Prólogo

Prólogo

Naia está notablemente nerviosa, el movimiento repetitivo y voluntario de su pie le delata. Mira en un principio la habitación estrecha y gris en la que se encuentra ecerrada, luego posa su mirada en el reloj un par de veces deseando que el tiempo corra más deprisa como cuando está durmiendo entre las guardias nocturnas del hospital.

Cierra los ojos e imagina la ruleta de las emociones, necesita concentrarse, reconocer cuales son las emociones que la dominan en este instante para controlarlas y poder hacer frente a la situación en la que se encuentra.

De inmediato el color verde oscuro del primas aparece en su mente, e identifica que se encuentra en estado de miedo, que es el punto medio entre el temor y su extremo más fuerte que es el pánico.

-Genial, aún no estamos en crisis, podemos controlarlo - habla consigo misma y de inmediato actúa.

Inhala lentamente por la nariz, retiene el aire durante diez segundos y luego exhala para liberar tensiones. Repite el proceso varias veces y mientras lo hace trae a su mente recuerdos de la vez que fue con Indira y Martina al Ibiza, y se la pasaron genial.

Como por arte de magia sus latidos acelerados comienzan a regularse, su cuerpo a calmarse y el miedo a bajar su intensidad, para quedarse solo en temor. Naia sonríe y se pone de pie para hacer frente a la situación segundos después el hombre de hielo abre la puerta y se dirige a ella.

-Has pasado la prueba y está es mi oferta: 1 millón de dólares, a cambio de que te cases conmigo, las reglas:

1. Acuerdo de confidencialidad, si lo rompes no sólo te quedas sin el dinero, haré que envejezcas en la cárcel.

2. Nada de sentimientos, esto es solo un acuerdo temporal para cobrar mi herencia millonaria. En palabras simples: este matrimonio es un acuerdo comercial.

3. No uses esa mierda de las emociones que sabes hacer conmigo, si me enteró que lo haces restaré dinero a tu pagó.

4. Contacto físico y verbal reducido. Solo nos hablaremos e interactuaremos en público.

5. Nada intereses románticos durante el tiempo que dure nuestro acuerdo comercial.

6. Dejarás tu trabajo en el hospital.

Él hombre iba a continuar, pero Naiara le interrumpió de inmediato. - No voy a dejar mi trabajo, eso no es negociable.

- ¿Crees que estás en condición de negociar? Mikelle contesto secamente, mirándole con desprecio. La pelinegra curvó los labios en una sonrisa tras notar que él hombre siempre llevaba las emociones negativas a sus extremos.

-Creo que si estoy aquí escuchando tu propuesta no sólo estoy en condicion de negociar, sino también de aceptar o negarme.

Mikelle alzó la ceja y le miro de forma amenazante. -¿Dejaras morir a tu hermano?. El hombre uso su carta maestra.

-Buscare otra forma de encontrar el dinero.Naia le miró desafiante.

-Bien punto 6 eliminado, solo firma...

Nota de la autora: hola a todos esperó estén bien. No suelo escribír muchas notas en mis novelas pero está vez tengo algo importante que decirles. Está Novela es el resultado de un estudio que he estado haciendo sobre la inteligencia emocional, y la rueda de las emociones, una herramienta visual creada por el psicólogo Robert Plutchik para ayudar a las personas a identificar sus emociones y lidiar con ellas de forma más armónica. Está información me pareció súper interesante y quise compartirla con ustedes en forma de una novela romántica como las que me gusta escribir. Me gusta que me hicieran saber en comentarios si les gustaria seguir leyendo o el tema y la historia les parecen aburridas. Gracias por leerme ❤️

Se despide Eloísa D