CAPITULO 26

Persefóne:

—Tenemos que irnos, pronto comenzará el valls—asiento con la cabeza caminando junto con ella por los pasillos del lugar.

Todo se ve tan elegante y ostentoso, la decoración entre blanco y dorado los pisos de un color madera pero sin quitar lo atractivo del lugar, nos abrimos espacio por el lugar donde muchas personas están reunidas conversando distintos temas que a mí oído no llegan, Heather camino con elegancia por medio de la pista y yo trato de hacer lo mismo desviando la mirada para encontrar el lugar en donde antes estaría el Rey.

Pronto una melodía comenzó a tocar, me detuve y distinguí a aquel hombre con traje tocar delicadamente el piano seguido de unos violinistas dando inicio a un nuevo valls, las parejas comenzaron a formarse y para mí suerte ya había salido de entre la multitud.

Me acerque a la enorme mesa donde para mí sorpresa Kilian hablaba con los hombres del lugar, y la mujeres reían en un ambiente agradable a excepción de la pelirroja quien miraba con odio o tristeza al pelinegro de ojos grises, tanto Heather como yo hacemos acto de nuestra presencia para luego sentarnos en nuestra sillas.

—¿Por qué demoraron tanto?—pregunto Kilian hacia su hermana, desvíe mi vista por las incontables decoraciones y el enorme candelabro que ilumina el lugar todo es elegante y calmado.

Justo como en una película pero estaba viviendolo en carne propia, sentada con unos cuantos cubiertos sobre la mesa un plato vacío reposando sobre el enorme mantel de color blanco.

—¿No creen que es mucho la espera?—pregunto alguien al fondo de la mesa con algo de exaltación—Llevo más de dos horas y sinceramente no veo al principe Dereck o su prometida.

—¿Tan impaciente eres?—cuestionó alguien más con desaprobación que no paso desapercibido para nadie—Aún falta mucho para que el principe se presente mientras tanto debemos aprovechar de la fiesta.

—Eso es cierto ahora mismo se me apetece un buen balls ¿No es cierto cariño?—pregunta Sakura con una dulce sonrisa que va dirigido a aquel hombre que la contempla con encanto.

—A mi también—exclamó con una sonrisa la pelirroja—¿Me cederias los honores rey?—muestra su mano sobre la mesa mirando con cautela a Kilian.

Sakura y el emperador ya se habían dirigido hacia el salón de baile, ambos tomados de la mano mientras en la mesa se siente un ambiente muy tenso, Charlotte mantiene su mirada en Kilian con una intensidad salvaje que supongo hacia suspirar a cualquiera, los presentes se veían ansiosos y querían saber la respuesta del Rey.

—Que descortés de mi parte—niega con la cabeza el chico de acento italiano, levantándose de la mesa y tendiendo su mano hacia mi dirección—¿Me permite reina?

Abro y cierro la boca con disimuló mirándolo sin saber que hacer o que decir a la final decido tomar su mano y levantarme de la mesa con la mirada de los presentes puesto sobre mi, ambos caminamos unos cuantos escalones hacia el lugar de baile.

Colocó mi mano sobre su hombro y su otro mano toma la mía con mucha delicadeza, comenzamos el baile al ritmo de la música moviendonos de un lado a otro, el con una perfecta sonrisa y yo con una expresión un tanto sería pero simulando diversión.

—¿Es incómodo no?—pregunta después de un rato mientras nuestro pies se mueven de manera sincronizada—¿Estar con el rey?

—No lo es.—contesto segura levantando mi barbilla para verlo con una mirada cargada de misterio—Estar con el rey es como estar en un infierno cargado de tentación.

—No eh escuchado ninguna mujer que se exprese de esa forma—esboza una tenue sonrisa mientras le da una leve vuelta a mi cuerpo—Sin duda eres una mujer muy hermosa y segura de si misma.

—¿Que cosa dices?—sonrio levemente con la mejillas un poco sonrojada—si piensa que estoy enamorada del Rey.

—Nadie dijo eso—su sonrisa se ensacho y volvió a moverme de un lado para otro acercándose a mi oído—Tu solita te delataste reina.

—No me gusta el Rey—miento apretando los labios escucho su carcajeo y elevó la ceja con algo de elegancia—¿Qué?

—Mujeres siempre negando lo inevitable.—niega con la cabeza—¿Por qué le cuesta tanto demostrar emociones?

—Es así—desvio mi mirada disimuladamente y me encuentro con aquellos profundos ojos grises volteó a ver al italiano y luego sonrió—Es su naturaleza.

—Y tu naturaleza es enamorarte de un hombre ¿Frío?—cuestiona sin dejar de sonreír, se que pretende incomodarme o intentar que hable mal de rey.

—Se acabo tu tiempo—hablo una voz gruesa y varonil seguido de sentir su mano sobre mi cintura—Acompaña a Charlotte.

—Siento una incesante curiosidad de saber porque los dos se atraen como imanes y lo niegan—nos mira a ambos con una sonrisa cargado de malicia—Todos en la mesa lo notaron. ¿Logrará la reina derretir el corazón del Rey?

Sin embargo ambos decidimos ignorarlos y nos volteamos a ver el uno al otro, levanté mi vista para observar sus ojos quienes ya tienen puesto su mirada sobre la mía, sin decir nada toma mi mano con delicadeza y comenzamos el valls. las miradas que ambos mostramos hablan más que cualquiera otra cosa.

Mi vestido se mueven junto a cada paso que doy, y siento esa conexión que tuve cuando patines por primera vez, me fijé en el color de aquellos profundos ojos grises.

—Deja de mirarme así persefóne—sentencia con una voz un poco más neutra que antes, pero no sabía si el cóctel estaba haciendo estragos en mi o solo era yo intentando poner una excusa a lo que mis ojos contemplan.

—Eres un hombre frío Rey—hablo llevando mi mano hacia su espalda siento como se tensa y su mirada cargada de una expresión indescriptible me observa.

—¿No te gusta?—pregunta con voz impostada.

—Me encanta—contesto, ninguno presta atención a todo lo demás—Me encanta hacerte perder.

Sonrió al verlo tan cohibido y que yo sea la causante de eso, terminado el valls camino a pasos lentos e incómodos hacia donde está Heather quien mira con una expresión que solo yo conozco.