Capitulo 24

Persefóne:

Mis ojos se abren abruptamente en medio de la noche, no distingo que hora es, lo unico que se es que extrañamente tengo la mano de Kilian sobre mi cintura, evito sentirme algo incómoda y me levanto de la cama caminando a pasos lentos para buscar a tientas mi teléfono.

Cuando al fin encuentro, observo que en mi teléfono está el calendario de viaje que es hoy, desactivo la alarma que está por sonar en cinco minutos, y enciendo la luz para comenzar a arreglar las maletas.

—Apaga esa luz persefóne—replica en un gruñido Kilian, lo ignoro y sigo metiendo unas cuantas cosas en la maleta, luego hago lo mismo con el suyo—Te di una orden.

—A mi no me van las órdenes Kilian—respondo abriendo el armario la mayoria de sus vestimenta son camisas de color rojo y tonos oscuros y también de rayas, luego pantalones finos de tela y por último zapatos de cuero, en un estante observo la corbata.

—¿Qué haces revisando mis cosas?—pregunta con voz ronca  volteó a verlo y observo que tiene su mirada fija en mi mientras su cabello está todo desordenado—Responde.

—Estoy arreglando tu maleta.—le hablo metiendo las ropas en su lugar, luego de eso lo cierro y comienzo a preparar lo que me pondré—¿Recuerdas que hoy debemos ir a caellum?

—Lo recuerdo perfectamente—afirma levantándose de la cama se acerca a mi y luego suspira—después de volver debemos comenzar los preparativos de la boda.

—Cierto.—intento separarme de él, pero ya tiene su mano puesta sobre mi cintura—Kilian suéltame.

—No lo haré, eres mi prometida—responde, acaricio mi mejilla y luego sonríe al ver que cierro los ojos—¿Tan desesperada Diosa?

—Ni lo sueñes, solo me cayó una basura rey—gruño mintiendo, intento evitar el vergonzoso momento.

—Admitelo estás cayendo por mí—lo dice con un tono de burla en sus palabras mientras de sus labios solo se escucha su voz hipnotizantes—Admite que estás perdiendo Persefóne.

Sonrió y acaricio su cuello pasando mi mano lentamente por su pecho, relamo mis labios y beso la comisura de ellos, se que está luchando por cerrar los ojos, puedo ver el deseo en su mirada, me acerco más brindandole confianza cuando lo tengo entre mis manos lo suelto con una sonrisa de suficiencia.

—¿Perdiendo?—pregunto con diversión—No Kilian, yo siempre ganó. no voy a dejar que me destruyas descubriré cada uno de tus planes hacia mí.

Me toma por la cintura y vuelvo a juntar su rostro con el mío su mirada es sería sin ninguna mentira en aquellos hipnotizantes ojos grises, su barba pica contra mi mejilla y el olor de su perfume nubla mi visión.

—No tengo ningún plan contra tí—responde cerca de mis labios—No para ti al menos no ahora, si caes yo caigo y tú lo sabes.

Succiona con posesividad mis labios y cierro los ojos disfrutando, ¿Creería sus palabras? No claro que no es el Rey y puede tener la mejor faceta y manipular a cualquiera a excepción de mi, pero puedo decir que no por eso me prívare de los suaves y demandantes labios.

—Tan temprano y ya están a punto de darme un sobrino—habla en desaprobación Heather, volteó a verla y observo que se encuentra más que lista.

Lleva un hermoso vestido de color azul de tiras delgadas, tiene su cabello recogido con dos mechones y la corona puesta sobre su cabeza, en su mano lleva una cartera de color oscura mientras su sonrisa pícara se dirige a la nuestra.

—Ire a ducharme—es lo primero que digo sin ningún aspice de vergüenza, tomo el vestido que elegí y entro al baño duchandome rápidamente.

Me colocó el vestido rojo oscuro de manga larga con decoraciones de priedreria en el, me colocó los tacones, salgo del baño bajo la atenta mirada de ambos me siento sobre el pequeño sillón y comienzo a maquillarme.

Aplico labios de un rojo intenso y miro por el espejo el reflejo de Heather quien me observa con una sonrisa puesta sobre su rostro, elevó la ceja algo confundida y ella vuelve a su postura sería pero empiezo a sospechar que tiene que ver con Kilian.

Si crees que me enamore de tu hermano estás equivocada.

Dos hombres se llevan la maleta y una chica entra con un estante de vidrio donde aparecen dos coronas, levantó la cabeza y observo como el estante se abre dejando tocar una hermosa corona adornado por piedra de rubíes.

A lado de la corona está otro y ya debo saber para quién es, Heather toma la corona blanca en sus manos y la deposita en mi cabeza mientras sonríe.

—Eres digna de portarla y se que te verás increíble entrando con mi hermano.—asiento y me levanto cuando alguien toca ligeramente mi hombro.

Kilian me mira de arriba abajo con la corona ya puesta lleva un saco oscuro pero la corbata que trae puesta luce perfecto con mi vestido.

—Luces como una diosa persefóne—es lo único que dice antes de cruzar la puerta como el hombre frío que es.

—¿Mi hermano halagando? Eso es nuevo—chilla Heather en voz baja, mientras me toma del brazo y salimos juntas—Mi hermano está más que interesado en tí.

—Oh no, el es solo un rey le gusta jugar con—ella niega con la cabeza y me observa con algo de reproché.

—Persefóne los hombres como mi hermano solo se enamoran una vez y aman con todo sus emociones a esa persona—camina a mi lado con la mirada en alto sin dejar de mirarme—Mi hermano nunca se mostró interesado por ninguna mujer para el todas son mujeres que quieren su dinero o simplemente las ve como algo no tan importante en su vida.

«y aunque el sabía que tarde o temprano necesitaría a una para procrear y tener un heredero no le llamaba la atención ninguna de ella a pesar de que muchas mostraban buen talento. no levantó el mínimo interes en mi hermano, pero cuando llegaste notó algo que le intereso y se que sabe que eres la única que puede destruirlo, por eso te trata con cuidado o incluso juega contigo para probar tus límites y ver a cuánto llegarás»

—Valla.—es lo único que digo ocultando mi asombro.