Capitulo 13

Persefóne:

Desde pequeña mi padre me enseñó que al jugar cartas jamás debes mostrarla a tu oponente o compañero de juego, que tus cartas son los más valioso que posee y si muestra aunque sea solo uno puede llegar a costarte tu vida.

No estoy preparada para jugar junto al rey, a mi esto de que nos encerraran en el calabozo por perder me huele mal, pero ahora mismo no soy nadie para hablar y es mejor permanecer callada observando desde la sombras.

El crupier comenzó a revolver las cartas mientras sacaba los comodines todos parecían estar atentos a cada pequeño movimiento que realizaba el crupier.

—Persefóne como este es tu primer juego no tendremos compasión de tí—habló el principe con una sonrisa perfecta mientras sus manos sostiene su barbilla—Que mi hermano te enseñe las reglas del juego.

—Ustedes—gruñó Heather con molestia mientras reposaba su corona sobre la mesa—No te asusté persefóne solo es poker tradicional.

—Si solo poker tradicional—le siguió Tatiana a modo de burla ganándose una mala mirada de parte de la mayor—Ya te habrán dicho las apuestas ¿Cierto?.

—El equipo que pierda pasará una noche en el calabozo sin protección—sentencio Daven sin ninguna aspice de mentira en ellos, sus ojos cruzaron instintivamente conmigo—Espero que no hagas a mi hermano perder persefóne.

—No prometo nada—respondí sin déjarme de intimidar por ellos—Si pierden o no será su culpa.

Ninguno se inmutó es más que obvio que están acostumbrados a jugar cartas, mire de reojo al rey que estudiaba con la mirada a cada uno de sus hermanos.

En definitiva parecía un cubo de hielo que no hacía más que cambiar sus expresiones a seriedad total o a desaprobación cuando algo no le gustaba, solo lo ví esbozar una leve sonrisa y de ahí no más.

—Persefóne—habló Heather cuando tomo las cartas sobre su mano—el juego varía de cinco rondas, la quinta y última es la más importante si pierden ya saben dónde dormirán está noche, espero que no te retractes de la apuesta.

—No soy de esas personas Princesa—advertí tomando mis cartas y dejándolo sobre la mesa—¿Porque la última es la más importante?

—Verás—comenzo a hablar Tatiana sonriendo como si la vida iluminará su mundo—Cada ronda suma diez puntos excepto la quinta es decir que si pierdes una sola ronda a excepción de la quinta puedes quedar empate sin embargo eso no te servirá para ganar necesitas llevar las cinco rondas ganadas.

—Que comienze el juego—habló el crupier con severidad, cada uno tiene su par de mano en juego.

Podía observar como se mostraban la carta en pareja a excepción de mi y del Rey ambos nos mirábamos como si estuvieramos celosos de mostrarlo, sin Embargo no quiero pasar la noche en un calabozo.

Solté un suspiro mientras le mostraba dos de mis cartas, las menores a el observé la incrédulidad en sus ojos para luego mostrarme las suyas.

Y valla que tiene una buena mano pero eso no alcanzaría. Mientras que el tiene un repoker yo poseo un full y eso no nos alcanzará, según puedo imaginar la jugada tiene que ser igual equivaliendo a los puntos de las manos para ganar.

—¿Que ocurre van a perder?—preguntó en burla Tatiana acompañado de su compañero y hermano Daven—tan rápido hermanito.

—Pido cambio—respondí al crupier—ahora.

—No se puede hacer cambio en las primeras rondas—¿Que? Esto es mire al Rey quien nego levemente con la cabeza.

Estamos perdidos, mostramos las manos de la primeras cartas junto con los demás. Heather y aren ganaron la primera ronda acompañado de una sonrisa de victoria si antes lo subestime a ellos ahora no pienso hacerlo.

El sistema que respalda la suerte de una persona no esta conmigo esta noche, las cartas se mueven en las manos del crupier revolviendose uno con otro, la jugada perfecta la tiene que tener una sola persona y aunque aren y Heather no consiguieron la más alta aún así fueron los que sumaron más punto en la primera partida, solo quedan cuatros.

.....

La tercera ronda y la segunda no fue ganada podía observar como Heather y aren esperaban a qué yo me deje llevar por el pánico, la desesperación quiere ser la reina del momento podía observar que estudiaban mis movimientos, esperan la hora para reírse y hacerme entrar en pánico.

Sin embargo se han metido con la persona equivocada años y años de práctica con mi padre, años en el cual me regaño por mostrar la desesperación años en el cual me aconsejo que la desesperación la usará a mi favor y eso haré.

—¿Se puede pedir cartas?—pregunté a cubo de hielo a mi lado quien tampoco me quita la mirada de encima.

—Si—respondió neutro esboze una pequeña sonrisa seguido de un beso en la mejilla.

Que supe que descolocó a todos, el factor sorpresa es lo que van a tener El rey de inmediato logro comprender mi estrategia por lo cual sonrió con dulzura mientras pedía al crupier un cambio de cartas que no se le fue negada.

Lo tengo justo en mis manos, cuando el cambio fue hecho pude observar que las cartas del Rey son justo iguales a las mías y lo suficientemente altas en la tabla del poker como para sumar puntos.

Las cartas fueron lanzadas y como lo prevee, hemos sumado más puntos que los de la primera ronda, el juego continuo con nosotros ganando a Heather y aren quienes a la final perdieron en la quinta y última ronda.

Podía festejar con alegría sin embargo decidí adoptar una postura recta como si apenas comenzará a jugar, todo este tiempo podía distinguir que Tatiana no dejaba de mirarme algo que verdaderamente me causo intriga.

—Eso quiere decir que me leerás un libro está noche—El Rey acomodó su perfecto traje para observarme con aquellos hipnotizantes ojos grises.

—Es mejor leer un libro que estar en un calabozo cubo de hielo—respondí recordando la apuesta, el solo pensar en ir a la misma habitación que el rey me causa una sensación de escalofrío.

—¿Quieres comer algo?—preguntó por cortesía negué con la cabeza, ya estaban empezando a repartir la comida y no quería quedarme al banquete.—en ese caso es hora de retirarnos.