CAPITULO 37

Persefóne:

Una mirada dura y desafiante que solo una persona pondría sin importarle el status o la jerarquía de la persona, a Freya le valía un comino si la Reina era la más venerada por todo, ella no deja pasar las cosas por alto y estoy casi segura que está dispuesta ir hacia ella.

—Pido perdón por la falta de imprudencia de la Reina, Freya—me disculpo con sutileza, mi hermana voltea a verme con los ojos abiertos como si no pudiese creer que defendí al diablo frente a ella.—Es un gusto tenerte aquí y presentarte a mi prometido y por supuesto conocer al suyo.

De inmediato un hombre de cabello ondulado color acaramelado se acerca con una impresionantes ojos violetas, hace una pequeña reverencia manteniendo su indiferencia y sorpresa hacia mí.

—Es un gusto conocer finalmente a la hermana de mi mujer—habla el hombre con el acento que lo distingue de entre la multitud—Su alteza.

—Tambien es un gusto conocerte—le repito, volteó a ver a Kilian quien se levanta del sillón para posarse a mi lado con esa pose que lo distingue, su mirada viaja por todo el lugar se posa hacia mi hermana quien sonríe con sorna a diferencia de mí.

Todos de antemano saben que el rey va hablar, dará el comunicado importante y yo tendría que reunirme con el para hablar de mi posible viaje a Estados Unidos, estoy preocupada porque no quiero dejar el reino en manos equivocadas y sobre todo dejar a Dayan y Lorena a mercerd de la Reina.

—Eh de informarles que todos están cordialmente invitados a la fiesta de compromiso preparada por mi prometida, sería una agradable sorpresa verlos en la fiesta.—todos los observan atentos algunos emocionados—Tambien avisaré me iré de viaje, por lo cual dejaré a cargo a mi prometida con el Reino, confío en ustedes de que la protegerán.

El silencio se hizo por todo el lugar muchos no estaban convencidos, otros se encuentran encantados, Kilian mantienen su postura sin quitar el semblante serio de su rostro pronto como suele ser habitualmente recibe quejas sobre las personas del pueblo y para esta vez tendré que caminar hacia mi hermana y el hombre ruso.

Me despido del rey con un leve asentimiento sus ojos me escrutan con la mirada, bajo los escalones hasta llegar hacia Freya quien bebe una copa de vino a lado de aquel hombre.

Su mirada conecta con la mía y con gracia se acerca para presentarme a la persona quien conquistó su corazón.

—Hermana te presento a Vladimir ignati—asiento estrechando la mano hacia él—Mi jefe y mi marido.

—Sorprendente—le contesto con voz neutra—Es un gusto conocerte finalmente ruso.

—Lo mismo digo su majestad—sonrio ligeramente mirando Freya quien se muestra contenta y atenta a cada reacción mía.

—Dime Persefóne cuñado—inquiero con confianza hacia el hombre quien me observa con una ligera sonrisa—Si me disculpan.

Se que aún tanto Kilian como Vladimir están schockeados de ver a dos gemelas caminar de un lado a otro, pensar en un clon parece hacerlos delirar, me acerco a Deniska quien se encuentra en compañía de unos de los soldados del castillo, apenas me ve se gira hacia mi con formalidad lista para hablar.

—Tengo los informes que pedí—asiento con la cabeza satisfecha por su respuesta—¿Se los entregó ya?

—Me encantaría que fuera en la oficina de Kilian—le respondo con voz suave, con Deniska era la única que permitía hablar con confianza, a pesar de tener a Dayan y Lorena, con Deniska siento cierta confianza que no puedo ignorar.

—¿Los dejo sobre la mesa?

—No, llévala todo el tiempo en tus manos cuando anuncié mi retiro irás a la oficina y me darás el sobre.

—Si—asiente, camino de un lado para otro hasta llegar a Heather quien parece entablar una conversación fría hacia mi hermana.

Alguien me toca ligeramente el hombro volteó a verlo y encuentro a Vladimir observarme con confusión, sin embargo se le nota muy simpático a diferencia de Kilian.

—Quiero decir que estoy sorprendido, por saber que la hermana de mi mujer es su gemela—habla con voz ronca su belleza es impresionante pero eso no basta como para que me fijé en el—Freya nunca me contó de una hermana gemela.

—Es normal—le contesto algo fría y alerta—A mi hermana le gusta causar impacto.

Se ríe ligeramente provocando que esboze una sonrisa de educación, mira de reojo a Freya quien habla con Heather pero ella solo asiente con gestos frío.

—Lo se eh visto que es muy vanidosa y egocéntrica en ocasiones, pero no le quita que sea buena mujer—asiento mi hermana es buena en todo los sentidos.

—Me rindo.—resopla Freya llegado a mi lado y haciendo un visible puchero provocando la sonrisa del ruso—¿Por qué ella es así? Tan..misteriosa y fría y no solo ella el Rey parece serlo ¿Tienes idea de por qué son así?

—Es el efecto que causan cuando los ven por primera vez—respondo con voz graciosa ante su intento fallido—Creeme que no conviene a querer curiosear con respecto a los Halmiton.

—¿Has echo eso no?—sonrie afirmando lo que digo—Lo sabía por eso estás aquí.

—Llegue por trabajo y terminé siendo la prometida del Rey—digo la verdad, indagó entre mi mente hasta encontrar lo que busco—No podré ir a visitar a mi padre, como ya has escuchado mi fiesta es en dos días luego de eso quedaré a cargo del reino y estaré ocupada con muchas cosas no puedo visitar a mi padre Freya.

—Los asuntos de Reyes—manifiesta indignada—Seria buena idea quedarnos a tu fiesta y luego veremos qué haremos ¿Te parece?

—Me gustaría no tenerte aquí—le hablo con sarcasmo—Vladimir debe manejar un imperio ¿No es cierto?

Me observa algo sorprendido para luego fulminar a la pelinegra a mi lado, ella sonríe con gracia mostrandose inocente.

—Tendria que pensarlo, cariño—suspira como negando hacia mi hermana, levanta la mano y saca su teléfono—Hare una llamada y luego avisaré.

Cuando se aleja mi hermana me mira algo espectante y ya se de qué quiere hablar, niego con la cabeza ante la posibilidad que piensa su mente, abre la boca indignada y me lanza otra mirada seguida de una disimulada hacia la reina.