El juego del Rey (realeza imperfecta)

CAPITULO 33

Persefóne:

Cuerpos bailando uno contra otro, la música en un nivel alto, canciones desde los más sano hasta subido de tono, las luces neones, el olor a sexo, las bebidas, y por supuesto las drogas.

—¿A qué lugar me traiste?—le cuestiono sintiéndo la adrenalina del momento recorrer mi cuerpo, no estar con el rey o quieta en un lugar me hace sentirme fugitiva.

—Es la discoteca más concurrida de la ciudad, quiero olvidar penas—habla acercándose a la barra, pude ver por un momento la tristeza de ella.—Quiero dos vasos de vodka.

—Como quieras cariño—el chico le guiña el ojo coquetamente a ella y está lo recibe.

No se parece nada a la Heather fría y normal, está es mucho más juguetona y parece gritar peligro.

—¿Quién es tu amiga?—pregunta con dirección a mi, es apuesto si pero no es mi tipo.

—Mi nombre es Persefóne—bebo el vodka de golpe escuchando la risita de Heather a mi lado—Parece que ya tenemos atención.

Heather se voltea dejando de coquetear con el chico mirando disimuladamente por el lugar notando que en la mesa del fondo están dos hombres mirando fijamente hacia nuestra dirección.

—Me siento halagada.—expresa bebiendo otro vaso al igual que yo—No vine solo a tomar, pasemos a bailar.

—Ve tú, quiero ver tu talento—bromeo hacia ella.

—¿Le tienes miedo a mi hermano?—lanza la pregunta que no quiero escuchar, mi ceño se frunce con indignación y ella se ríe.

—Por supuesto que no.—miento si tengo miedo que aparezca por aquí, pido otro vaso un poco más fuerte tragandolo de golpe—Apostare diez  a qué no le bailas al tipo solitario.

—¡Hecho!—grita con una sonrisa—Me gusta esta Persefóne.

Me encojo de hombros mientras la observo caminar con sensualidad hacia la improvisada pista de baile dónde está un hombre algo desganado por no tener pareja de baile, justo en ese momento suena una canción demasiado conocida para mí y que se bailar a la perfección, parece que Heather también porque comienza a bailar lentamente hacia el tocando su pecho con delicadeza llamando la atención de algunos hombres.

Sonrió sintiendo el efecto de la bebida en mi cuerpo, y la adrenalina en mi cuerpo por estar en un lugar como este, pido otro vaso más y bebo perdiendo la cuenta de cuánto eh bebido, sin embargo permito relajarme.

—¿Que hace una mujer tan bella como tú en este lugar?—pregunta la voz varonil de un hombre, volteó a verlo y observo que sonríe.

—A divertirme—sonrió ladinamente cruzando las piernas y teniendo a aquel hombre a mi lado puedo ver qué está excitado además su cuerpo expresa signo de que está drogado.

No dudo mucho que por aquí estén los afrodisíacos.

—Listo, me debes diez dólares—Heather llega a mi lado completamente sudada con una mirada feroz y una sonrisa algo coqueta—¿Quién es?

—Un amigo.—respondo con voz melódica.

—Soy Ethan ¿Y ustedes?—pregunta intrigado y de cierto modo curioso, sin dejar de coquetear a cada momento y relamer sus labios cada cinco segundos mirando mi escote como si quisiera meterse ahí.

—Soy Heather y ella Persefóne.—me señala la rubia con la misma sonrisa coqueta de antes.

—Con que la doncella—me mira de arriba a abajo escrutandome con la mirada—Eres hermosa tu nombre amerita tu belleza, doncella.

—Gracias.—contesto acomodándo mi cabello lentamente hacia atrás, Heather se acercó a mi oído.

—Baila con él y te salvas de la siguiente apuesta.—me susurra con voz cantarina.

—¿Y cuál es esa apuesta?—consulto yo en voz baja, atenta a la mirada del chico rubio.

—Una nueva broma para kilian.—me estremezco sin siquiera pensarlo y ella se ríe cerca de mi oído—Ve a bailar, quiero ver si me ganas o yo soy la mejor en bailar.

—Te odio Heather—gruño indignada, se levanta con una risa que sonó algo dulce.

—Lo sé—me guiña el ojo, intento ocultar mi descontento y me acerco hacia Ethan mirándolo de forma seductora.

Entiendo de inmediato y se levanta con una sonrisa siguiéndome el paso directo hacia el pista de baile, escucho como alguien grita de forma eufórica pero lo ignoro.

Cuando estoy en la pista volteó hacia Heather quien me observa con malicia de inmediato suena la canción y yo la miro más indignada que antes.

¿Doja cat?

Te salvas de que el rey no esté por aquí.

Mañana me voy a arrepentir de esto yo lo sé, Ethan intenta hablar sin embargo yo poso uno de mis dedos sobre sus labios mientras lo miro de forma hipnotizante, muevo mi cuerpo lentamente dejando que la música fluya por mi cuerpo moviendo libremente mi cuerpo y acariciando cada parte con delicadeza, en mi mente la imagen de otra persona llega a mi conciencia provocando que acaricie el cuerpo de Ethan, lentamente sin pegarme a su cuerpo puedo ver esa mirada cargada de deseo.

Cuando voy a pegarme a el deseando que la canción se acabe otra persona me sujeta por la cintura y me pega con fuerza hacia atrás, siento su aliento en mi cuello.

—Vienes conmigo ahora.—susurra una voz ronca a mi lado, trago saliva cuando siento sus manos en mi cadera, miro a Heather quien esboza una sonrisa como Alicia en el país de la maravilla y me guiña el ojo.

Para mí mala suerte y tal vez buena suerte la música aún no acaba, algo temerosa pero con el alcohol corriendo por mí sangre deseo arrepentirme mañana, me giro hacia Kilian mirandolo directamente sus ojos grises miran cada movimiento de mi cuerpo sin quitar su semblante de seriedad.

—¿Qué haces aquí?—pregunto cuando muevo mi cuerpo cerca de su cintura.

—Vine por ti—contesta sin más, acaricia mi mejilla y lentamente baja por mi brazo provocando cosquilleo—¿Por qué le haces caso a ella?

—Tu hermana me amenazó con hacerte otra broma—le susurro cuando pega su cuerpo al mío.

—Heather no cambia—susurra algo disgustado, voltea a ver a su hermana quien sigue sonriendo sin dejar de vernos—Aunque es hora de devolver lo que hizo.



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En el texto hay: drama, amor, juego

Editado: 30.04.2022

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