Elizabeth.
Detrás de ella viene Naomi y juro que la mataré cuando lleguemos a casa. ¿Cómo se le ocurre traernos a esa zorra y a mí al mismo sitio?
—Hola, Chris —se sienta en la pared y le dice a su acompañante que se siente.
¿Por qué me habrá invitado a salir con Elizabeth?
—Hace una semana que no nos vemos —me dice Elizabeth.
¿Hace una semana cuando te golpeé?
No sé qué decirles a ninguna de las dos. Quiero levantarme y marcharme, pero me limito a sonreír. No quiero parecer inmadura, ni tampoco quiero que vean que estoy molesta.
—¿Has pedido ya? —me pregunta Naomi haciendo caso omiso del hecho de que ha traído consigo a mi archienemiga, a mi única enemiga, en realidad.
—Te estaba esperando —me dirijo a ella.
Busco mi celular y veo que Elizabeth me mira.
—Tranquila, Chris. No pienso hacerte daño, así que no es necesario que llames a tu novio.
—No pensaba llamarlo. Le iba a responder el mensaje que me envío.
—Sí, claro —se burla.
—Para —dice Naomi —Elizabeth, has dicho que ibas a comportarte.
—¿Por qué has venido? —le pregunto a la chica a la que detesto más que a nadie en el mundo.
—Había quedado de salir con Naomi y tengo mucha hambre.
—Naomi, voy a irme —estoy dispuesta a levantarme.
—¡No, quédate! Pensé que esto iba a aliviar sus diferencias.
La mesera se acerca a tomar nuestros pedidos y ordeno una limonada. Mientras ella piden sus bebidas, le mando un mensaje a mi novio.
Tu hermana me invito a comer y trajo a la perra dé Elizabeth.
—¿Estás emocionada? —me mira Naomi —Chris le dio a Lukas unos boletos para ir a Grecia juntos.
¿Por qué le cuenta nuestra vida a los demás? Es decir, no quiero que le cuenta de mi vida en absoluto.
—Naomi… —le hago una cara para que se calle.
—Pueden hablar delante de mí. Créeme, tu vida de mierda no me interesa lo más mínimo —resopla Elizabeth, y bebe un trago de agua.
Amor, vuelve a casa.
—Lukas.
—Tú y Lukas hacen una linda pareja. Pero ya no me interesa meterme en tu relación porque ahora mismo ando en una.
—Bien por ti.
Chris, regresa a casa.
—Lukas.
¿Por qué me insiste tanto?
Sé defenderme muy bien y él lo sabe.
La mesera llega con nuestras órdenes y me como unas cuantas papas fritas.
—Extraño mucho salir con…
—Ni se te ocurra decir su nombre —le advierto —Es mejor que me vaya. Esta ha sido la peor idea que has tenido, Naomi.
—Lo siento, Chris. Pensé que ahora que está en una relación todo iba a ser diferente y podrían llevarse bien.
Le pago a la mesera lo que he ordenado y me monto en el auto.
Mi celular comienza a sonar y Sandra me dice que vaya al estudio, al parecer ya tiene listo el guion para darle a Lukas.
—¿Todo listo? —me acerco a ella.
—Si —me lo entrega —Esta es la propuesta que tengo para Lukas. Modifique algunas partes del guion. A la productora le encanto la idea de tu novio.
—Gracias —la abrazo —Él se pondrá demasiado feliz.
Conduzco hasta el apartamento y cuando abro la puerta veo que él está tirado en el sofá.
—Hola, linda —se levanta para darme un beso.
—Amor, ¿te acuerdas que te dije que te tenía otra sorpresa de tu cumpleaños?
—Sí.
Abro mi bolso y saco la propuesta que me ha dado Sandra.
—Esto es una propuesta de una de tus películas y Sandra quiere que seas el director.
Él abre sus ojos y parece no poder creerlo.
—Chris… esto…
—¿Te gusta?
—Es la mejor noticia que me has dado en toda la vida —me levanta en sus brazos —Gracias.
—Te lo mereces —lo beso.
—De una vez te digo que serás mi actriz para esta película. Yo mismo escribí parte del guion y sé de qué va a tratar. No tienes que besarte con nadie porque eres la chica mala de película.
—¿Seré la mala?
—Después te vuelves buena —me sonríe —Jamás dejaría que fueras la odiada del público.
—Que bueno escuchar eso —doy un suspiro.
—Tampoco dejaré que estés en una película donde te toque besarte mucho y menos tener escenas candentes.
—Vale, lo entiendo —me río.
—Oye, amor. Mi mamá me llamo esta mañana y dijo que habrá un paseo familiar. Marcus y Naomi no pueden ir porque ella tiene trabajo de la universidad.
—Entiendo.
—Hablando de Naomi —hace una pausa —¿En qué momento se le ocurrió llevarte a comer con la otra chica?
—Ella pensó que era buena idea.
—A veces pienso que no tiene cerebro —rueda sus ojos.
—Es tu hermana.
—Pobre de mí.
—¿Dónde está Neil?
—Dijo que saldría con una amiga.
—¿Qué? —abro mis ojos —Él dijo que iba a presentarme a la que fuera su futura novia.
—Tal vez solo están saliendo. No me imagino a mi hermano en una relación.
—Lukas, debemos ayudar a tu hermano. No quiero que tenga una recaída.
—Yo tampoco, amor —besa mi hombro —Creo que nunca te he agradecido por lo que haces por esta familia.
—¿Que cosa?
—Arreglaste mi relación con mi hermano. Te preocupas por nosotros, incluso te preocupas por mi hermano. Neil ha cambiado desde que llegaste a su vida. Al comienzo estaba celoso, lo admito. Luego me di cuenta de que has sido su única verdadera amiga.
—¿Celoso? —acaricio su cabello —Creo que desde un comienzo deje saber que eras tú quien me interesaba.