El juego del Rey (realeza imperfecta)

Capitulo 8

Persefóne:

Caminar directo hacia mi muerte, luego de haber hablado con ella y las expresion de miedo al hablarme del rey debo admitir que también me encuentro asustada.

El rey es un hombre de carácter frío y cruel.

Con solo verlo o escuchar tu voz te provoca un escalofrío.

Aún siendo así no le quita lo bien que se ve o escucha.

Según rumores no quiere tener esposa.

Dice que es su debilidad y probablemente la matará.

Otro temblor recorrió mi cuerpo, mordí mi labio con fuerza a medida que caminaba no debía dejarme llevar por los rumores sabía de antemano que siempre exageran y distorsionan la realidad de las palabras convirtiéndolo en algo que ni es.

Aún así no podía evitar sentir temor y curiosidad, ese día lo habia visto tan imponente digno de un rey y ahora había entendido que en verdad si pertenece a la Realeza como tal y nadie absolutamente nadie sabe su nombre.

Estoy intrigada tal vez lo que se encuentre en su cuarto me sirva para saber más de él entre secretos sin que se entere.

Era hora de colocarme mi gafa de color oscuro imaginario, mi gabardina imaginaria y mi equipo de espionaje imaginario.

Entraría definitivamente a la boca del lobo o mejor dicho la boca del rey.

¿Quien es el Rey?

Cuando llegue a los aposentos después de unas largas caminata en dónde mis pies ardían por el dolor y subir las escaleras, entre por fin a la enorme habitación claro con el permiso de los guardias que me miraban de arriba a abajo para luego quedarse como estatuas.

Observe el enorme aposento el cual estaba majestuosamente hermoso es difícil de describir pero el lugar en definitiva es un cuarto del cual siempre has soñado las cortinas de un color dorado claro la cama cubierta del mismo color enorme.

El sofá de un color rojo real, el cuadro de pintura artístico dónde se ven caballos galopando, la pequeña mesa con una copa de vino, el armario enorme y mucha más cosas me impresionan.

Por poco mi quijada cae justo al suelo me recompuse y acomode con mucho cuidado el cubo en un lugar donde no ocasionará daño.

Abrí la puerta para mirar a los dos guardias quienes elevaron una ceja al verme, carraspee para luego hablar.

—No robaré nada me encerrare cuando termine le aviso—obviamente no respondieron.

Comenze el proceso de limpieza sacudí las alfombras acomode la frasada de una forma ordenada, acomode el sofá hasta una mejor posición coloque las colonias en fila.

Revise los armarios rogando por no encontrar ropa interior en el armario habían bastante uniforme de todos los colores oscuros podía sentir el aroma varonil de su saco cuando termine de ordenarlo.

Seguí con la ventana tome un trapo lo moje suavemente y pase un poco el trapo por el vidrio reflejado en el pequeño lugar, luego de eso acomode las gavetas a excepción de uno.

Cuando termine finalmente me senté en el sofá respirando agitadamente mis manos me dolían al igual que mis pies en estos momentos veía a esa cama tan suave abriendo sus brazos para recibirme.

No pasará nada si duermo unos minutos.

Persefóne la diosa se lo merece.

Me acerque a ella y caí sintiendo lo suave que era casi chillo de alegría poco a poco mis párpados se cerraban con dificultad hasta finalmente quedar dormida.

....

Abrí los ojos lentamente acostumbradome al lugar mire lo blanco que era la habitación por lo cual me levanté de golpe mirando para todos lados, cerré los ojos frotándolo y preguntándome mentalmente que hora era.

Diablos..

—¿Tuviste buen sueño?—justo en este momento creo seguir soñando si es eso claramente es eso—Te hice una pregunta.

Respire agitadamente mientras hacia un esfuerzo por no desmayarme voltee a ver hacia donde estaba la persona sentada con un libro rojo en la mano y un par de lentes, sus ojos grises me observaron con frialdad.

Madre mía..si yo sé persefóne la diosa tú eres..

—Si por supuesto—tonta así no debía responder, levantó una ceja sin dejar de mirarme de esa forma—Digo lo lamento.

La verdad es que no lamentaba nada si moriría por dormir en una cama como está definitivamente vuelvo a hacerlo, ninguno de los dos se sorprendió al vernos, pues sabía que me recordaba podía notarlo en su mirada y el sabe que yo también.

¿Y ahora que?

Me quedé en la cama sin poder moverme no sabía que decir o que hacer, a la final suspiré ligeramente volviendome a recomponer y tomando la expresión que tenía antes de que llegará.

Es obvio que el rey te afecta.

—Me tengo que ir—comente bajandome de la cama tome mis cosas mientras lo miraba de soslayo.

Se concentro nuevamente en leer lo que leía, cuando termine me acerque a la puerta de su habitación no si antes escuchar algo provenir de sus labios.

—No vuelvas a dormir en mi cama persefóne—respondió sin inmutarse de decir mi nombre a diferencia de mí.

Salí de la habitación caminando como si nada hubiera pasado adquirí nuevamente la cara de poker qué suelo usar y camine tomando fuertemente el cubo.

No me extrañaba que supiera mi nombre pero si me extraña que me haya investigado al menos que la reina se lo halla comentado aún así siento está sensación palpitante en mi pecho.

Y lo bien que se veía leyendo un libro, aún así no he resolvido aquellas preguntas que me carcomen desde que lo ví.

Sigo sin saber quién es el, a diferencia de el que puede saber todo de mi. yo no sé absolutamente nada de el en definitiva debía hacer algo ¿Pero que?.

También debía saber que sucedía con los reyes pero eso sería un asunto para otra ocasión. note como algunos guardias caminaban de un lado para otro claramente agitados.

Supongo que con la llegada de los generales deben encontrarse de esa forma, llegué a la habitación de limpieza recostandome en la silla.

—¿Cómo te fue?—preguntó Lorena con cautela y visible temor—¿Te hizo algo te amenazó?.



#2503 en Novela romántica
#1008 en Otros

En el texto hay: drama, amor, juego

Editado: 30.04.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.