El Jardín de Ginevra

Capitulo 3: ¿Quien es Luca Moretti?

Las clases terminaron rápido, aunque para ellas era una eternidad, honestamente.

Esta vez Clara no fue hacia su habitación, fue directamente con Ginevra.

— ¿Quieres algo más, Clara?

— Llevarte a cenar conmigo.

Ginevra alzó una ceja y miró unos segundos a Clara, hasta que sonrió

— ¿Hora?

— 7:00 p.m., te espero pronto.

Clara salió y Ginevra cerró. No sabía qué ponerse y eso era un gran dilema; a Ginevra le gustaba combinar bolsos, accesorios, todo.

Ginevra se ducho, vistió y maquillo a su tiempo. Para su suerte, tenía siempre un reloj en su muñeca que le dejo su padre como recuerdo, así que logró calcular bien sus tiempos.

Estaba tranquila hasta que tocaron el timbre. Ella se levantó y abrió: era un collar con su inicial y una pequeña nota: "A veces es bueno mirar dos veces antes de entrar a un lugar. No todo es coincidencia".

— ¿Qué es esto?

Ginevra no sabía qué sentir sobre eso exactamente. Se asomó y no había nadie. Aunque no era la primera vez que le dejaban regalos, si era la primera vez que sonrió una sensación más extraña de lo normal.

Ginevra dejó la puerta abierta mientras colocaba la nota en su pequeño bote, cuando escucho la voz de Clara.

— Tendremos compañía.

— ¿Qué?

— ¡Sí! No te conté, pero en la mesa que me senté estaba un número y una M, le escribí y era Matteo, ese chico que vimos junto a otro chico rizado. Luca se llamaba, creo.

Ginevra se quedó helada por un instante. Se suponía que era solo de ellas dos, y aparte, ¿como iban a comer con dos personas que ni conocían?

— Bien, pero si es incómodo me iré de ahí. No me lo esperaba...

— Solo ábrete a nuevas experiencias, no te cuesta hacerlo por un día.

Ginevra rodó los ojos y tomo su bolso para salir. Ambas salieron de la universidad y se subieron al auto de Ginn. Condujeron escuchando "London Boy"

Clara iba cantando, pero Ginevra se seguía preguntando qué sucedería en esa cena tan extraña antes de llegar.

Pocos minutos después llegaron y se bajaron, y justamente ahí, ahí estaban ambos chicos esperando

— Bueno, llegaron las estrellas de la noche.

Matteo siempre tenía ese tono burlón, igual que Clara, pero no sabía que ella era así, por lo que no esperaba una gran respuesta por su parte

— ¿Y eso te hace a ti el telón del fondo?

Ambos rieron al instante, aunque Matteo no lo esperaba, mientras Ginevra saludo a Luca a distancia.

— Ya, bueno, primero las damas.

Ginevra y Clara pasaron primero, les dieron una mesa y los cuatro se sentaron.

Rápidamente les llevaron el menú. Todos lo vieron hasta que Ginn habló:

— ¿Por qué algunos platos tienen nombres tan raros?

— Lo hacen para que no sepas qué pedir y pidas lo más caro, ¿tengo razón?

Matteo volteó a ver a Luca en ese instante. Luca simplemente alzó una ceja y miró nuevamente a Ginevra, la persona más hermosa de todo el mundo ante sus ojos.

— Señor Moretti, lo veo muy callado hoy.

— Y a usted lo veo poco bromista, señor Conti

Clara y Ginn rieron y se hablaron por chat, algo poco interesante, pero poco disimulado también.

Poco después pidieron la comida y la disfrutaron tranquilamente. Esta vez era Matteo quien estaba más tranquilo. Estaba tranquilo frente a Clara, la presencia qué quería tener hace tiempo, pero no sabía cómo.

Charlaron un par de veces entre todos, hasta que Clara decidió pedir postre y todos decidieron hacer lo mismo.

— Este no es el que pedí.

Dijo Ginn con cara de decepción, pero Luca rápidamente tomo el plato.

— Yo me puedo comer este postre y pedimos el que querías, no te preocupes.

Clara y Matteo se vieron y parpadearon un par de veces. Matteo conocía a Luca y sabía que era bastate tímido para esas cosas, y Clara también se sorprendió aún con lo poco que conocía a Luca.

Y así fue. Luca fue a pedir el postre que Ginn quería y la vio sonreir, algo que también lo hizo sonreír.

— Gracias, Luca, fue dulce de tu parte.

Ambos sonrieron y todos siguieron con la noche, hasta que el celular de Ginevra sonó y contestó.

— Hola, corazón de melón, ¿cómo estas?

Ginevra se levantó y salió del lugar. Clara parecía ya estar acostumbrada. Matteo simplemente vio a Luca y finalmente, Luca habló:

— ¿Quien carajos puede ser?

— Es Enzo, su hermano menor...

Hubo un pequeño silencio. Clara parpadeo y Matteo simplemente volteó hacia otro lado mientras Luca pensaba que decir.

— Bueno, simplemente preguntaba, no es por algo en especifico.

La risa nerviosa de Luca lo delataba un poco, y aunque Clara en ese momento comenzó a conectar puntos, también comenzó a sospechar algo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.