El intercambio: De regreso a casa

Epilogo

Hemos aterrizado en Stanford y muero por ir a ver a mi familia. Además, no me gusta que Lukas se quede solo con los gemelos.

—De regreso a casa —Neil toma mi maleta.

Acabo de terminar de grabar una importante serie y Neil estuvo en el viaje conmigo porque lo contrataron para hacer un importante papel en la serie.

—Hasta que encontraste tu vocación —sonrío.

—Me gusto ser el asistente de Lukas un tiempo, pero actuar es genial.

Salimos del aeropuerto y vemos que mi esposo nos está esperando en su auto. Salgo corriendo y le doy un largo beso.

Nuestro amor sigue siendo el mismo y eso me gusta demasiado.

—Te extrañé, amor —lo vuelvo a besar.

—Y yo a ti, princesa.

Neil se acerca y ellos dos se saludan.

Nos montamos en el auto y Lukas comienza a manejar hasta nuestra casa. Los gemelos están bajo el cuidado de Naomi y Marcus, los cuales también están con su hijo, Steven.

—¿Cómo se comportaron los gemelos? —volteo a ver a Lukas.

—Bueno…

—Lukas —me cruzo de brazos.

—Lo bueno es que no pelearon por los juguetes —se ríe —Pero el otro día empezaron a pelear con Steven.

Mis hijos y Steven siempre pelean por la comida, es por eso que siempre los ponemos a comer por separado. El pequeño Steven les suele quitar la comida a los gemelos y ellos no soportan eso.

Llegamos a casa y de inmediato los gemelos se acercan corriendo. Samuel es más apegado a Lukas y Mateo es mucho más apegado a mí.

—Mami —gritan al tiempo.

Me agacho y les doy un abrazo.

—¿Me extrañaron? —sonrío al verlos

Naomi sale de la cocina y el pequeño Steven sale corriendo para saludarme. Veo como Mateo entrecierra sus ojos y miro a Lukas para que me ayude.

—Niños, hay galletas para todos —les dice Lukas.

Me acerco a Marcus y Naomi para darles un fuerte abrazo.

—Dejaré mis cosas en la habitación —les digo.

Lukas sube conmigo y en cuanto entro a la habitación cierra la puerta. Se pega a mí y comienza a besarme de manera desesperada.

—Creo que el que más me extraño fuiste tú —me río cuando se separa.

—Te lo demostraré en la noche —muerde mi labio inferior —Marcus y Naomi se quedarán con los gemelos.

—Muero porque llegue la noche.

—Amor, tengo una sorpresa para ti.

—¿Qué sorpresa? —no puedo evitar sonreír.

Lukas se acerca a su mesa de noche y saca un sobre.

—¿Qué es?

—Léelo.

Me quedo leyendo el sobre y no puedo evitar abrir mis ojos al leer lo que dice la carta.

—¿Victoria Secret me quiere en su siguiente Fashion Show? —él asiente —No puedo creerlo.

—Créelo, nena.

—¿Cuándo llego el sobre?

—Ayer en la mañana —me besa —Felicidades, esposa, actriz y ahora modelo.

—Te amo, Lukas —lo beso.

—Debes llamar a Sandra para decirle si vas a aceptar la oferta de Victoria Secret.

—Ya mismo le escribo.

Bajamos las escaleras y le mando un mensaje a mi manager para decirle que les diga que si voy a estar en su siguiente fashion show.

—¿Qué tal el mes que no estuve en casa? —miro a los gemelos.

—Papá se portó bien —dice Mateo y no puedo evitar reír.

—Yo siempre me porto bien —se defiende Lukas.

Marcus sirve el almuerzo y nos sentamos todos a comer. Extrañe tanto comer en casa, no hay nada como cenar en familia, este tiempo no lo cambio por nada en el mundo.

—¿Aceptarás? —me pregunta Naomi.

—Modelar para Victoria Secret siempre ha sido mi sueño —admito —Lo haré y será mi último trabajo durante algún tiempo. Quiero pasar tiempo con mi familia —miro a mis hijos y a Lukas.

—Yo acabo de reservar un hotel en París —miro a Lukas cuando dice eso —Quiero que nos vayamos de vacaciones con los niños.

—Si —comienzan a gritar los niños.

—Es grandioso, Lu —tomo su mano.

Lukas Jensen

La tarde estaba bastante calurosa, así que decidimos entrar a la piscina todos juntos.

—¿Los niños se quedaron jugando? —me pregunta algo alarmada.

—Nada sé que preocuparse —la tranquilizo.

Ella mira la piscina y vemos que Neil tiene al pequeño Steven en sus hombros.

—¿Entramos a la piscina? —Chris toma mi mano.

—¿Segura que quieres entrar a la piscina?

—Si —muerde su labio —Me acordé de la noche en la casa del lago.

—Yo también la recuerdo muy bien —sonrío —Te pusiste a jugar con mi abuela y mi mamá. Luego estabas algo tomada, nos mentimos al lago y lo hicimos.

—También recuerdo eso muy bien —ríe —Te estás demorando demasiado.

Pero sabía lo que hacía, porque cuando vi su perfecto trasero moviéndose en sincronía perfecta con su cuerpo, no pude resistirme y me empecé a quitar la camiseta.

—Así me gusta —dice cuando estoy a su lado.

—Yo siempre te seguiré, nena —pongo mis manos en su cintura.

La apego un poco a mí y agradezco tanto de tenerla a mi lado. Chris es una excelente esposa y una madre excelente. El mes que no estuvo fue algo difícil para mí porque Mateo se la pasaba todas las noches llorando y diciéndome lo mucho que la extrañaba. Mi hijo no fue el único en extrañarla, también la extrañé demasiado, pero tenía que ser fuerte por mis hijos.

—Yo… no quiero separarme nunca de ti.

—Regrese para quedarme, te lo dije —pone sus manos alrededor de mi cuello —¿Qué te pasa, Lu?

—Es que te extrañe tanto. Fue como la primera vez que te dejé ir.

—Olvidemos el pasado —me besa —Yo nunca me iré de tu lado, Lukas.

—Gracias, Chris.

—Al menos que tú me lo pidas.

—Nunca te pediría tal cosa, amor.

Salimos de la piscina y entramos a la ducha para arreglarnos. Mi esposa se pone su pijama y le doy una nalgada que la hace soltar un grito.

—Mamá —Mateo le pide que lo cargue.

Chris se agacha y toma a nuestro en sus brazos.




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