El intercambio: De regreso a casa

Capítulo 23

—¿Ya tienes todo empacado? —le pregunto a mi novio.

Hoy nos vamos para Grecia y estoy demasiado nerviosa por el viaje.

—Sí, amor. ¿Tienes todo listo?

—Sí.

Salimos de la habitación y Neil nos está esperando en la sala con las llaves de auto para llevarnos al aeropuerto.

—Espero que nos llegues con un bebé abordo —dice Neil —Ya tenemos que soportar el futuro bebé de Naomi.

—Tú dijiste que querías ser tío —lo miro.

—¿Y si luego ya no me quieren?

—Neil, no seas bobo —me río

 —Eres casi como nuestro hijo cuando no están nuestros padres.

—Eres nuestro hijo más mayor —bromeo.

Llegamos al aeropuerto y le doy un gran abrazo a mi mejor amigo. Entramos y una que otra chica se acerca a nosotros para pedirnos unas fotos y aceptamos sin problema.

—Aún no me acostumbro —me dice Lukas.

—Yo tampoco —sonrío —Este es nuestro primer viaje juntos y que estemos solos.

—Al fin.

Nos acercamos a un local de comida y Lukas pide hamburguesa para almorzar.

—Estoy nerviosa —admito.

—¿Por qué?

—No te vayas a reír —le advierto.

—¿Qué pasa?

—Me da miedo estar tantas horas en el avión.

—Yo no le tengo miedo a los aviones. Puedes romper mi mano si tienes mucho miedo. Solo debes darme un muy fuerte apretón.

—Quiero que llegues vivo al viaje, amor.

—Después de este viaje se nos viene mucho trabajo, amor.

—¿Estás contento?

—Vamos a trabajar juntos —toma mi mano —Estar a tu lado me mantiene feliz. No pienso dejarte ir nunca.

—No pretendo hacerlo.

Una enorme sonrisa se dibuja en sus labios y se acerca a darme un enorme beso.

Este chico me tiene realmente enamorada.

Nuestros almuerzos llegan y comemos la hamburguesa en silencio. Aunque Lukas está comiendo demasiado rápido, más de lo normal.

—¿Estás nervioso? —él abre sus ojos —Estás comiendo rápido, amor.

—¿Quieres una malteada?

¿Por qué me cambia el tema?

—Quiero una malteada de frutos rojos —le pido.

Termino mi hamburguesa y Lukas va a pedir nuestras malteadas.

Salimos con nuestras malteadas y vamos a la sala de abordar.

—Aún falta una hora —miro mi teléfono.

—Eres impaciente.

—Bastante —doy un suspiro.

Lukas saca su teléfono y nos tomamos una foto para subirla a nuestro Instagram. De inmediato los fans comienzan a comentar y sonrío como estúpida

—Gracias por esto —Lukas besa mi mano —Gracias por todo lo que haces por mí, princesa.

••••

El viaje más largo que he hecho en toda mi vida. Casi me da un infarto en el avión. Hubo un poco de turbulencia y el avión se estaba moviendo demasiado.

—¿Qué hotel es? —me mira Lukas.

—Galatia Villas —saco la reservación —Sabía que te gustaba este hotel porque vi que los tenías en tu Instagram.

—¿Ahora me investigas? —sonríe un poco.

—Solo para sorprenderte.

Nos montamos en el auto que nos va a llevar al hotel y Lukas le paga al señor.

Miramos el hotel y es mucho más hermoso que en las fotos.

—Es perfecto.

El interior está hecho de rocas y lo hace ver demasiado elegante y relajado al mismo tiempo. Nos acercamos a la recepción y la señora nos entrega las llaves de la habitación.

—Vamos.

Entramos a la habitación y tiene una enorme cama casi matrimonial para nosotros dos. En el baño tienen una tina y también una ducha que es enorme.

—Mira afuera —Lukas toma mi mano.

Vamos hasta afuera y veo que tenemos una piscina para nosotros dos.

Este lugar es perfecto.

—Creo que me quiero quedar a vivir —miro a mi novio.

—Yo te apoyo, amor.

Desempacamos nuestras cosas y me pongo el vestido de baño para entrar a la piscina con mi novio.

—Que bueno que la piscina es para los dos —me mira todo el cuerpo —De otra forma no dejaría que entraras a una piscina con ese vestido de baño que tienes puesto.

—¿Y qué tiene de malo? —frunzo el ceño.

—Que te hace ver un cuerpo de infarto.

—Sabía que te encantaba este vestido de baño —me acerco a él —Creo que debemos de ir pronto a la piscina.

Miro lo que acabo de provocarle.

—Te odio, Chris —niega varias veces —De esta no te salvas, te lo aseguro.

Corro hacia la piscina y me lanzo en el agua antes de que mi novio me atrape. Él se lanza al mismo tiempo y luego me toma de la cintura.

Mi celular comienza a sonar y vamos a la orilla para ver quien es.

—Hola, mamá —contesto el FaceTime.

—¿Cómo la están pasando?

—Llegamos hace poco —dice Lukas —¿Cómo han estado? ¿Cuándo irán a visitarnos?

—Mamá, mira que Neil sale con alguien y también se llama Camille.

—Es el nombre más lindo.

—Yo quería llamarme Sophia.

—A mí me gusta Chris —me dice Lukas —¿Cómo te diría si te llamaras Sophia?

—De acuerdo con Lukas —papá aparece en pantalla.

—Hola —Lukas agita su mano.

—¿Cuánto tiempo se van a quedar? —pregunta mi padre.

—Siete días —contesto —Tenemos que llegar a grabar la película.

—¿Están emocionados? —pregunta mi mamá.

—Muchísimo —Lu besa mi mejilla —Ya no tendré que separarme nunca de ella.

—Qué lindos —mi mamá sonríe —Yo sabía que iban a terminar juntos. Cuando Chris se mudó a Stanford me hablaba mucho de ti por el teléfono.

—Mamá —le advierto.

—¿Qué? Igual ha pasado mucho tiempo.

—No quiero parecer loca.

—Ya, amor —dice papá —Dejémoslos disfrutar y mañana los llamamos.

—Adiós.

Colgamos el teléfono y no quedamos en la piscina. Lukas me levanta y yo pongo mis piernas alrededor de su cintura.

—Así que estabas obsesionada —se burla —Qué bueno es saber que no soy el único que estaba obsesionado en esta relación.

—¿Tú estabas obsesionado?

—Odiaba cada vez que me hablabas de Logan. No me gustaba que te fueras a dormir a la residencia. Te quería tener a mi lado a cada instante y eso nunca lo había sentido por nadie. Tú sabes que nunca me había enamorado hasta que te conocí.




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