El juego del Rey (realeza imperfecta)

Capitulo 14

Persefóne:

Siempre creí que las princesas solo están para vestir vestido preciosos y portar una corona, siempre pensé que las princesas cargaban libro sobre su cabeza y trataban con elegancia a un hombre..

Bueno lo de los libros parece ser cierto pero no pensé que la prometida del rey osea yo, también estaría ocupado con un nueva agenda para mí.

Desde que regrese a mi habitación no eh hecho nada más que leer los cinco grandes libros que reposan en mi mesa, todos referente a este reino, luego tuve que leer las diferencias entre toda la realeza y cuál es mi posición que para mucho es bien vista.

Muerdo mi labio mientras pasó la quinta página del libro de leyes al reglamento de caelestis, no puedo creer que exista tanto libros para redactar algo como lo es este reino.

—Yo nunca acepte ser la prometida del rey—me queje por quinta vez con secutivo, acaricie los mechones de mi cabello mientras recordaba las lágrimas que deslizaban por mi mejilla producto de un momento de vulnerabilidad.

¡Cómo es posible! Soy una persona reservada y culta con mis sentimientos, soy una persona que no hace todo a la ligera y siempre va con cautela pero ayer. Ayer permití que el propio rey mi prometido viera un momento de vulnerabilidad que puede ser usado en mi contra.

El rey no muestra emociones a diferencia de mí y si lo hiciera sería difícil de creer, el rey es como un comodín que tiene muchas caras en el juego.

¡Tonta! ¡Persefóne! Sin duda todo lo que se me fue inculcado desde pequeña se fue a la borda por un simple personaje que no existe en tal caso debo de culpar a Archie y Bianca por hacerme esto.

—Princesa—alguien tocó la puerta interrumpiendo el reproche que yo misma me daba—Tiene que prepararse para aprender a comer durante la cena.

—¿Que?—eleve la cejas con suma elegancia al mirarla—No me digas que usaré distintos tipos de tenedores y cucharas.

Asintió con vergüenza en sus mejillas, bufe maldiciendo una y otra vez al rey, me levanté de la cama y acomode mi pantalón largo de color rojo.

—Vamos—demande con delicadeza, la chica asintió repasando una mirada a mi sencilla vestimenta—No pidas que me cambié porque no lo haré.

—Pero señorita el Rey..-

—El Rey no está aquí además el no tomara las clases—exprese con evidente molestia, hoy seguramente me levanté de muy mal humor lo único que quiero es tomar las llaves de un auto e irme.

O hacerlo a lo tradicional si es que por aquí hay una caballeriza, seguí a la chica de cabello corto hacia el segundo piso del castillo en donde podía admirar a la demás servidumbre hacer su trabajo.

Cada vez que pasaba hacían una pequeña reverencia que me dejó un poco incómoda, camine por el lugar prestando atención a los cuadros que reposan en la pared en el cual algunos suelen llamar demasiado mi atención.

Suspiré entrando al gran comedor en dónde se podía observar una enorme mesa con un mantel de color aqua cubriendolo por encima, en ella está una pequeña silla donde se puede ver distintos tipos de platos y cucharas al igual que tenedores.

—Tanto lío solo para usar un tenedor—reproche en voz baja sentandome en la silla, la primera comida fue servida así como el constante regaño del mal uso de los utensilios.

—Porque es tan difícil algo como esto—la mire masticando comida con la boca—comer espaguetti ¿Enserio?.

Tome el tenedor en mis manos y cogí un poco de macarrones en el para luego meterlo a mi boca y succionar las parte que quedan en el aire, la chica inmediatamente negó con la cabeza.

—¡Por Zeus!—exclame al igual que lo hizo Dalila en su momento—¡Solo es espaguetti!

—Señorita usted no fue conciente de que se mancho la blusa—señalo la mancha de salsa en mi blusa de color morado—Vuelva a tomar el tenedor enrolle lentamente el tenedor junto al espaguetti haciendo círculos y vera que es mucho más sencillo.

Hice lo que me pidió tome nuevamente el tenedor y con varios bufidos y quejas termine para ver qué se enrollo perfecto en el tenedor lo cual pude masticar sin necesidad de mancharme.

—¿Cómo le está yendo en su primer día de aprendizaje señorita persefóne?—Deniska se abrió paso por el lugar con aquel porte que trae al caminar y aquella mirada de frialdad al pasar.

—¿Es necesario esto?—pregunté elevando la cejas y mirándolo con un tanto de molestia—Lo modales en la mesa no son necesarios en mi casa.

—Los modales en la mesa son necesarios en los restaurantes y también aquí, como tú serás la futura reina está de más decir que debes saber comportarte como una—abrió la boca reprochandome con severidad puedo decir que causó miedo y escalofrío cuando me miró con aquellos ojos de frialdad—Los modales en la mesa son importantes y aplica para todas las personas persefóne.

—Me siento llena—me excuse dejando elegantemente el tenedor en su lugar—¿Que más debo aprender a beber vino?.

La burla en mis palabras no paso desapercibido para nadie, Deniska suspiro lentamente asintiendo con la cabeza mientras mi mandíbula casi se cae al suelo literalmente.

—¿Creías que solo era la comida?—cuestionó con desaprobación—Como bien debes saber existen distintos tipos de copas para vinos por lo cual no todos se usan de igual forma persefóne.

Zeus ayúdame..

....

Luego de haberme limpiado y cambiado de blusa entre apresuradamente y sin permiso a la habitación del Rey, hoy fue un día en el cual no puedo dejar de quejarme con el nunca acepte ser su prometida.

El lugar está vacío no parecía haber nadie excepto el sonido en la regadera que si me indica que el se encuentra en ese lugar duchándose, con mucha paciencia me deposite en el sillón de color oscuro para luego esperar con paciencia a que el saliera del lugar.

Recuerdos del día de ayer llegan a mi mente una tras otra como si fueran pequeñas balas introduciéndose en mi cuerpo muevo mis manos con nerviosismo rascando mi muñeca.



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En el texto hay: drama, amor, juego

Editado: 30.04.2022

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