Capitulo 19

Persefóne

—El rey te necesita persefóne—mencionó con preocupación a medida que caminamos con rapidez hacia mi habitación—No se que ocurre solo que pidió verte.

—¿Cómo se escuchó?—pregunté entrando a la habitación y corriendo hacia el armario.

—No puedo decirte, el ya sabes cómo es su voz no lo delata—mumuró Heather.

—Solo dilo—hablé tomando un elegante vestido color azul entre mis manos—El está en el casino ¿Cierto?

—Pues se oyó frío—habló ella mirando toda la habitación con curiosidad—Esta ahí.

—Entonces no tiene nada—afirmé saliendo del baño para arreglar mi cabello en una coleta alta dejando al descubierto mi cuello—Seguramente son sobre los papeles del casino.

—¿Pasa algo con ello?—indagó con seriedad, pude ver qué su mirada se endureció de repente.

—Cifras incorrectas—me colocó los pendientes en ambas orejas y luego tomo mi bolso con mis cosas personales—Vamos.

—Eres rápida—camino junto a mi con la mirada en alto y el porte que seguramente obtuvo de la reina—El chófer nos está esperando en la entrada.

—No se porque no me sorprende—comentó caminando por los pasillos siendo observada por todos, suspiro disimuladamente—Es difícil.

—Preparate para cuando pongas un pie afuera—sonrió con compresión a mi lado.

Un auto de color oscuro y que parece ser lujoso nos esperaba en los portones del castillo, el chófer abre la puerta para ambas.

Miro por la ventana y me sorprendó el ver cuán de grande es el castillo, antes no tuve tiempo para hacerlo estaba más entretenida buscando trabajo que no quise fijarme en eso.

—Ya vamos para allá—la escuché hablando por el celular con la expresión seria y por un momento pude ver un destello de Kilian en ella.

Ambos hermanos se parecen, ella es casi igual a el, su mirada fría, su porte elegante, todo en ella es como una copia exacta de Kilian pero versión mujer.

Me sorprende que el ser hermano no sea tan unidos, pero supongo que eso sucede en algunos caso, Los cincos hermanos de apellido pero sus personalidades son tan diferentes que aveces pienso que se odian.

La reina de tan solo pensar en ella, siento un poco de escalofrío, no la he visto por ningún lado y eso me mantiene alerta Heather me dijo que me cuidara de ella, y se que debo hacerlo, la reina no es de quedarse de brazos cruzados.

—Preparate—habló Heather a mi lado colocandose unos lentes oscuros, lastima que yo no traje ninguno.

Cuando iba a preguntar ví el tumulto de periodistas enfrente del casino atentos a dónde hacia nosotros, no pensé que se enterarían pues fue dentro del reino. pero los periodistas son tan pero tan curiosos que no le importan arriesgar su vida solo por algo de información.

—¿Que haces?—pregunté con la cejas ligeramente levantada.

—No deben reconocerte, tu cara estará en todas las prensas y eso puede ser un punto débil para nosotros—aseguró con seriedad en su rostro pasandome una máscara sonriente.

La máscara tiene decoraciones en rosado y negro viéndolo sumamente hermoso, me lo coloque sobre mi rostro.

Ambas salimos del auto, con la mirada en alto de inmediato los periodistas se abalanzaron hacia nosotras como infinidades de preguntas que no serían respondidas por ninguna.

—¿Porque tiene máscara?—preguntó una hacia mi dirección—¿Acaso su rostro es horrible?

—¿Es cierto que usted es la prometida del rey?

—¿Cuando comenzaron su relación?

—¿Princesa que piensa al respecto?

—¿Está de acuerdo que el rey esté en una relación?

Apenas cruzamos la puerta, nos dirigimos hacia las oficinas de arriba donde según Heather, su hermano se encontraría en ese lugar.

El Casino recuerdo la primera vez que vine a este lugar, dónde todo comenzó, sonreí por los recuerdos y entre hacia la oficina donde Kilian se encuentra.

Heather se quedó afuera en una silla aparte, yo por mi parte estoy adentro con la mirada puesta en cada rincón de la oficina de color blanco con decoraciones en color gris.

—¿Para que me llamaste?—cuestioné reparando en el sofá de color oscuro, camine hacia el y me senté cómodamente.

—Quiero tu presencia en este lugar, vas a ser mi esposa por lo tanto debes conocer lo que hago—reviso unos papeles y luego levantó la vista—¿Cómo te sentiste con los periodistas?

—Sofocada—respondó mirando hacia el techo—¿Porque?

—Hablaremos con ellos después—le di una mirada rápida y lo noté mirándome—¿Tu corregiste las cifras?

—Si—admitó.

—Ven acá—ordena, me levanto caminando hacia el de inmediato el olor de su perfume hace estragos en mí.

Huele tan bien ¿Cómo lo hace?

—¿Qué ocurre?—preguntó al verlo ocupado con algunos papeles que contienen letras pero por lo que veo son contratos por firmar.

—Quiero que leas cinco de esto y luego me digas que ves diferente en ellos—me ordena nuevamente levantando su mirada cerca de la mía, carraspea volteando hacia otro lado y yo sonrió lentamente aprovechando eso.

—¿Qué pasa? ¿No le quieres dar un beso a tu prometida?

—No me retes persefóne—lo escuché hablarme con seriedad provocando que mi sonrisa se ensache más.

Eso me gusta.

 Me siento en el sofá para comenzar a revisar los contratos, uno por uno, mientras de reojo lo veía a él con aquellos lentes que encajan perfecto en su rostro dándole una apariencia más atractiva a su imagen.

A medida que leo los contratos empiezo a fruncir el ceño revisando específicamente uno, elevó las cejas al verlo, reviso la letra pequeña y encuentro algo que no debe estar ahí.

Reviso los otros nuevamente con mucho cuidado y me quedo en el tercer contrato que habla sobre un préstamo de cien millones de euros al mes y también dónde dice que al firmar el contrato la persona quien dió este papel queda como jefe del casino.

Y es increíble porque, el contrato en si parece normal como los otros, las letras que uno Lee y las clausulas en el son normales aparece como un contrato de aumento en bienes y raíces que supuestamente beneficia a ambos, sin embargo en la letra pequeña se nota algo diferente, en el aparece lo que es el supuesto verdadero contrato que si Kilian llega a firmar puedo llegar a perder el casino.